Sana descansaba en su habitación. La tranquilidad de la noche era todo un deleite para ella al ser tan silenciosa.
Aunque no mentiría, a veces se sentía algo sola, eso desde que se mudaron a sus nuevos departamentos; pues si bien vivía junto a Momo y Nayeon, la ausencia de las demás chicas se veía reflejada en las noches no tan caóticas a cuando estaban las nueve juntas en su solo departamento.Ah, recordaba con tanto cariño sus pequeñas fiestas nocturnas, el como podía ver a todas en las mañanas, listas para desayunar juntas, extrañaba un poco los juegos con Mina y Jihyo, extrañaba las pláticas con Tzuyu, ver películas hasta tarde con Chaeyoung, ser cómplice de bromas con Jeongyeon y sobre todo, lo que más extrañaba era esas pequeñas noches, dónde esa pequeña y pálida chica tocaba la puerta de su habitación compartida y, con rostro soñoliento, almohada en manos y voz tímida, le pedía poder dormir juntas.
Sana jamás le negó aquella petición a su amada Dahyun, porque ella adoraba a la menor, todo de ella le gustaba, su sonrisa, su cabello, sus momentos juntas, cuando la abrazaba, incluso su tenue aroma a talco para bebé.
Pero a raíz de la mudanza y los nuevos departamentos, jamás había vuelto a dormir con Dahyun.
Con esos pensamientos en su cabeza, permanecía en su cama, sintiendo la calidez de las sábanas acariciarla con suavidad.
Después, tras un suspiro, el ligero toque en su puerta llamó su atención.
-Pasa- dijo con voz suave, mirando hacia la entrada.
No pudo evitar emocionarse cuando entre la puerta apareció aquella figura que tan bien conocía, mirándola con algo de timidez.
No esperaba la visita, y sin embargo, ahí estaba ahora, esperando por ella.-¿Que sucede pequeña?- Sana preguntó a la mujer que llamaba a su puerta y ahora estaba en el marco de esta, llevando una cómoda bata para dormir y una almohada. Había extrañado tanto ver aquella imagen, que el simple hecho de tenerla ahí en ese momento la emocionaba mucho.
-¿Puedo dormir contigo Unnie?- dijo con voz suave pero clara, causando que el corazón de Sana se enloqueciera.
Sin dar una respuesta verbal, Sana se hacía a un lado, dejando suficiente espacio, después abría las cobijas de su cama, dejando ver a Dahyun el espacio que tenía listo para ella, dedicándole una pícara sonrisa.
-¿Te metiste a nuestro departamento, solo porque querías dormir conmigo? Tanto esfuerzo me huele a dobles intenciones, Dahyunna- la japonesa contestaba con tono pícaro también, entusiasmada de que Dahyun le dijera la verdadera razón por la cual se colo en su departamento y sobre todo en aquella habitación tan silenciosamente.
Dahyun por su parte sabía bien que era lo que deseaba al ir a aquel lugar, simplemente era vergonzoso admitirlo en voz alta.
-No hay dobles intenciones, deseo tu compañía y calor- trataba de dejar indicios de que era lo que buscaba.
Y por supuesto, Sana lo sabía, no era tonta para no comprender porque Dahyun se había tomado tantas molestias. Simplemente quería que admitiera el porque estaba siendo tan traviesa de repente. Y vamos, hace un par de meses que Dahyun había dejado de colarse a su habitación para dormir, aunque claro todas esas ocasiones tenían que ser sumamente cuidadosas, ya que no se encontraban nunca solas. Pero ahora era diferente, por primera vez tenían una habitación para las dos.
Aquella cosa fue la que le dió el impulso a Dahyun de ir aquella noche después de tanto tiempo.
-Por supuesto, si es lo que quieres entonces es lo que tendrás, ni más ni menos- dejando aquel punto claro, Sana palmeo cariñosamente el espacio vacío de hace un momento, invitando a la coreana a quedarse.
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Íntimos secretos [TWICE Ver]
FanfictionColección de relatos de diferentes Ships [R18] El contenido de este espacio es meramente ficción. Si el contenido de este espacio no es de tu agrado, te sugiero salgas, por favor. No adaptaciones de ninguna índole.