Escuchaba el ruido fuera de aquella habitación, se sentía nerviosa por ello, sin embargo, podría decirse que la situación le daba un toque emocionante y exitante.
Quizá la adrenalina de la situación y el poder ser descubierta era lo que la volvía loca.
Mina solo apretó los dientes contra su labio inferior y después soltaba un suspiro silencioso mientras hacía la cabeza para atrás, cerrando con fuerza los ojos, permitiéndose disfrutar de las sensaciones que estaba experimentando en ese momento.
El constante cosquilleo en su vientre y las calidas caricias eran exquisitas, le estaba tomando un gran esfuerzo mantener la voz baja, en cambio, dejaba salir constantes suspiros que ahogaban sus gemidos.
"-Escucho pasos más constantemente... Seguro las chicas deben estar preguntándose donde estamos...-" pensaba mientras ahogaba un nuevo gemido y levantaba la cabeza.
Sus ojos se abrieron lentamente, mirando hacia abajo, específicamente al medio de sus piernas.
Sintió una poderosa y placentera contracción al mirar lo que sucedía, inevitablemente no pudo ocultar un suave gemido que salió ante tan estimulante vista.-¡Shh! Si alguien te escucha estaremos en problemas- escuchó a su compañera decirle.
-No es tan fácil... No creo poder resistir mucho más, Jeongyeon- respondía Mina mientras trataba de retomar la tranquilidad en su respiración.
-Tu puedes, siempre puedes- respondió la rubia y tan pronto terminó de hablar, volvió a ocuparse.
Mina soltó un gruñido ahogado de nuevo al volver a tener la boca de Jeongyeon sobre su clítoris.
Ahí estaban ambas, encerradas en uno de los vestidores, con Mina sentada en uno de los sillones, con aquella brillante falda levantada y con las piernas abiertas, dándole una increíble vista a una muy ansiosa Jeongyeon, quien estaba de rodillas frente a ella, devorando cada gota que derramaba la japonesa jadeante frente a ella.
¿Cómo habían llegado a eso? Fue una tarde como cualquier otra, dónde Mina había estado muy estresada por las prontas presentaciones que tenían y Jeongyeon se ofreció a ayudarla a liberar estrés.
Todo comenzó con un masaje en la espalda y hombros de la japonesa, pero entre más piel tocaba Jeongyeon, más ansiosa y exitada se había sentido.El masaje paso de la espalda a los costados y de los costados al pecho; tras el primer jadeo de Mina después de eso, ya no hubo marcha atrás.
Ahora, cada vez que Mina estaba tensa o estresada, terminaban de aquella forma. Con una muy exitada Jeongyeon tocando a Mina de todas las maneras posibles y que, por supuesto, la japonesa le permitiera.
No era para menos, al principio solo tocaba con sutileza, por sobre la ropa, y poco a poco fue escalando la intimidad.
Jeongyeon se sentía en la gloria cuando por fin Mina le permitió poner sus dedos dentro de ella.
La forma en que la miraba, el como se retorcía apretando los ojos y aferrándose a ella era un espectáculo sin igual.La cúspide de todo, era cuando Mina por fin llegaba al orgasmo y podía deleitarse de las expresiones en su rostro sudoroso y ruborizado.
Con todos esos recuerdos en mente, Jeongyeon se atrevía a levantar la mirada y echarle un vistazo a Mina, quien había echado la cabeza ligeramente hacia atrás de nuevo, aferraba sus manos al forro del sofá y mantenía su boca abierta, en un intento de regular su respiración agitada y callar sus gemidos.
"-Eres tan hermosa, tan perfecta Mina-" pensó Jeongyeon mientras miraba aquella imagen.
Después, Jeongyeon volvió a prestar atención a lo que hacía. Con su lengua dió suaves recorridos de arriba hacia abajo, acariciando desde la punta del clítoris de Mina, hacia abajo hasta llegar a la entrada de la japonesa, dónde podía saborear las mayores cantidades de fluidos de la menor.
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Íntimos secretos [TWICE Ver]
FanfictionColección de relatos de diferentes Ships [R18] El contenido de este espacio es meramente ficción. Si el contenido de este espacio no es de tu agrado, te sugiero salgas, por favor. No adaptaciones de ninguna índole.