𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟎

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Mis manos temblaron al igual que mis piernas, me sentía como si alguien me hubiera aventado un balde de agua fría, no podía reaccionar, solo me quedaba parada mirando como Wyatt examinaba con detenimiento la lampara.

— Mi padre tenia muchas de estas, incluso creía sobre el viejo mito de un ser mágico que podía concederte tres deseos.

Mordi mi labio inferior, ¿Cómo es que estaba siendo tan exacto?. Fue entonces cuando me acerque con la intención de quitárselo.

— ¿Donde lo conseguiste? — empezó a lanzarlo de una mano a otra.

Podía escuchar perfectamente el latir de mi corazón, estaba jugando con la lampara.

— En un bazar, nada importante — me encogí de hombros y se lo quite de las manos.

— ¿Crees en ese mito? — levanto una de sus cejas.

— ¿Que mito? — lo mire nerviosa —¡Ah! El mito... — rasque mi nariz — N–No...

— ¿N–No? — me imito con diversión.

Puse la lampara dentro de un armario, tratando de no mostrarme nerviosa pero era más que obvio que lo estaba, aun que ya tenía la lampara a salvo.

— Como sea, yo... — apretó los labios formando una sola línea — Yo quería... Invitarte al baile de invierno.

Lo mire, el incomodo silencio se hizo presente entre los dos, abrí la boca para articular alguna palabra pero nada salía de ella.

— Solo pregunto... No es necesario que vayas conmigo, pero tal vez, si no te han invitado yo... Yo quiero ir contigo — rasco su nuca y bajo la cabeza.

— Uhm... No tenía planeado ir, Wyatt.

Abrió un poco los ojos — ¡Oh! Entonces, E–Esta bien — Trato de sonreír pero salio más una mueca.

— No me gustan mucho los bailes, ¿Me imaginas usando vestido? — solté una risita.

— Tratare de invitar a alguien más — frunció el seño.

— Creo que es una buena idea.

Aun que no llevaba mucho tiempo conociendo a Wyatt, me hacia sentir mal el no aceptar su propuesta. Me encogí de hombros y suspire pesadamente.

— ¿Quieres algo de tomar? Tengo...

— No, esta bien. Solo quería preguntarte eso, tengo que irme —sonrió — Nos vemos mañana.

Este salió de mi habitación y se fue sin decir nada más.

Finn salió de su escondite con una gran sonrisa, sabía que él había escuchado todo.

Me senté en la cama y abrace una almohada, por alguna razón me sentía mal, Wyatt vino con las mejores intenciones y se que no invitara a nadie más, no conoce a más chicas.

— ¿Por qué la cara larga? — pregunto Finn poniéndose frente a mi.

— Me siento mal por Wyatt, le hacía ilusión ir al baile.

— Él mismo lo dijo, encontrará a alguien más...

— Aparte de mi, ¿Lo has visto hablar con otra chica? — pregunté. Finn iba a responder pero lo interrumpí — ¡Exacto!.

Apreté los labios, intentando pensar en que podía hacer para compensar a Wyatt...

— ¡Hey! — grite haciendo que Finn soltara un pequeño grito del susto — Tengo una idea.

...

—¿Por qué debería hacerlo?.

— ¿Qué?¿Tienes pareja para el baile?.

— No, me refiero a ¿Que ganaré a cambio? — alzó una ceja — Mi tiempo no es gratis.

Me quedé unos segundos analizando la mirada seria de Sophia, quien mascaba chicle, hasta que entendí a lo que se refería. Revise mis bolsillos traseros, y saque dinero de ellos.

Arrugue la frente — Solo tengo diez dolares.

— Veinte.

Abrí los ojos — Quince.

— Dieciséis.

— Trato.

Se encogió de hombros y me quito el dinero — Me debes seis dolares.

— Si, si — bufé.

La chica se fue mientras cerraba su casillero, me quedé parada viendo como iba por el pasillo hasta que entró a un aula.

Ella era parte del grupo de ajedrez, era una chica callada y con un carácter... especial.

— ¿Crees que si Wyatt se entera pueda molestarse?.

La pregunta de Finn me desoriendo jn poco, fue entonces cuando negue y apreté un poco mis manos.

— No tiene por qué enterarse.




El Genio De La Lámpara || Finn Wolfhard ||©🔚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora