Las pisadas constantes, que daban vueltas sin cesar por alrededor de esa sala, mordiéndose las cutículas, esperando alguna buena noticia, del nacimiento de su pequeña.
–"¿Cómo la llamaremos?"– recordó la fina voz de su mujer –"¿tienes alguno en mente?"
El joven pensó y luego asintió.
–"debe tener dos completamente distintos, acordes a cada lugar"– explico acariciando la enorme panza –"así puede ser una aquí, y otra allá, ¿Qué te parece la idea?"
–"me parece perfecto, así mi padre no sospechara cuando la presentes a tu reino"
Aquella felicidad de la pareja, desaparecería muy pronto, pues, una mentira siempre sale a la luz, guardar un secreto entre cortes, es demasiado difícil, y más si hablamos de sangres mezcladas.
De repente, las puertas se abrieron, dejando ver a un hombre totalmente uniformado, que el joven conocía muy bien.
–joven Kilian, acompáñeme– hablo haciéndose a un lado
–¿Cómo esta ella? ¿y mi bebe?– el hombre miro a los lados, antes de esposarlo –¿pero qué haces? No soy un criminal
–el emperador dio una orden, todos los habitantes de los reinos vecinos, excluyendo a Oceanía, deben irse
Aquella noticia soqueo al joven, quien no podía creerlo, apenas habían podido mejorar los derechos de aquellos que visitaban el tercer mundo, y ahora los obligaban a irse, eso era injusto.
–te llevare con su majestad– explico el hombre, llevándose al joven custodiado por muchos guardias –ellas están con él– susurro para que solo el joven oyera, y se tranquilizara un poco
Aunque en cierta manera, el secretario real había calmado sus nervios, ver correr médicos y enfermeras, junto con guardias reales, lo preocupaban, si ambas mujeres estaban bien, ¿porque había tanto alboroto?
–¡corran! ¡apresúrense!– escuchó a lo lejos –¡necesitamos ayuda!
Un mal presentimiento se instaló en su pecho, cuando parte de su custodia lo dejo, para correr al llamado.
–¡AYY!..¡AAH!
Aquel grito desgarrador, lo hizo sacar fuerzas donde ya no había, forzó un poco con los guardias, logrando liberarse para salir corriendo hacia la voz de su mujer.
–¡Evelyn!– su voz retumbo los pasillos, y sus pisadas parecían jamás llegar a aquel cuarto –¡Eve!
Pero en el momento que llego, sus pisadas quedaron sobre el marco de la puerta, estático, viendo aquella escena.
Una pequeña dormía tranquila en su cuna, pero sobre ella, yacía una mujer con una enorme daga, apuntándola a unos cuantos centímetros sobre su pequeño pecho.
Si no fuera por látigo centellante que apresaba sus manos, aquella mujer ya habría enterrado la punta tan filosa de aquella daga, sobre el pecho de bebe, y la habría matado.
–¡¿Evelyn que haces?!
Kilian no podía creer lo que veía, su mujer, al amor de su vida, apunto de apuñalar en el corazón a su hija recién nacida, la hija que ellos compartían, y que tanto añoraron con tener.
–ya basta...– hablo el hombre mayor, jalando el látigo, alejando a la mujer de la cuna –arréstenla y llévensela de aquí– mando el emperador
Lentamente, Kilian se adentró al cuarto, viendo por un lado a su mujer siendo arrestada por los guardias reales, y por otro lado, viendo como lo médicos ni siquiera se querían acercar a revisar a la bebe.
–majestad...¿Por qué hace esto?– pregunto al gran hombre frente a él
–han creado un monstruo nunca antes visto y lo saben...cuando le conté de sus pecados a mi hija, ella enloqueció, quiso asesinar a su propia hija, sangre de su sangre...no me culpes por arrestarla
–entonces si ella no amara a nuestra hija, yo me hare cargo, démela, regresare a Mak con ella...
Pero el hombre mayor negó, haciendo desaparecer su látigo con un solo movimiento, el ambiente estaba tenso, pesado.
–a partir de ahora, perderán toda custodia, poder y obligación con esta niña
–¿Qué dijo?
–lo que escuchaste joven patriarca, regresaras a tu mundo, y olvidaras que tienes una hija, a cambio de que haga la vista gorda, sobre el tema de que hayan traído a un ser Tríhibrido a la vida...ni tú, ni tu reino, y mucho menos las personas que amas, serán heridas...
–¿sacrificaría a su propia hija si pudiera evitarlo?
Pero que pregunta más tonta, Ar era capaz de todo y más, pues se decía que incluso mando a matar a sus hermanos, y dejo que su mujer se eche encima todos los pecados que él provoco.
–¡llévenselo junto con los otros!
El grito de Ar, provoco que varios guardias tomen a Kilian, y lo arrastren fuera del cuarto, no importa cuánto forzara, cuanto intentara, la vida que planeo, su sueño se le estaba escapando de las manos, y él no podía hacer nada.
–¿Por qué no están tratando a la pequeña?– hablo Ar viéndola –Necesito saber que está bien
–lo sabemos majestad, pero no podemos acercarnos, el simple tacto con su piel es como tocar lava hirviendo
Eso no era buena señal...
–pero mira quien renació...– escuchó el susurro de su difunta esposa –si es un guardián Still...
–¡secretario real!– grito volteando hacia su viejo amigo –ponte en contacto con los Zoom de inmediato, dile que la Heredera del tercer mundo necesita a la estrella
Fecha de reestrenó: 11/08/24
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My Sky | The Legend of the Guardian and the Star | 1° Libro | Saga Herederos
AcakTras un trato que prometía proteger a dos reinos, y una vida que esconder, Ar acepto a un extraño en su tierra, contando los días para que se marchara con lo que quería, pero subestimo al destino, creyó que al mantenerlo vigilado con su mejor arma l...