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A Junmyeon le parecía algo incómodo que Sehun, a quien apenas conocía desde hacia una hora, lo estuviera acompañado en la privacidad del baño pero el Beta no lo miraba con segundas intenciones, cada tanto sonreía y al Omega le parecía bonito.

Además, el olor a madera, tan familiar para él, lo consolaba, su lobo no lloraba como un desconsolado en su pecho, a pesar de que seguía triste por la muerte de su alfa. Y en algún lugar extraño sentía familiar la presencia de Sehun a su lado como si no fuera la primera vez.

Al recordar a Yixing varias lágrimas se le escaparon.

El Beta colocó una mano en su nuca y dejó caricias, sin tocar la marca por apenas unos pocos centímetros, ya que la marca podría empezar a doler por el lazo roto, a pesar de que Junmyeon no había dado señales de ello aún, no quería arriesgarse, así que se quedó a su lado, dejándolo llorar.

Junmyeon comenzó a frotarse los ojos y soltó un quejido cuando lo sintió arder, lloró más fuerte.

—¿Qué pasa, pequeño?

—T-Tengo shampoo en el ojo —murmuró, mientras dejaba a su ojo llorar, esperando que las lágrimas lograrán quitar el estúpido producto.

—Deja que te ayude —murmuró Sehun, tomó la taza que el Omega había usado para volcar agua en su cuerpo y la llenó de agua fría del lavamanos, antes de volver a inclinarse hacia él, tomando su mentón para tirar su cabeza hacia atrás y vertió algo de agua en su rostro.— Abre tus ojos, Junmyeon.

El Omega obedeció a la suave orden del Beta y le tomó un par de parpadeos para que el agua entrara en su ojo y lo limpiara, quitándole la sensación de ardor de estos. En cuanto terminó la taza de agua, Sehun se apartó y vio a Junmyeon parpadear un par de veces, aún con algo de incomodidad pero ya sin dolor.

—¿Ya está bien? —preguntó, a lo que Junmyeon asintió, Sehun sonrió mínimamente, haciendo que sus dientes se asomaran y pequeñas arrugas aparecieran en sus ojitos. Dejó una pequeña caricia en la mejilla de Junmyeon, aprovechando a sentir lo suave y esponjosa de esta.— Genial, pequeño.

Junmyeon se ruborizó sin poder evitarlo.

—¿Puedes dejar de decirme "pequeño"?

—Oh, lo siento, no te lo tomes personal Junmyeon, le digo así a todo el mundo aunque sean más grandes que yo —rió, y su risa era bonita.

A Junmyeon le costaba mantener una conversación con él, se ponía nervioso y no sabía por qué, pero por el contrario su sola presencia también lo hacía sentirse consolado.

—¿Ya has terminado? —preguntó Sehun, aunque a Junmyeon le pareció innecesario porque el beta lo había visto dejar el jabón a un lado al terminar, aún así asintió.— ¿Te ayudo a salir? —Sehun se levantó y ofreció su mano, Junmyeon la miró pero rápidamente miró hacía su parte inferior desnuda y negó.— Junmyeon no te avergüences, a mi no me molesta.

—No mires.

—Bien, cerraré los ojos —Sehun apretó sus párpados juntos, sintió la mano de Junmyeon tomar la suya, la tomó sin dudarlo de forma firme y segura sintiendo ternura al notar que era pequeña.

Lo escuchó salir de la tina mientras tensaba su brazo para que se levantara, hasta que se soltó, escuchándolo salir a su lado, sintiendo su calor corporal. El Omega tomó la toalla por si mismo y se cubrió.

—¿Ya?

—Si— murmuró el castaño.

Sehun se volteó hacia él y no dudó cuando frotó sus brazos, secándolos con la toalla, haciendo lo mismo con sus hombros y espalda.

—¿Qué haces? —murmuró el Omega.

—Debes secarte un poco —dijo Sehun con normalidad.— Ahora te acompaño hasta tu cuarto, ¿bien?

—Puedo caminar sólo —replicó el Omega.

—Hace un rato casi te desmayas —dijo Sehun, su tono no era de reproche pero lo hizo sentir culpable.— Vamos, guíame, estaré aquí unos días, no me hace mal un tour.

Junmyeon no respondió, se envolvió en el toallon y caminó fuera del baño, acompañado de Sehun de cerca, apenas fueron cinco metros hasta el dormitorio y sintió el dolor de nuevo.

El olor de su alfa, la cama que compartía con su alfa, aún destendida, la ropa de él, todo de él. Sus piernas temblaron, Sehun se apresuró a sostenerlo.

—Shh, está bien, Junmyeon, estoy aquí —murmuró.— Ve a la cama pequeño, anda, te ayudo —avanzó despacio a su lado hasta la susodicha, sosteniéndolo por los lados, sorbiendo su nariz, se acomodó en la cama en posición fetal, cubriéndose aún con la toalla. Sehun acomodó las sábanas a su alrededor, sintiendo al lobo del Omega llorar, mantuvo su distancia ya que podría atacarlo si se sentía amenazado.

Sehun hizo un nido por él y el llanto calmó un poco en cuanto estuvo rodeado de la calidez de las sábanas y el aroma de su Alfa. Junmyeon estaba conmovido y quiso llorar por aquél gesto, su lobo se sentía igual.

"Un nido, hizo un nido para mí" no pudo evitar ruborizarse de sólo pensar eso, algo en su pecho aleteó con alegría y sollozó un poco por la misma causa.

El pelinegro estaba por marcharse y dejarlo tranquilo, pero se sorprendió cuando Junmyeon lo llamó.

—Oh Se-Sehun —murmuró, y el enfermero se acercó hasta la cama de nuevo.— Puede... ¿Quedarse conmigo?

—Claro que sí, Junmyeon —Sehun tanteó el borde la cama, posando parte de su trasero en esta pero quedando muy apartado.— Déjame ir a buscar la cena y regreso ¿te parece?

—No, no... —el Omega negó.— Sólo quédese... digo, ya sabe... dentro del nido.

Our Last Days (Seho | Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora