﹟ O3 : complete strangers

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Matthew se sentía incómodo.

El ambiente de aquel lugar no era algo a lo cual estuviese acostumbrado. El olor a sudor, alcohol, cigarrillos mezclado y quien sabe qué más no era algo que le molestase, sin embargo, toda aquella gente en un lugar pequeño, hablando alto y la musica a todo lo que da, lo estresaba más de lo que se divertía.

Sintió como el sofá se hundía a su lado y volteó, encontrandose con Jiwoong.

— Con que Matthew, ¿no? — susurró el contrario muy cerca de su oreja.

— Sí, Hola... ¿Jiwoong?— el chico pelinegro a su lado asintió .

— Parece que no estás cómodo, ¿o es idea mía? — Jiwoong le extendió el vaso que tenía en su mano.— toma algo.

Matthew tomó el vaso entre su mano y suspiró, tomando todo el contenido rápidamente.

— Oye... Con calma. Aún es temprano y te vas a emborrachar.

— ¿Dónde está tu novia? ¿por qué la dejas sola? — preguntó, dejando el vaso en la mesa que estaba frente a ellos.

— Mi novia está con sus amigas, es el cumpleaños de una de ellas y estoy aquí porque te vi solo, además te ves muy jóvene como para estar en una fiesta.

— ¿Hablas de mí? Tu novia parece tener quince años, deberías llevarla a Macdonald's, no a este tipo de lugares.

El pelinegro rió y se recostó al espaldar.— Ella tiene diecinueve años, no quince, no soy un pedófilo, de hecho solo le llevo un año y algunos meses... ¿cuántos años tienes tú, pequeño?

— Tengo diecinueve, estoy lejos de ser un niño... — soltó con algo de agresividad en su voz.

Jiwoong solo pudo reír ante aquello mientras Matthew comenzaba a sentirse desorientado. Su visión se hizo borrosa y el ruido comenzaba a aturdirle de sobremanera; unas extrañas cosquillas en su estomago lo llevaron a soltar una pequeña risilla. Inclinó su cabeza en el espaldar y respiró hondo, ¿que mierda le estaba sucediendo? No comprendía nada y no sabía si deseaba hacerlo.

— ¿Estás bien, Matthew? — preguntó el chico a su lado, observándolo con gracia.

— No me siento bien... ¿dónde está el baño? Quiero ir al baño.

El mayor se levantó del sofá y tomó al chico de la cintura para sujetarlo firmemente mientra guiaba sus pasos hasta llegar al baño. Una vez allí, se dispuso a entrar con él al pequeño cuarto. Matthew lo miro e hizo silencio, ¿qué hacía con un desconocido en el baño? Se preguntó a sí mismo.

— ¿Por qué... Qué haces conmigo en el baño? Pervertido...

— No soy un pervertido, simplemente soy como cualquier persona con tres dedos de frente que no dejaría a un chico drogado solo en un baño; no quiero que te rompas la cabeza o metas su cara en el excusado.

Matthew pasó sus manos por su rostro y lo sintio adormecido. ¿drogado? El podría jurar que no había consumido algún tipo de drogas, ni siquiera había fumado esa noche. Su cerebro parecía estar lo suficiente confundido en aquel momento como para darse cuenta qué era lo que lo había puesto en aquella situacion y no tenía en absoluto ganas de pensar en ello.

—¿Drogado? Estás loco...

Jiwoong rió y se acercó aún más a él.— ¿A caso nunca te enseñaron a no aceptar un trago de alguien que no conoces?—Matthew lo miró confundido aún, apenas y podía entender las palabras que salían de la boca del pelinegro.—Oh, y no me malinterpretes, no fuí yo quien puso eso en tu trago, a mi me dieron el vaso ya lleno y te lo di a ti, culpame — acarició la mandíbula del chico frente a él y tomó su mentón para que mi mirara

— ¿Qué carajos sucede contigo, idiota?

— Ya cállate, Matthew.

— Cállam-... —incluso antes de que el menor terminara se decir aquella palabra, el pelinegro unió sus labios para comenzar a moverlos sobre los contrarios sin cuidado.

El beso duró algunos segundos, o minutos. Lo cierto era que Matthew había perdido por completo la noción del tiempo justo cuando las manos Jiwoong se posaron es su cintura por debajo de su camiseta.

— Mierda... — susurró el pelinegro contra los labios del mayor.

Unos duros toques en la puerta hicieron que los chicos se exaltaran.

Qué mierda estaban haciendo.

— Salgamos, hemos estado mucho tiempo aquí.

Matthew no dijo nada y se limitó a asentir, saliendo despues del castaño. una vez estuvieron abajo, el pelinegro tomó la orilla de la camiseta de jiwoong y cerró sus ojos estaba jodidamente mareado.

¿Estás bien? Sujetate de mi brazo si quieres, no te caigas.—dijo en un tono alto por sobre la música.

El celular de Matthew comenzó a vibrar en su bolsillo y este lo sacó con dificultad. Entrecerró sus ojos y observó la pantalla de este: Llamada entrante de Hao Hyung.

Hice un pequeño puchero inconscientemente y respondió la llamada.

— ¿Hyung..?

¡Matthew! ¿dónde carajos estás? Te estoy buscando.

El castaño frunció el ceño y levantó su mirada, buscando al rubio entre la multitud hasta que Jiwoong le habló.

— ¿Buscas algo? — le preguntó al chico detrás de él.

Matthew asintió.— A Hao hyung.

¿Matthew? ¿estás bien? Dime dónde estás.— Hao habló alto a traves del celular, a causa del ruido dentro de la casa.

Él subió su mirada nuevamente y dió con la cabellera rubia de su hyung, hacia donde corrió sin importarle tropezar con las personas en su camino.

Jiwoong lo observó alejarse y suspiró, trotando si frente con la palma de su mano.

— Bueno...—dijo en un suspiro para sí mismo.

El pelinegro posó su mano en el hombro de Hao y respiró hondo, soltando una pequeña risa.— ¿Me extrañó, hyung?

— ¿Qué mierda, Matt? ¿bebiste mucho?— preguntó su amigo, tomando al chico del brazo. — ¿a caso estás drogado?— rió.— Bueno, da igual, eh... Matthew.

Matthew se reincorporó, peinando su cabello hacia atrás, ¿a caso había más calor en ese lugar? Limpió el sudor de su frente y cruzó su mirada con aquella chica que estaba para justo a unos pasos de Hao.

— Ella es Yoon... Yoon, él es mi amigo, Matthew.

El menor observó de pies a cabeza a la hermosa chica con proporciones de oro frente a él.

Era jodidamente hermosa.

El flequillo que caía por sobre los ojos de la chica y sus labios llenos de gloss lo hipnotizaron por completo hasta que ella habló.

— Mucho gusto, Matthew...

sour candy ♡ mattwoong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora