sour candy ♡ mattwoong

﹟ O4 : complicated things

El día estaba algo nublado y Matthew lo veía desde el asiento del copiloto. Hao pasó por él en la mañana para ir a la universidad y él no pudo negarse ya que iba algunos minutos tarde. Suspiró, cerró sus ojos y pasó su mano por su rostro.

— Ayer Yoon le preguntó a Mei si tenía tu número de teléfono y yo se lo di. Debes estar por recibir un mensaje de ella... Es preciosa, Matt. Menuda suerte tienes.— dijo el rubio sin quitar sus manos de volante.

— Pues sí... Yoon es hermosa... o al menos eso creo, no recuerdo mucho del viernes.

Luego del viernes Matthew había llegado a casa sano y salvo gracias a Hao. Realmente no recordaba mucho de aquella noche a excepción del beso. Ese jodido beso.

Matthew se sentía culpable.

Había besado al novio de la hermana de su amigo, ¿qué sucedería si Hao se enteraba de aquello? ¿lo golpearía? ¿lo mandaría a la mierda? No quería arruinar la amistad con su único amigo, de eso estaba seguro. No valía en absoluto la pena porque de igual forma, lo más probable era que jamás volviera a cruzar palabra con ese chico así que sin más, lo dejó pasar, aunque eso no lo liberaba de la culpa.

La mañana en la universidad pasó rápido y cuando la hora del almuerzo llegó, revisó su horario de clases, asegurándose de no tener más clases ese día. Tomó sus libros cuando el aula ya estuvo vacía y se colocó su abrigo; la temperatura era fresca, quizá un poco calurosa, sin embargo él no quería exponer su piel a los rayos del sol. Salió del lugar y caminó con rapidez por los pasillos de la facultad de artes con la mirada baja.

— ¡Seok! ¡Seok Matthew! — escuchó a lo lejos.

Su mirada buscó con rapidez a la persona que lo llamaba por su nombre. Observó a Hao acercarse y soltó una pequeña risa cuando finalmente se posó frente a él, poniendo su mano en su pecho e intentando recuperar el aire.

— Para ser bailarín, Tu resistencia es muy mala, Hao Hyung. — soltó Matthew.

— Ya... Que sea bailarín no significa que tú no camines jodidamente rápido.— dijo.

— Vale, no diré más. ¿qué sucede, hyung? Voy a llegar tarde al trabajo.

El rubio se reincorporó y peinó su cabello hacia atrás.

— Venga ... Te iba a preguntar si querías ir a comer con los chicos esta noche, vamos a salir un rato y prometo que volveremos temprano, a las once estarás de vuelta a casa.

— ¿Con los chicos? Hyung, son tus amigos, no los míos, sabes que no encajo en esos lugares, además debo estudiar.— palmeó su hombro.—nos vemos, hyung.—habló con rapidez y comenzó a caminar de nuevo.

Hao frunció su entrecejo y fué detrás de él, tomándolo por los hombros para comenzar a mantener el contacto visual.

— No acepto un "no" como una respuesta. te veré por la tarde, puedo pasar por ti, ya lo sabes. — el joven rubio respiró hondo y pellizcó la mejilla de Matthew— tendrás tiempo para hacer tareas luego.

Matthew no pudo negarse, una vez más. Y es que era obvia la manera en la que su amigo se esforzaba en intentar sacarlo del hueco en el que estaba metido; Zhanghao, mejor que nadie sabía lo difícil que había sido la vida de Matthew en el pasado y todos los efectos que aquello había traído a su vida actual. Si bien quizá a veces se sentía presionado, sabía que Hao simplemente deseaba verlo feliz.

Él también quería ser feliz.

Finalmente suspiró y asintió rendido— Está bien, nos vemos más tarde, Hyung.

El camino al trabajo fué tranquilo; ese día lunes no solía haber tanta gente moviéndose por aquellos lados, así que cuando llegó a la cafetería, no habían muchas personas allí. Entró como de costumbre al lugar y se puso su delantal, no sin antes, saludar a su Hyung, quién estaba atendiendo un pedido.

— Hanbin Hyung, ¿necesitas ayuda con algo?— Matthew preguntó mientras hacía un pequeño nudo a su delantal.

— Hola, pequeño... uhm, lleva esto a aquellas personas de la mesa tres, no hay mucho más que hacer por ahora.

Matthew asintió tomó aquel pedido para entregarlo; se limitó a hacer una pequeña reverencia y dejar la bandeja en el lugar para volver con Hanbin, quién se veía algo cansado.

— Hyung, ¿has dormido bien? — preguntó el castaño.

— Oh, mi gata ha estado algo enferma, no me puedo dar el lujo de dormir mucho ya que debo darle algunas medicinas así que realmente no he dormido bien estos últimos días... ¿tú cómo te sientes, Matty? te veo un poco... desgastado.

El castaño suspiró y se recostó a la pared con sus brazos cruzados; no era consciente de que su aspecto podría reflejar tan claramente su estado de ánimo.

— Estos días no han sido precisamente buenos, Hyung, pero ya mejorarán.— se limitó a decir con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.

— ¿Has estado asistiendo a tu terapia, Matthew?

Todo quedó en silencio.

Matthew disoció por algunos segundos luego de aquella pregunta. ¿Iba a responderle con honestidad o se iba a esconder entre una mentira? Hanbin siempre había estado al pendiente de su salud y no había dudado en darle los días libres que necesitara para ir a terapia, por lo que mentirle sería un golpe bastante bajo para el hombre que lo había ayudado de tal manera.

Agitó su cabeza al salir del trance y apretó sus labios.

— Eso es un no, Matt. ¿es así?— el mayor se cruzó igualmente de brazos.— Matty, debes ir a terapia, ¿crees que superarás todo eso tú solo? necesitas ayuda.

El más joven bajó su mirada y respiró hondo.

— Tienes razón, Hyung... es que, todo se torna tan confuso en estos días, no sé qué hacer o qué pensar.

Hanbin acarició el cabello de Matthew con delicadeza y suspiró. Sabía lo difícil que podría ser para él, pero lo último que deseaba era que Matthew se quedara en aquel agujero en el que había estado por tanto tiempo. Apretó sus labios y sonrió, levantando el mentón del castaño para que este lo mirara.

— Hoy puedes salir temprano, ve a hacer algo, distraete un poco. sé que te esfuerzas mucho en la universidad, así que te lo mereces. Eres un buen chico, Matthew.

Aquellas palabras reconfortaron a Matthew. ¿realmente merecía a un Hyung como Hanbin? él lo ponía en duda.

"Quizá sí él supiera todas las cosas malas que he hecho, no pensaría eso de mí, ¿no?"

pensó.