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Capítulo 4: Preguntas de pruebas.

En febrero de este año se combina con el Año Nuevo chino y el Día de San Valentín, así que todo el personal de la tienda está totalmente preparado para la gran batalla. Esto significa que cuando vuelva de mi día libre, tendré que volver a ponerme las pilas, y eso incluye un gran pedido de 40 hojaldres de crema de Ah Feng que había reservado. Así que si lo sumo todo, tendré que amasar varias bolas de relleno de hojaldre, va a ser una noche larga.

Pero al menos hoy es un día para levantar la moral. Hice todo lo posible por elegir lo que creía que quedaba mejor de mi vestuario, pero seguía pareciendo un recién licenciado, así que probablemente parecía un niño si me comparaba con Ah Feng. Yo tengo 24 años, y Ah Feng tiene 31, así que hay una gran diferencia de edad.

Llevaba una camiseta blanca sobre una camiseta marrón claro de manga corta, unos vaqueros ajustados debajo y el par de zapatillas favoritas que estoy seguro son las más bonitas que tengo. Estaba sentado en un banco oscilante frente a la tienda de postres House Yoshida donde trabajo, y eran las 11:30.

- Oh, hoy estás vestido de punta en blanco, y rico vistiendo un par de zapatos de 10.000 bht. - El pequeño Tham, que se había escabullido de la tienda, se acercó a mí y me dijo. - Si no viene a recogerte, deberías volver a la tienda y trabajar.

- ¡Métete en tus asuntos! Es mi día libre, ¿no estás celoso de que salga? - Le respondí con una ceja levantada. - Y espera a ver los zapatos que lleva Ah Feng, seguro que son más caros que esto.

- ¿Cómo podría un hombre como Ah Feng enamorarse de ti? No vas a engañarme para que me coma el hígado, ¿verdad? - dijo Min con el tono de una historia de terror.

- Es sólo una comida en el Paragon, ¿cuál es el problema? Ahora mismo estáis muy vacíos, ¿verdad? ¿Por qué no tengo tanto tiempo libre para burlarme de otros durante mis días de trabajo? ¿Estás sirviendo a los clientes? Tendré que informar a Khun Wa entonces, vuelve al trabajo.

Una vez que hice retroceder a los dos hombres, me volví y pensé en Ah Feng. Tuve una extraña sensación de déjà vu sobre él, así que cogí su nombre y lo busqué , y descubrí que la cadena de televisión todavía tenía el programa que Ah Feng había presentado cuando era un joven presentador. No es de extrañar que su hermana haya seguido los pasos de su hermano y haya emprendido una carrera en la industria del entretenimiento, mientras que Ah Feng, que ya no está en escena, ha asumido la responsabilidad de gestionar el negocio familiar de sus padres.

Durante la última semana, hablamos todos los días a través del Line, él me enviaba un mensaje de texto cuando llegaba a casa del trabajo, pero no hablábamos por teléfono porque el sonido de la voz del otro en mis tímpanos a corta distancia me daba vergüenza, así que bastaba con enviar un mensaje privado, así mi corazón no sufre tanto. Y todas las noches me enviaba la palabra "buenos sueños", hacía que me alegrara el día y me hacía sonreír sin saberlo.

No mucho después, un coche BM negro con una matrícula auspiciosa se acercaba desde la distancia, una mirada fue suficiente para saber que era definitivamente un coche privado, y entonces se detuvo frente a mí. La ventanilla se deslizó hacia abajo, y al mismo tiempo la voz de Ah Feng me llamó.

- ¿Llevas mucho tiempo esperando?

- No, no mucho tiempo. - En cuanto me habló, me subí al coche. Incluso con esa respuesta que dije, pero en realidad llevaba una hora esperando aquí, por una emoción nerviosa irracional.

Mientras me sentaba en el asiento delantero, le eché un vistazo a su cara. Hoy, en lugar de llevar un traje como siempre, Ah Feng tenía un aspecto mucho más informal y ligero. Usando una camiseta negra de manga larga con cuello en V, un reloj con esfera azul marino y unas gafas de sol marrones, me encantaría tomarle una foto y conservarla.