UN CAFÉ POR UNA SONRISA (L.S)

☕DOCE☕

Louis apenas pudo procesar lo que estaba pasando; minutos atrás estaba parado en la fila esperando a que sea su turno y ahora de encontraba tirado en el suelo con otras personas, siendo rehén del famoso grupo de ladrones del que tanto se hablaba en las noticias. La palabra miedo no describía ni el diez por ciento de lo que el castaño estaba sintiendo en ese momento. El miedo de no saber lo que podía pasar en cualquier momento, o peor, el saber que hoy podría ser su último día con vida.

Un hombre alto con piel acaramelada, ojos marrones y cabello negro corto en los costados; ese era el ladrón que estaba parado al lado de su cabeza vigilando a todos.

Se podían escuchar algunas súplicas en el fondo y algunos pocos niños llorando siendo calmados por sus padres para no empeorar la situación y evitar que los hombres le hagan algo. No sabe con exactitud cuántos son en total, pero puede afirmar que el jefe encargado de la banda es aquel hombre parado a su lado.

-¡Muevan el culo inútiles!- gritó el líder al resto de los ladrones quienes estaban sacándole las pertenencias a algunos rehenes.-¡Y ustedes sigan callados y tranquilos si no quieren que les vuele la cabeza!- volvió a gritar a los rehenes.

Louis se estremeció por el gritó llamando la atención del líder. Sintió su mirada en su cuerpo y eso lo estaba incomodando a más no poder, tenía miedo de que le hiciera algo. Para completar su miedo, el líder se arrodillo al lado de su cabeza y acercó sus labios al oído del castaño.

-Lindo cuerpo te cargas muñequito- susurró en su oído provocándole asco y ganas de alejarse, pero su miedo que le disparara era más fuerte, opto por solo quedarse en silencio y cerrar sus ojos. El hombre río ante la reacción de Louis, pero su risa fue interrumpida por un grito.

-¡Hijo de puta!- se escuchó gritar a unos de los ladrones y luego un disparo.

-¡¿Qué pasó?!- gritó el líder.

-¡Este hijo de puta marcó a la policia!- respondio furioso.

-Ya deben estar en camino entonces- habló sonriendo divertido- Que empiece el show.- río y se alejó de Louis para acercarse a otra persona y alzarla tirando de su brazo- Tú idota, levántate. Me servirás de escudo.

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La tarde estaba tranquila, no hubo mucho trabajo para hacer más que tomar un par de denuncias y exposiciones. Harry intentaba concentrarse en su trabajo, realmente lo intentaba, pero el recuerdo de unos ojos azules lo interrumpían constantemente.

Desde que le mandó el regalo a Louis sentía que tenia que comunicarse con él; tal vez era su instinto protector o solo estaba paranoico por no poder verlo, pero de algún modo sentía que debía proteger a Louis. Pero... ¿protegerlo de qué?

-¡Aquí está mi hermano favorito!- sonrió Zayn.

-Soy tu único hermano- alzó una ceja. Sabía que algo se tramaba el moreno.

-Y por eso eres mi favorito ricitos- guiñó el ojo- Vengo a decirte que hoy en la noche saldremos a tomar algo.

-¿A sí? ¿Y en qué momento me preguntaste si quería ir?- se cruzó de brazos recostandose en la silla giratoria mientras se mecía un poco de un lado a otro.

-No te estaba invitando a ir- respondió- Te estaba obligando.- se encogió de hombros- Últimamente has estado muy apagado y estresado por toda esta mierda de trabajo y por cierto hombre el cual lo llamaremos Mister X.

-No es cierto- frunció el ceño- Y no lo llames así, se llama Lou- murmuró mirando al escritorio.

-Como digas- rodó sus ojos- La cosa es que no puedes seguir así, no te hace bien- regañó- Así que hoy saldremos y te despejarás un poco de toda esta mierda.