☕ONCE☕

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-Vete Harry- gritó.

La cosa empezó así...

La última vez que la pareja se había visto fue hace dos semanas en el almuerzo en la casa del Sr. Styles. El resto de la semana ambos tuvieron que volver a su rutina de trabajo, y aunque Louis ya se encontraba en casa a la tarde, Harry tenía que seguir con turnos extras, haciendo que se complique las cosas para poder verse.

Louis lo extrañaba bastante; si bien se hablaban por mensajes y llamadas, no era lo mismo que tenerse cerca y compartir besos y caricias.

Pero todo empeoró cuando Harry de a poco empezó a dejarlo en visto o a no contestar la llamadas. El castaño no quería desconfiar ni tampoco quería hacerle caso a su locas imaginación, el cual le hacía pasar muchos malos ratos martillandose la cabeza creando teorías del porqué su novio no le contestaba.

Cinco días después Harry lo llamó arrepentido explicándole que estaban con muchos problemas en la estación y al no haber mucho personal tenía que cubrir a varios de sus compañeros; por esa razón no pudo estar pendiente a él. Louis lo entendió. El rizado le dijo que para compensar el tiempo perdido lo invitaría a cenar, a lo que el castaño accedió contento.

Se había vestido y perfumado con una hermosa sonrisa adornando su cara, f eliz por volver a ver a su novio. Esperó sentado en el sofá a que sea la hora para que Harry lo buscara.

Una hora y media había pasado y no había rastro del policía. Ni una llamada, ni mensajes. Nada. Resignado se levantó del sofá y volvió a su habitación para ponerse el pijama y dormir. Él no vendría, lo había dejado plantado. No quiso pensar más en aquello y se dispuso a dormir, ignorando a sus traicioneras lágrimas las cuales se deslizaban danzando tristemente por sus mejillas; porque por primera vez Harry le había fallado.

Pasaron los días de aquella primera semana y de la supuesta cena y aún no había rastros de Harry. El ojiazul le dejó varios mensajes preguntado si se encontraba bien y que por favor le contestara. Ningún mensaje fue ni siquiera visto.

Louis intentaba distraerse saliendo con Liam después del trabajo; se habían convertido en buenos amigos después de todo. Esa noche decidieron salir a comer a un restaurante cercano.

-¿No llamó?- preguntó Liam, llevando su copa de vino a la boca.

-No- suspiró Louis.

-¿Y qué piensas hacer?-

-Nada creo- hizo una mueca- Supongo que se acabó.- Liam tomó la mano de su amigo y la acarició.

-Cualquier cosa tienes un amigo aquí, para lo que necesites- sonrió comprensivo.

-Gracias Li- Louis sonrió y apretó la mano de su amigo, el cual respondió besando su mano tiernamente.

Media hora después ambos chicos volvieron a sus respectivos hogares. Louis tomó un corto baño y se preparó una taza de té- desde que Harry desapareció no volvió a tocar la cafetera- se recostó en su cama y se dispuso a leer un rato.

-¡No dejaré que le vuelvas a hacer daño!-

Los gritos de Liam se escucharon en el pasillo; frunció el ceño y se acercó a la puerta lentamente.

-¡Tú no eres quien para decidir por él! ¡Quítate!-

Esa voz. La conocía perfectamente. Sintió un nudo en su estómago y sus ojos empezaron a picar.

-¡Por favor! Solo quiero hablar con él- el policía volvió a hablar pero esta vez con más calma, casi rogando. Decidió que era hora de intervenir antes de que se salga de control.

UN CAFÉ POR UNA SONRISA (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora