Capitulo 11

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Había cambiado tanto, no quedaban rastros del muchacho que conoció, el tiempo que tenía sin verlo le había sentado bien, ya no era tan flaco, tenia unas 30 libras demás y estaban perfectamente distribuidas. Dos cosas de su cara le llamaron mucho la atención. La barba descuidada de hace unos días y su mirada. Él solía tener una mirada tierna, soñadora pero ahora solo veía odio en sus ojos. Pero ¿por qué la odiaba? Él fue quien la engaño, él la hizo creer en un amor que nunca existió de su parte, él la lleno de ilusiones de una eternidad juntos y se fue sin siquiera avisar. No tuvo el valor para decirle que la estuvo engañando, que sus sueños nunca serían y que él amor que tanto juraba eran solo palabras, así que si hay alguien con derechos para odiar era ella y ya que estaba en todo su derecho no tenía reparos en hacerlo con toda el alma… lo odia, tanto como lo amó.

¿Quién le dio derechos para mirarlo así? ¿Cómo se atreve?  Después de haberle jurado que era el único y que siempre seria así. Si alguien se lo hubiese contado no le hubiese creído, porque ella era solo suya, ella le juro que lo amaba y él confió ciegamente en sus palabras, le entrego todo, todo lo que era y todo lo que quería ser, pero él mismo los vio, desnudos en la bañera de un hotel, ella estaba feliz, se reía a carcajadas… esa maldita risa, se burlaba de él y después de habarlo engañado se atreve a mirarlo con odio, pero el odio que ella pudiese sentir no era nada… <porque te desprecio Sara Elizondo y vas a pagar por lo que me hiciste>
S: déme mi hijo…. ¿con qué derecho se atreve a cargarlo?- ella es la única que sabe los gemelos son sus hijos <y así será siempre>

CA: Sara, calmate, no le esta haciendo nada

F: ¿Por qué habría de hacerle algo a su hijo Sara? ¿me ha hecho algo usted a mi?- le clava la mirada mientras le pasa el niño dormido, ella no entiende el por qué del tono sarcástico, ella no le hizo nada. <Es un descarado>

S: será mejor que nos vayamos Carlos Andrés, no me gusta estar en el mismo sitio que ciertas personas- acuesta el niño en el coche junto con Alexandra

CA: bueno, nos despedimos y nos vamos

S: que sea rápido por favor- Carlos Andrés esta muy extrañado, toma el coche y se aleja, Sara pretendía hacer lo mismo pero Franco la toma de brazo bruscamente y no la deja ir. Ella lo mira fastidiada…
Jardín

Ji: ¿Por qué tardaste tanto?

O: tenia miedo

Ji: ¿de que?

O: de que no sintieras lo mismo- ella lo mira tiernamente y  lo besa

Ji: no tienes porque preocuparte, solo quiero que me prometas algo

O: ¿qué cosa?

Ji: que no te vas a ir…

O: Jimena- ella lo interrumpe

Ji: y si te vas…. Me llevaras contigo- él la abraza fuerte para hacerla sentir segura

O: te lo prometo, te prometo todo lo que quieras, nunca me voy alejar de ti, no de nuevo- Jimena interrumpe el abrazo y lo mira a los ojos mientras una sonrisa ilumina su rostro

Ji: vamos!- él sonríe enigmáticamente

O: ¿A dónde?

Ji: a nuestra cascada ¿donde más?- él toma su cara entre sus manos y le da un tierno beso, la toma de la mano y salen corriendo del jardín.

Oscar se lleva su carro sin pensar ni un segundo en como regresarían sus hermanos.
De vuelta a la fiesta

S: ¿Cómo se atreve?

F: ¿atreverme a qué? Señora García- le dice en forma de reclamo irónico

S: a tocarme, a mirarme, a cargar a mis hijos ¿Quién se ha creído?

F: ¿y quien te crees tú para hablarme en ese tono?

S: ja!-se ríe sarcásticamente- eres el colmo del descaro Franco Reyes!

F: no se cuantas cosas creas que sea Sara Elizondo,- la hala por un brazo y la pega a su cuerpo, acerca su rostro al suyo- lo que si te puedo asegurar es que soy tu peor pesadilla, me las vas a pagar todas…

S: ¿de qué hablas? Si tu fuiste quien se…

Ju: ¿pasa algo?

S: no Juan, yo ya me iba- se suelta de la garra de Franco y se va

Ju: ¿es que no puedes dejar de buscar problemas?

F: no te metas ¿si?

Ju: mejor vamonos ¿has visto a Oscar?

F: no lo he visto y tampoco me voy- se siente en la mesa y se toma todo lo que quedaba de su trago de Whiskey
Dos horas después Juan era capaz de cortarle la cabeza a cualquiera. Oscar no aparecía y le toco llevar a Franco borracho hasta el parqueo para darse cuenta de que el auto tampoco estaba.

Miraba hacia el piso mientras maldecía en voz baja hasta que cocho con alguien y le hizo tirar una flor que llevaba en la mano.

Se agacho a recogerla para pasársela y se sintió muy extraño cuando ella empezó a reírse.

Ju: lo siento mucho

N: si me entrega una flor de rodillas ¿mejor será que le crea no?- él sonríe y la reconoce, se conocen aunque nunca han hablado.

Ju: lo siento mucho de verdad, estoy algo apurado, necesito un teléfono para llamar a un taxi

N: ¿es para usted? Su hacienda esta un poco antes de la mía, podría dejarlo allá

Ju: no se moleste, estoy con mi hermano y esta un poco borracho

N: no es nada hombre! vamos!

Norma los lleva a la hacienda y se queda muy preocupada por el estado de Franco, aunque no estaba tan mal se prometió volver en la mañana, por Franco, nada más….

Al otro día

Carlos Andrés se quedo muy preocupado por la actitud de Sara frente a Franco. Los niños se habían pasado el día con Don Martín, cuando los fue a recoger junto con la niñera decidió pasar por la Hacienda Reyes para averiguar un poco del extraño comportamiento de Sara desde que hablo con Franco, se había encerrado en su habitación y no quiso hablar con nadie, porque estaba “pensando”.

Llego a la Hacienda y Franco lo recibió.

F: que gusto tenerte por aquí- sabe que le conviene tenerlo cerca

CA: ¿y tus hermanos?

F: Juan esta enseñándole la hacienda a tu cuñana, Norma y Oscar esta desaparecido

CA: Jimena también!

F: conociendo a mi hermano alguna cosa le invento y se fueron juntitos a disfrutar de lo bueno de esa vida

CA: no creo… Jimena no es así.

Niñera: Señor, disculpe pero hay que cambiar a Alejandro

CA: bueno, pues vamonos a la casa

F: va a estar incomodo Carlos Andrés, mejor ve a mi cuarto es la primera puerta después de la escalera, puedes cambiarlo ahí

CA: gracias Franco- la niñera se va

F: de nada hombre- Carlos Andrés saca a Alexandra del cochecito

CA: te lo agradezco de verdad

F: voy a ver si no necesita nada.

Franco se va hasta su habitación y ve que ya la niñera había cambiado el pañal del niño. Le iba a poner el pantalón cuando algo en la rodilla del niño llamo mucho su atención, le pidió que se detuviera mientras miraba intrigado la rodilla de Alejandro

F: ¿y eso?

Niñera: es como una mancha, no se, la tiene desde que nació

F: igual que yo…- dije en voz baja

Niñera: ¿Qué dice?

F: nada… que me parece extraño- contempla al niño con una sonrisa maliciosa pero el bebé le sonríe y su sonrisa se vuelve tierna.

Tu Maldito - Sara y Franco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora