Capitulo 18 - Fin

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F: te amo, te amo, te amo- cada te amo haré un beso sobre su rostro, elle solo reía y abrazaba su cuerpo caliente sobre el suyo, todavía en el sofá- las palabras querían salir corriendo de su boca, él quería un plan, quería flores y música por todos lados para hacer esto pero su cuerpo debajo del suyo, su sonrisa y su mirada soñadora le indicaban que no habría tiempo más perfecto

S: lo sé… yo también te amo- coloco su mano derecha detrás de su nuca y lo halo para un darle un apasionado beso. Él se muerde los labios y la mira fijamente. Sonríe, ella se da cuenta de que oculta algo- ¿qué?

F: que te amo!- le da un beso- y quiero pasar el resto de mi vida contigo-la besa nuevamente, muerde su labio inferior- casate conmigo- Sara sonríe, se besan otra vez- ¿aceptas?

S: a mi…- el coloca su dedo índice sobre sus labios

F: disculpa, pero quiero hacer esto bien- se para del sofá, Sara se burla de su desnudez, él recoge su pantalón y saca la pequeña caja

S: oh!- Franco se arrodilla ante el sofá, ella se sienta

F: Sara, yo te necesito a mi lado, quiero tenerte siempre conmigo- Sara apoya su cabeza en la suya, se miran a los ojos- quiero hacerte la mujer más feliz del mundo y quiero que nuestros hijos tengan un hogar estable y quiero que nunca te alejes de mi nunca- Sara lo besa, no puede dejar de besarlo- ¿aceptas casarte conmigo?

S: claro que si! No hay nada que desee más que estar por siempre contigo mi amor, te amo!- le da un beso, Franco coloca el anillo en su dedo y después la abraza fuerte, lloran, lloran para celebrar el primer día del resto de sus vidas.

Dos meses después

Estaban todos en la iglesia. La decoración era hermosa, pero no era nada comparada con la novia, “la más bella de todas” en las palabras de Franco.

Las bodas están llenas de sentimentalismos, siempre hay más de uno que sale llorando de la iglesia. Pero esta vez, al momento de los votos matrimoniales, más de uno quiso llorar. Franco había aprendido sus líneas perfectamente, pero cuando se volteo a mirarla y ella le sonrío sintió que no eran suficientes para expresar lo que sentía y decidió improvisar.

“Sara, cuando te vi por primera vez, estabas sobre tu caballo, el viento batía tu cabello, ibas mostrando tu hermosa sonrisa, pasaste a mi lado y ni me notaste… lo único que  pensé  fue “tengo que conocer a esa mujer” pero al conocerte me di cuenta de que no me bastaba ser tu amigo, para mi suerte ese sentimiento también había crecido en ti. Por una mala jugada del destino nos separamos y hay muchos testigos de que nunca he sido más miserable en mi vida, nunca me sentí tan vació, tan falto de esencia, pero ahora, gracias a Dios, estamos juntos de nuevo y tenemos a nuestros hijos que son la mayor bendición y mi mayor tesoro. Quiero agradecer toda la felicidad que me has dado y todo la que sé que me darás en los muchos años que estaremos juntos. Te amo Sara”

Rompieron el beso y se miraron emocionados. Caminaron hacia el auto mirando lo feliz que estaban todos a su alrededor. Oscar y Jimena acababan de llegar de su luna de miel, él estaba feliz, la abrazaba susurrándole al oído que es el hombre más feliz del mundo. Juan y Norma cargaban a los gemelos, Juan quería casarse, Norma le pedía paciencia.

Gabriela se fue lejos, no sin antes hablar con Sara y pedirle perdón, Sara le pidió que no se fuera pero ella necesitaba alejarse de todo. Siempre enviaba postales o algún souvenir para los gemelos.

La fiesta!

Jimena: amor, por qué no ayudas a Juan con él bebe?

O: déjalo, a él le encantan los niños

Ji: y a ti… no te gustan?

O: -sonríe- claro que si! Y prepárate porque yo quiero tener muchos hijos!- ella lo abraza y le da un beso en la mejilla

Tu Maldito - Sara y Franco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora