los gemelos demoníacos

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Heise estaba arrastrando a Gari mientras llegaban a la calle, Bretsi detrás de ellos sólo seguía sonriendo mientras agitaba su espada de un lado a otro, la escena de los 3 le resultó extraña a algunos de los demonios que caminaban por ahí, pero no es tan raro ver niños con armas en este lugar lo dejaron pasar después de solo vistazo.

Gari: em... Jefe, ya estoy tranquilo... puede dejarme ir ahora *pidió de forma algo incómodo por como era arrastrado en la calle de tierra, le dolía el trasero desde hace tiempo*

Heise: *se detuvo un momento y dejó caer la parte superior del cuerpo de Gari al suelo cuando lo soltó, lo miro a los ojos y le dijo con una cara de sueño e indiferencia* ya te dije que no me llames jefe, si te doy órdenes es porque eres muy tonto para andar sólo.

Gari asintió con la cabeza aún desde el suelo de forma inconciente, puede que Heise sea más pequeño que él por unos centímetros en este momento, pero su mirada de sueño escasa de emociones que suele tener cuando no le importan las cosas es aterradora de cierta forma.

Se siente como si pudiera matarte en cualquier momento y no sentir nada.

Bretsi: Bueno, ¿para qué nos trajiste aquí? *finalmente dejando su alegría por su nueva arma le hizo una pregunta a Heise viéndolo de forma desconfiada, ella era bastante honesta con lo que sentía en el momento*

Heise: ¿no lo dije antes, o será que se me olvidó? Como sea, iremos a cazar *le respondió sin darle mucha importancia, viendo a todos los demonios de clase baja que abarrotaban las calles, hará que vio la parte superior de los edificios* ...tengo una buena idea.

Heise avanzó entre la gente de la multitud antes de que los 2 demi-humanos pudieran hacer alguna pregunta sobre a donde iba.

Con movimientos ágiles y usando su cola para sujetarse en momentos que sus manos y pies no funcionaban Heise escaló una pared de uno de los edificios antiguos, aunque antiguo eran lo suficientemente sólidos para soportar algo de peso.

Una vez estaba arriba en el techo sonrió y extendió su mano hacia Gari y Bretsi que estaban viéndolo sin entender lo que pasaba, de las mangas largas de la camisa de Heise unas 4 lianas salieron disparadas hasta los demi-humanos, 2 lianas por cada uno de ellos sujetaron sus cinturas.

Bretsi: ¿no crees que vaya a...? *le murmuró preocupada a su amigo viendo a Heise pararse en posición para algo*

Gari: creo que si lo hara... *le respondió con una cara de pena*

Justo como ellos esperaban, Heise movió su brazo junto a su cadera de la nada, jalando a los 2 hacia arriba con toda su fuerza mientras retraia las lianas, la fuerza de todo esto combinado hizo que los 2 demi-humanos salieran volando para caer junto a Heise en el techo.

Heise: vamos a saltar entre los edificios para llegar a las puertas, así que parence que vamos a correr *les dijo a los 2 mareados demi-humanos en el suelo del techo mientras se estiraba para correr y saltar*

Heise pensó que sería una fastidio pasar entre todas esas personas y gastaría mucho tiempo, así que se le ocurrió ir por los techos sin gente y de paso divertirse un poco saltando.

Antes no tenía un cuerpo muy atetlico, en su vida anterior no podía correr ni 1/4 de un maratón sin quedarse al borde de la muerte, pero ahora con este cuerpo de demonio atlético su deseo por usarlo era enorme.

Así que hacer esto antes de cazar lo hacia sonreír, con sus habilidades nisiquiera se sentiría muy cansado de hacerlo, pero era otra historia para los 2 demi-humanos.

Los 3 corrieron durante casi una hora, saltando de un techo a otro y evitando los puntos frágiles de los techos.

Heise estaba bien, respiraba rápido y tenía mucho sudor pero estaba sonriendo de pie frente a las puertas de las murallas de la ciudad como si no fuera gran cosa.