EPÍLOGO

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Las rosas que algún día llegaron a florecer, esta vez nunca se marchitaron bien. La armonía de aquel momento sin consentimiento alguno se había quedado, sin queja algunos de sus recuerdos implantados decidían sus movimientos. Tras varios pensamientos, madurar había sido la mejor decisión.

Sus maletas a la mano estaban, instalándose en su nuevo apartamento era lo que hacía. Años habían pasado desde la última vez que pisó Surcorea, mucha cosas cambiaron, pero eso no quiere decir que todas.

A la boda de sus amigos quería ir, pues su promesa era hacerlo así. Entusiasmado por la idea de volver a verlos después de años, no podría no estarlo.

¿Seguía sabiendo de aquel chico? Las respuestas es que si, pues era inevitable no poder verlo en cada parte de las ciudades, un famoso chico se había vuelto y sin duda alguna también había madurado. Reconfortado estaba, puesto que siempre había sido sincero en su totalidad.

"Podrías tomar mi aliento y no dejarme ir" era una de las partes que se escuchaba en el reproductor de música del menor. Sin duda alguna algo bastante representativo de un momento exacto.

Poder olvidar no era parte de el, ser sabio era dejarse llevar hasta donde sepas que esta bien. Sus sentidos no estaba al cien, puesto que su mente relajada estaba hasta otro nivel. Las doce de la noche eran sin el, aunque que iba a saber, si su mirada en la luna se encontraba esta vez. Sin duda algo falta de él aunque se sabía que amor está vez no es. Con ninguna necesidad se encargaba de mantener su vista en aquella bola amarilla que se encontraba en el cielo, que apesar de todo siempre estaba tan cerca e igualmente tan lejos. Sus promesas de sus labios habían sido arrebatados, pues simplemente no podía dudar en aquel momento.

Las promesas que algún día le hizo a la luna se habían ido como el viento, arrastradas como una pequeña hoja. Las estrellas seguían como la última vez que le prestó atención, brillando sin ser opacadas. Mentiría si dijera que no las envidiaba.

Tiempo había pasado y como aquellas Rosas, él nunca se marchito. Blancas en su esplendor eran, mostrando así la pureza de ellas.

Sin remordimiento alguno, deseaba otra vez caer ante el. Pues conocía tus motivos y tu los suyos, sin saber con exactitud que es lo que podría pasar; Dejo todo atrás y se decidió por empezar otra vez.

━ Jeongin, creo que deberías dejar ya esto -Se hablo así mismo desde el espejo- Eres bastante testarudo.

Su mirada enfocada en su cuello estaba, libre y limpia era. Sin ser poseído por nadie, pues el no necesita a alguien para se feliz.

Decidio ponerse a dormir, puesto que mañana tendría que estar a primera hora con su mejor amigo.

[...]

Con un traje negro decido ir a la casa del futuro novio, pues la boda habría dado inicio en tan solo algunas horas. Si realmente supiera si estaba bien, que podría hacer.

━ Wow, Jeongin linda cintura -Hablo Changbin  te tengo envidia, todo te queda bien.

━ Pero que dices, si vos te ves genial en todos las formas posibles -Regaño Jeongin - ¡Te ves genial!.

━ Estoy nervioso, o sea es la primera vez que me caso -Empezó a dramatizar- ¿Y si me deja? o ¿si no funciona?

━ Tranquilo Binnie, todo estará bien -trato de tranquilizar al novio- Felix no es capaz de dejarte en el altar, y si eso llegase a pasar créeme que sin huevos el quedara. A parte llevan más de diez años de noviazgo ¡Por dios! -Dijo Jeongin- prácticamente están juntos desde los 15 años.

𝐃𝐈𝐃 𝐈𝐓 𝐀𝐆𝐀𝐈𝐍 - 𝐇𝐘𝐔𝐍𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora