Capítulo 4

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A casa.

Yoongi caminó como un sonámbulo hacia el parque, y se sentó en el banco donde había visto por primera vez a Taehyung

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Yoongi caminó como un sonámbulo hacia el parque, y se sentó en el banco donde había visto por primera vez a Taehyung. En los últimos días ese lugar se había cubierto con más nieve, haciéndolo sentir como en casa cada vez que iba allí. Pero ahora, a pesar del ambiente tranquilo a su alrededor, no sabía cómo sentirse.

Sus labios aún hormigueaban hinchados, y todavía podía saborear a Taehyung en su boca.

¡Santos Renos! Había sido el beso más fantástico de su vida.

Su corazón latía al ritmo de los villancicos de navidad, y sentía la magia en su interior crujir por ser liberada. Besar a Taehyung lo había hecho el elfo más feliz del mundo.

Cerró los ojos, y recordó cada segundo que duró ese beso, cada movimiento de sus bocas, cada gemido amortiguado entre sus labios. El beso había confirmado lo que tanto había temido. Amaba a Taehyung, y eso no estaba entre los planes de su misión.

Metió la mano en su chaqueta, y sacó la pequeña esfera de cristal con luces de colores brillando en su interior. Ewan se la había dado para comunicarse, y hasta ahora no había sido capaz de hacerlo. Temía que cuando el elfo lo mirara iba a descubrir que Yoongi se había enamorado del hombre de su misión.

Acarició la pequeña esfera, ésta también servía para volver a casa, pero no pensaba usarla aún. La volvió a guardar en su chaqueta hasta que el tiempo se acabara, y llegara navidad. Sabía que tendría que usarla para avisar de su fracaso en la misión, pero aún no era la hora. Quería disfrutar del amor que sentía por Taehyung. Quería seguir bebiendo de sus labios, y disfrutar de los besos más dulces que había probado en su vida, quería experimentar la alegría que sentía al tener una familia, quería vivir como un humano unos días más, y quería quedarse con Taehyung estos ocho días que aún le quedaban en el mundo humano.

Suspiró, y se puso en pie. Debía volver con Taehyung. No se había comportado muy bien ante la pregunta de Jimin, y debía decirle a Taehyung lo que sentía.

Que lo amaba.

Caminó rápidamente a casa de Taehyung. Se detuvo frente a la puerta, y respiró profundamente. Sólo necesitaba decir lo que sentía, pero los nervios estaban minando su resolución. Tocó el timbre y esperó. Fueron los dos minutos más largos de su vida. Cuando la puerta se abrió, y miró dentro de los ojos castaños del hombre que lo había cautivado, las palabras no pudieron salir de su boca. Sólo pudo gruñir antes de tomar la boca de Taehyung en un beso.

Mmmm. Nunca se cansaría de besar su boca.

Sus manos se aferraron al cuerpo de Taehyung, atrayéndolo más fuerte junto a él. Taehyung gimió, levantó las manos y las deslizó por su cabello. Sus bocas lamían y chupaban intentando aprender cada detalle. Muy lentamente fueron separándose, dándose pequeños besos antes de alejarse del todo.

𝐔𝐧 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐂𝐥𝐚𝐮𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝 [YoonTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora