10.

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rainbow lloraba acariciando sus heridas, recordando todo lo que había padado.

siempre tan rebelde, ¡pues hasta acá llega tu rebeldía, rainbow dash! — otro azote.

cada minuto entraba a su habitación una persona diferente, todas para decirle lo mismo. rainbow sólo podía pensar en querer verla, abrazarla, besarla... era su chica.

– debes entender, rainbow — dijo un cura frente a ella.

– ¿podrían dejarme en paz? — se miraron entre ellos y salieron.

volvió a llorar con más fuerza, gritando por todo lo que estaba sintiendo.

salió de su habitación con dos guardias detrás de ella, sus ojos estaban hinchados por llorar tanto, sus heridas eran tapadas por la tela de su vestido, a cada paso que daba se ganaba nuevas miradas.

miraba hacia al frente, suspiros salían de sus labios cuando recordaba a applejack, llegó a la sala del trono, viéndose completamente demacrada y triste, se sentó y esperó.

– ¿acaso perdiste la cabeza? — no recordaba cuántas veces le habían dicho eso, estaba harta.

– si enamorarme es perder la cabeza, claro — sonrió débilmente, recibiendo una cachetada de parte de su madre.

– ¿cómo es que puedes decir eso?

– madre... yo jamás había sentido algo así, tal vez sea mi culpa, pero yo la quiero demasiado — otra cachetada, su mejilla ardía — ella me hacía sentir libre y feliz, era mí chica.

– para de decir esas cosas, rainbow, eres una mujer — rainbow rió bajito, levantándose de su trono y yendo nuevamente a su habitación.

tenía prohibido las visitas de cualquier persona, entró al baño mirando unas tijeras, rainbow sonrió y volvió a su cama. pensó un rato y armó su plan, no debía fallar, miró la nota que una vez le dió applejack, su dirección estaba anotada con un corazón al final.

por si alguna vez quieres visitarme — le sonrió y le dió un beso en la mejilla.

tomó las tijeras y se cortó el cabello, lo solía tener bajo sus caderas, y ahora lo tenía más arriba de sus hombros, siguió cortando mechones, sonrió al verse al espejo.

faltaban treinta minutos para que entrara el cura para su charla, rápidamente en una mochila comenzó a meter ropa y productos de aseo que necesitaría, también metió dinero por si acaso, su peluche favorito, herramientas de escape que encontró por ahí y la nota con la dirección.

se cambió con algo más cómodo y que le permitiera correr con facilidad, tomó una soga y la amarró a la ventana, era de noche, nadie podría verla con facilidad.

miró su corona por última vez, y bajó, al tocar el suelo suspiró, corrió a la pared en la parte trasera del castillo, esa que separaba su condena de su libertad, logró escalarla, al estar arriba, saltó sin pensarlo dos veces.

sintió un dolor por todo su cuerpo, pero sonrió, después tomaría algo para eso, ya no había vuelta atrás.

corrió alejándose del castillo, pensó que sería más trabajo encontrar la granja apple, pero la pudo ver a la lejanía, corrió hacia allá y en menos de diez minutos pudo llegar, ya tuvieron que haberse dado cuenta que no estaba en su habitación, suspiró y tocó la puerta delante de ella.

vió a una pequeña abrir y mirarla con curiosidad, su capucha tapaba lo que más haría reconocerla.

– ¿está applejack? — preguntó y la niña asintió.

– ¡applejack, te buscan aquí! — su corazón latió con fuerza al ver cómo se acercaba a ella.

– dígame — rainbow la abrazó con fuerza, la capucha cayó de su cabeza — dash...

– ¿es la princesa? — preguntó la niña sin creerlo.

– applejack, ya debieron darse cuenta que no estoy, yo... lo saben, ellos saben lo que sucedió y... me golpeaban todo el tiempo, venían curas de todas partes y yo... — applejack la volvió a abrazar, la ingresó a la casa antes de que alguien más pudiera verla.

– ¿cómo lo supieron, dulzura? — rainbow lloró un poco.

– alguien nos vió, no creo que pertenezca a la realeza.

– ¿qué establos pasa...? — la anciana miró a rainbow sin poder creerlo — ¿princesa?

– por favor...

– abuela, ¿recuerdas lo que te conté? — ella asintió — se enteraron, y ahora todo está mal para ella.

– lo siento... no sabía qué hacer, yo sólo quería escapar de allí — la abuela le tocó el brazo, haciéndola quejarse del dolor.

smith miró a su nieta preocupada, alzó un poco la camisa y notó las marcas en su cuerpo, applejack lloró mirando.

– esto es... muy fuerte — la abuela la miró con pena — ¡big mac, llama a los pie, diles que manden a alguien y que es urgente!

– cariño... todo va a estar bien — le dijo applejack, haciéndola llorar.

ambas compartieron un beso salado debido a sus lágrimas, rainbow la abrazó y escondió su cabeza en su cuello.

– sigues oliendo fresco — applejack sonrió entre lágrimas.

en un corto tiempo, llegó a quiénes esperaban.

– pinkie, diles a tus padres que yo les explicaré todo por teléfono, llévate a esta chica a su granja lo más pronto — le dijo la abuela, la chica de cabello rizado asintió.

– tienes que irte, te hablaré por el teléfono de los pie y te iré a visitar cuando pueda ¿está bien? — rainbow asintió abrazando una última vez a applejack — te quiero muchísimo, dash.

ambas se dieron un beso, rainbow tomó su bolso y se despidió de la familia, subió su capucha y se fue con la chica pie, debía probar su suerte.

[☆]

me basé un poco en experiencia propia y en la canción All The Things She Said para escribir este capítulo

feliz día y resto de semana para todos♡

en busca de la libertad ☆ appledash/AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora