Bruno Madrigal

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Ahí estaba, Irene, tratando de buscar en que ayudar como le dijo Alma, solo que ella nunca conoció el como ayudar a los demás con su "Don", si es que le podría empezar a decir así, siempre fue obligada a hacer varias cosas, nunca supo en que usarlo para bien.

- Disculpe señorita-. Hablo una pequeña niña.

- Oh... Emm, ¿que paso pequeña?-.

- ¿Enserio usted tiene poderes?-.

- Por su puesto, ¿necesitas que te ayude en algo?, Aún que no sabría muy bien como-. Hablo Irene con algo de pena.

- ¿Que puede hacer usted?-. Hablo otro niño que se les sumo.

- Oh... amm, pues puedo controlar mentes se podría decir, puedo hacer varias ilusiones, y...-.

- ¿Ilusiones?-. Hablo la niña.

- Si, por ejemplo... Oh mira, ¿ven esa flor de haya?-. Señalando a un pequeño girasol.-. Chequen esto-.

Sus ojos se empezaron a Iluminar, y su ilusión comenzó a trabajar, haciendo ver cómo la flor se hacía más grande, los niños llenos de asombro miraban el como la flor crecía a gran tamaño.- ¡Wow! ¿Eso en realidad está pasando señorita?-. Hablo el niño.

- No pequeño, es una ilusión, una que solo ustedes pueden ver-.

- Wow, ¡a usted también le brillan los ojos! Como a Bruno-.

- ¿Enserio?-. "No lo he visto usar su Don". Pensando para luego desaparecer la ilusión hecha hace unos momentos.

- Disculpe señorita-. La niña se empezó a acercar, casi tocando su brazo.

- ¡No!, Pequeña am... No me gusta mucho el contacto físico... Agradecería que no te acercarás tanto... Lo siento-. Después de lo dicho escucho unos murmullos y estaré ellos "¿Por qué no querrá que se le acerquen?" "No sabía que los extranjeros actuaban muy raro".

- Me tengo que ir, pequeños-.

- señorita, antes de que se vaya-. Hablo el niño.- ¿Podrá venir después a mostrarnos más Ilusiones?-. Irene solo le sonrió y asintió, para luego irse del lugar.

Irene solo podía pensar en las palabras de los habitantes, tenía intenciones de ir de nuevo a casita, cuando vio a Bruno a lo lejos, y fue directo hacia el.

- Hola, Bruno-. Irene dijo con gran alegría.

- ¡AHH!-. Un grito junto a un salto, casi hace que Bruno se nos fuera.- Ay vaya... Hola... Casi me matas de un susto-. Dijo poniendo una mano en su pecho.

- Jeje lo siento, ¿Que hacés? ¿Puedo ayudar en algo?-.

- Realmente no estoy haciendo nada, le preguntas al que menos ayuda le piden en el pueblo-.

- Ou... Pero ¿por qué? Me refiero a que, por qué no te pedirían ayuda-.

- Te lo dije anoche, soy el de las profecías malas-. Recordando el como Irene caía.- Soy el que trae mala suerte a dónde sea que vaya.

- No creo que seas eso-. Dijo Irene, su ratita en su hombro salto hacia Bruno.- A está pequeña amiga le caes bien, al igual que a mí-.

- Jeje, y ¿cómo se llama?-. Acariciando a la pequeña ratita, sacando una Arepa guardada que tenía para darle un poco.

 Acariciando a la pequeña ratita, sacando una Arepa guardada que tenía para darle un poco

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TWO BIRDS  (Bruno Madrigal x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora