Segunda Oportunidad

24 2 0
                                    

- No me chingues... -. Irene miraba como esta se partió dejando una gran ranura por la cual sería posible pasar.

- OH cielos, oh cielos, sabía que pronto pasaría, algo dentro de mi me lo dijo -. Empezando a dar vueltas alrededor de Irene.

- Bruno -. Ella trataba de calmarlo.

- NO TE ASUSTES, le diremos a mamá, y a mis hermanas.

- Bruno.

- Mi familia estará en peligro, tú te caerás, no sé qué pasará después por que la visión solo mostraba a un tipo quemado.

- ¡BRUNO!

- ¿Sí? -. Bruno se detuvo en seco, volteándola a ver, ella empezó a caminar hacia la ranura tratando de ver más allá de los árboles, al ver una pequeña, casi minúscula, nube de humo, pudo suponer que ellos estaban aquí.

- No creo poder ir -. Dijo retrocediendo, sabia que ellos estaban ahí. Su poder empezó a fallar debido a los nervios, pudo sentirlos a lo lejos, la estaban buscando.

Es normal que al tratar de calmar a alguien le abrazas, tal vez darle palmadas en la espalda, pero Bruno no sabia que hacer, Irene estaba recargándose en una piedra, estaba temblando a punto de llorar, él quería ir junto a ella, recordó las veces que él se sentía mal, todos en algún punto sentimos miedo de lo que fuera a pasar, se quitó su ruana y la cubrió con cuidado.

Supiel se erizo al sentir la prenda encima de ella, y lo miro confundida. - ¿Por qué me das tu poncho?

-Cuando me siento mal, siempre me cubro con la capucha de mi ruana y finjo ser alguien más valiente de nombre Hernando, trato de no pensar en las cosas malas que podrían pasar en ese momento, ahora te la presto a ti, tal vez alguien más valiente surja de ti, no es la mejor manera de afrontar los problemas, pero creo que funciona -. Dijo con una pequeña sonrisa.

- Je... Gracias, pero no creo que otra personalidad ayude... mira a lo lejos, están a nada de ustedes, si están en peligro es por mi culpa... realmente hubiera preferido que me echaran a que me hubiera quedado... -. Abrazándose a sí misma.

- Ey, no te preocupes, encontraremos la forma de salir de esta, y si el Encanto no te dejo salir, tal vez el sepa algo que tu no, se ve que están lejos, podremos avisarles y huir antes de que lleguen -. La invitó a levantarse, para poder planear todo, aunque sea de última hora.

🌻🦋🌻🦋🌻🦋🌻🦋🌻🦋🌻🦋🌻🦋

Mientras que ellos iban de camino a la casa Madrigal, un General con su tropa levantaban el campamento para empezar la caminata, los Elementales de fuego se preparaban para cualquier ataque que el general pudiera ordenar.

El soldado de fiar le preguntó al General el por que buscaba desesperadamente a la chica, el General frunció el ceño. – Realmente quieres saber la respuesta o solo preguntas por preguntar -. El general ni siquiera volteo a ver al soldado.

- Quiero saber la respuesta, hay más como ella, aunque pertenezca la mitad de su raza, los demás Generales cuentan incluso con dos de ellos , usted es el único que la tiene a ella y aun que su poder falla la sigue teniendo con usted, todos los Generales tienen encerrados a sus Elementales, usted la saca de vez en cuando, al principio la tenía en una habitación y no fue hasta que le llamarón la atención que la mando a una celda, realmente la trata como basura cuando esta con usted, pero aun así hace esas cosas que ni los demás Generales harían -.

- Cuando la encontremos y la traigamos devuelta, tal vez te lo cuente -. El soldado dudando en la respuesta que le dio su General, siguieron caminando.

TWO BIRDS  (Bruno Madrigal x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora