TWO BIRDS (Bruno Madrigal x Lectora)

Segunda Oportunidad: Continuación

Por otro lado en la familia Madrigal, las hermanas fueron por su hermano y esperaban a ver a Irene junto a él pero no fue así. – Julieta mira -. Hablo Pepa al ver como el general se marchaba con la chica a lo lejos, se dirigieron a su hermano rápidamente preguntando qué había pasado, les explico todo, decidió entregarse y proteger al pueblo antes que a ella misma. Todos se encontraban a los lejos viendo como los "visitantes" de iban.

- Bueno, era buena chica -. Hablo Pepa. – Oh bruno, toma, se las tomé y decidí guardarla, se los quería entregar después de la cena, pero te fuiste, y luego esto en la mañana -. Entregándole la fotografía, ella y el sentados, las ratas de fondo, montando la obra, ambos sonriendo.

- El Encanto fue nuestra segunda oportunidad... ¿Por qué no darle una segunda oportunidad a ella? -. Dijo mirando a lo lejos.

- Brunito, hijo, fue decisión de ella por el momento no hay que hacer, regresara a su lugar de origen y...

- Si, como esclava -. Dijo molesto.

- Hermano, creo que es lo mejor... -. Julieta intento calmarlo.

- ¿No es cierto mamá? -. Alma quedo confundida. – siempre dices que el Encanto fue nuestra segunda oportunidad, que con el milagro que se nos fue concedido teníamos que ayudar a las personas, ¿Por qué no ayudarla a ella? -. Alzando la voz un poco.

- Bruno, fue decisión su decisión, y fue muy valiente de su parte, no podemos hacer nada contra ellos.

- No contaríamos con Dones si no fuera por el sacrificio de mi papá, ella se fue pensando en nosotros y el pueblo para poder reservar el encanto, podemos aun hacer algo por ella... Pepa, Julieta... por favor -. Miraba a su familia en busca de alguna respuesta.

- Lo haremos juntos hermanito -. Dijo Pepa

- Somos los trillizos Madrigal -. Hablo julieta para darle un abrazo.

- Hasta una desconocida pensó más en el pueblo y en nuestra familia que tú, está claro que no te importa la familia, tu padre pensó en nosotros siempre, todo esto se lo debemos a el ahora, y ninguno ira a ninguna parte -. Viendo a sus hijas también. – aun que tuvieran un plan, pero si algo sale mal, si perdemos lo único que nos queda de tu padre, si tus hermanas salen lastimadas, si te pierdo a ti, no quiero que les pase nada -. Alma miraba un tanto enojada a sus hijos, claro que quería salvarla, pero no quería perder nada de lo que tenía junto a ella.

Las montañas empezaron a temblar y alzarse más, se podía ver como también se expandió un poco la tierra, se alcanzaba a ver aun a lo lejos a los soldados, pero no se podía apreciar bien lo que sucedía, no paso mucho tiempo para que un grito a lo lejos se escuchara, rápido Bruno empezó a correr hacia donde ellos estaban. - Siempre fue rápido -. Hablo Alma mirando a su hijo correr. – Este niño, algún día me sacara de quicio, Julieta, ¿podrías por favor preparar comida? -. A lo que julieta asintió. – Pepa, alcanza a tu hermano... el clima podría estar a nuestro favor, y por favor, cuídense -.

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- Él tenía razón, hay más como tú -. Rudolf como pudo le pateo hasta que ella soltara el brazo, la chica cayo a una gran altura, un grito alto sonó en la montaña. La imagen de ella cayendo parecía cámara lenta hasta que se azoto con el piso.

– Inútiles, ¡vengan a ayudarme! -. Su soldado fue rápidamente a ayudarlo, cuando logro subir miro a todos. – ¿es que acaso no me escucharon? Les dije que me ayudaran -. Quiso agarrar a un soldado, pero diviso una persona. – Quien es ese pequeño gusano -.