El Polizón

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"No lo pensé"

"Sip, no lo pensaste"

"O al menos no lo suficientemente.... Hola Dios soy yo de nuevo"

Hablaba Irene en sus pensamientos, recordando el pequeño y a la vez gran error que cometió apenas hace unos minutos.

Era simple, salir de la Cárcel dónde la tenían, camuflarse, subir a un barco, y listo, no contaba que con tropezar haría que su poder se desactivará tantito ocasionando que avisarán su huida.

Rápido, subió al primer barco que vio. - Debido al reciente aviso tenemos la orden de revisar todo el barco -. Pasando varios guardias empezaron a revisar hasta el rincón más pequeño del barco, "carajo" rápido haciendo se invisible a su vista pidiendo que nadie chocará con ella. Paso a paso se dirigía a la parte de abajo, escondiéndose en una esquina bastante oscura. - Oigan tenemos que partir ya.- el guardia en jefe le miro seriamente al capitán de ese barco. - no hay nada señor -. Se escuchó de parte de uno de los guardias avisando al Guardia.- Pueden irse, y espero, que usted tenga un buen regreso -. Permitiendo el barco zarpar.

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- ¡¿CÓMO QUE NO LA HAN ENCONTRADO?! -. Azotando sus manos contra su escritorio. - Han pasado 18 horas desde que se marchó, ya seguro está al otro lado del mundo, quiero la lista y horarios de los barcos se zarparon ese día, sino quieren que los queme vivos. ¿Entendieron?. - Si, General. - soldados salieron del lugar. "Pequeña, tan ingenua, crees que aun teniendo el plan más elaborado te escaparás de mi...".

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- ya le dije que no lo haré -. Irene con lágrimas, tratando de separar la mano del hombre que la agarra, casi arrancando el pelo. - yo dije, hazlo. - con un golpe en la cara, Irene fue aventada al suelo azotando se con este.

Despertando agitada, y sudada por aquel recuerdo, se levantó, "se supone no me dormiría", hasta ahora nadie la ha descubierto, pero se quedó un tanto intranquila, "muero de hambre" miro a su alrededor para ver qué podría comer, pero vio a un pequeño polizón. - hola amiguita.- la rata volteo a verla. - crees que, ¿puedas buscarme algo de comer? Digamos que no puedo salir de aquí por el momento.- la rata con un chillido salió corriendo, "no se en que pensaba al hablarle a una ratita" se levantó de su lugar, tenía que estirarse, estar con las piernas hincadas causa bastante dolor.

- Capitán, estamos casi cerca. - volviéndose invisible, se asomó para calcular más o menos que hora eran, "o es que ya está anocheciendo o... Amaneciendo" un poco frustrada regreso a dónde estaba, vara ver cómo la rata de hace rato, le trajo una manzana.- Perfecto, muchas gracias amiguita o amiguito.- agarrando la manzana, mordió un pequeño trozo para su ahora pequeña rata.

Pasaron alrededor de unas dos horas y eso confirmo que ya estaba anocheciendo, la ratita estaba acostada en su pierna, - ¡Tierra firme!, llegamos al puerto de Colombia - escucho pasos bajar, - hay que tener todo listo -.

Viendo como grandes cajas eran llevadas hacia la parte de arriba, poco a poco vio cómo se iba quedando vacía la parte de abajo, agarró a su ratita y volviéndose invisible subió lentamente, las escaleras rechinan bastante, subiendo a la cubierta viendo su nuevo futuro.

Estaba tan concentrada en ver que haría que sin darse cuenta choco con un marinero, volviéndose visible para todos la que la rodeaban, - Poliz- antes de que pudiera terminar la frase, un golpe en los bajos basto para que esté se retorciera, y corrió lo más rápido que pudo.

La adrenalina al mil, corrió, esquivo varias carretas, perdiendo de vista a los marineros "carajo, carajo, carajo". Corrió lo más rápido hasta que se quedó sin aliento, no había comido todo el día, estaba cansada, pero aún con todo eso, no recuerda haber llegado a la selva tan rápido.

"No llores, no llores, no llores" tomando un poco de aire "no llores...", Sin saber dónde estaba siguió caminando, extrañada por no tropezar con algo, pronto vio unas luces, corrió hacia ellas, y luego se detuvo, pensando en si era realmente buena idea, "bueno, lo intentamos" le dijo a su ratita, para darse la vuelta y chocar con pura piedra.

- ¿Qué?- eso no podía ser más extraño, no había regreso, aún que por ahí haya llegado, con miedo no tuvo de otra más que ir hacia el pueblo, dándose cuenta que este estaba rodeado por muchas montañas bastantes altas "¿cómo llegué aquí siquiera?", No supo en qué momento cayó al suelo.










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TWO BIRDS  (Bruno Madrigal x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora