La mentirosa Dama Pintada

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El sentimiento era extraño. De cierta forma sentía que se estaba conformando con él, pero al mismo tiempo, estaba contenta de tener algo nuevo. Quería mucho a Tom y apreciaba todo lo que hasta ahora le había enseñado y la vida tan pacífica que le había regalado pero no estaba segura de que ese fuera el estilo de vida que se imaginó tener.

Sin embargo, hasta el momento ya se había asentado en la ciudad y no parecía estar muy apresurada por regresar a Ciudad República.

De cierta forma, ahí no había nada para ella más que Sokka y Toph, y por supuesto estaba Aang, pero él no le pertenecía, ya no.

Un día estaba caminando rumbo a la oficina de su padre. Tenía tiempo interviniendo en los planes de educación de agua control y debía entregar sus propuestas y mejoras.

Cuando entró en la habitación solo estaba Malina y la asistente de su padre. Ella sostenía un periódico y Katara pudo escuchar un:

-Que no los vea, no los traigas a la oficina-

Al verla, Malina escondió el periódico detrás suyo y el nerviosismo se apoderó de ella, coloreando sus mejillas de rojo.

-Qué pasa?- preguntó Katara extrañada.

-Nada cariño, que necesitas?- preguntó Malina con gentileza.

-Sólo venía a dejarle los planes de estudio a mi papá... está todo bien?- preguntó de nuevo Katara.

-Sí, sí, todo bien, por qué no habría de estarlo?- preguntó la mujer con el periódico aún detrás suyo. Katara pudo notarlo.

-Por qué estas ocultando ese periódico?- preguntó acercándose a la mujer.

-No es nada sólo tonterías, voy a llevar todo esto a la basura- dijo Malina alejándose de Katara y caminando hacia la puerta.

-Escuche algo hace rato... no quieres que lo vea?- preguntó la morena, extendiendo su mano hacía Malina.

-Katara... no necesitas verlo, de verdad, créeme- dijo Malina. Era honesta pero aún así, Katara endureció el rostro e insistió con su mano.

Malina sabía que no iba a hacerla cambiar de opinión, Katara estaba decidida y ella ya no podía hacer nada más, así que solo extendió su mano y le entregó el periódico.

En la pagina principal estaba el nombre "EL CONTROL" y justo debajo de él, una foto de Aang rodeado de tres chicas de las diferentes naciones, y una nota que decía, "El Avatar Aang, todo un rompe corazones".

Katara se quedó impactada y leyó con cuidado la nota. Decía que el Avatar llevaba tiempo soltero y que al parecer las mujeres a su al rededor no dejaban de entrar y salir en su vida. No había una relación seria con ninguna, pero ya se le había visto un par de veces seguidas con una mujer de la farándula.

-Katara...- dijo Malina.

Katara había entrado en una especie trance pero en cuanto escuchó la voz de Malina, aclaró la garganta y relajó su rostro.

-Bien, puedes llevarlo abajo- dijo Katara con una discreta sonrisa en su rostro.

-Estas bien?- preguntó Malina.

-Claro que sí... Bueno si me permiten, me tengo que ir. Malina te veo en la cena- dijo Katara.

Malina ya no hizo ningún comentario. No quiso entrometerse en la manera en la que Katara enfrentaría eso. Era la primera vez que sabia algo sobre Aang y definitivamente, sabía que Katara no estaría bien.

Los ojos azules se le llenaron de agua a la morena. El corazón le latía en los oídos y sentía un agudo dolor en el pecho. Su corazón se partía en mil pedazos al recordar cada una de las palabras que había leído de ese periódico.

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