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No pasó mucho tiempo cuando MinGyu condujo de vuelta a la casa

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No pasó mucho tiempo cuando MinGyu condujo de vuelta a la casa. Ya había estado afuera lo suficiente y llegó a la conclusión de que tenía que darle frente a sus problemas. La situación en la que estaba involucrado era bastante compleja pero no cometería el error de ignorar todo y hacer como si nada. Lo único que conseguiría sería atrasar lo inevitable.

Al cabo de unos minutos llegó, estacionando el auto en la calle porque la casa no tenía cochera. Soltó un suspiro antes de salir y ser envuelto una vez más por el frío de la noche. Sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta, siendo recibido por todos esos retratos y objetos que alguna vez pertenecieron a alguien más, a una familia que ya no estaba y cuya ausencia le daba ese toque triste y nostálgico que tanto detestaba a todo lo que habían dejado.

Las luces estaban apagadas, la sala estaba oscura y casi pega un brinco al ver la silueta de WonWoo en el sillón, como si lo estuviera esperando. Se extrañó por no haberlo olido antes.

──MinGyu, volviste. ──El omega sonaba preocupado. Como si eso fuera posible.

El alfa asintió levemente mientras caminaba hasta tomar asiento junto a él.

──Tenía qué ──fue lo que dijo, sin atreverse a mirar al castaño al lado suyo que parecía inquieto.

──Lamento todo lo que dije hace un rato. ──Se sinceró. Era lo único que podía hacer luego de haber causado tantos problemas── No era mi intención hacerte enojar.

──Está bien.

──¿Aún estás ebrio? ──preguntó, recibiendo una negación como respuesta.

──Sólo un poco, pero estoy lo suficientemente sobrio como para saber que tenemos que hablar.

──Sí...

MinGyu lo pensó por unos segundos hasta convencerse de que tenía que decirlo.

──¿Sabes qué grabé estando allá afuera? ── preguntó, aunque sabía que era imposible que WonWoo supiera la respuesta── Cuando SeungCheol y yo éramos niños, me lesioné la pierna jugando. Quedé postrado en la cama sin poder caminar. Y SeungCheol pasó todo ese verano conmigo, en mi cuarto viendo películas todos los dias. El resto de mis amigos salieron de vacaciones o a jugar fútbol, ​​pero él se quedó a mi lado.

WonWoo supo que lo que decía significaba mucho para él al notar su mirada levemente cristalizada y su aroma a eucalipto y café volverse más opaco.

──No puedo abandonarlo si me necesita, incluso si ya no está.

MinGyu miró al omega esperando una respuesta o algo que le hiciera saber lo que estaba pensando. Realmente necesitaba saberlo.

──Yo ya tomé mi decisión, ahora es tu turno.

──Estuve pensando y... tenías razón cuando dijiste que eras quien hacía todo el trabajo mientras yo no hacía nada. ──Se pasa la mano por el cabello, nervioso por lo que acababa de decir.

Y era cierto. Desde que MinGyu se sinceró cuando se embriagó, no dejaba de pensar en que cada palabra que dijo bajo los efectos de la intoxicación era verdad. Una verdad que tanto se negó a ver.

──Espera, ¿Jeon WonWoo está admitiendo que tenía razón? ── preguntó para hacerlo molestar, pero eso no pasó.

──Entiendo que estés enfadado conmigo. No me he portado muy bien y hasta cierto punto, he sido muy infantil ──dice y MinGyu dudó de estar sobrio al escuchar esas palabras salir de su boca.

Sin duda era algo nuevo... en el buen sentido.

──Tampoco puedo dejar de lado todo lo que hizo JiHoon por mí. No prometo nada, pero trataré de mejorar. Se lo debo, y a ti también.

MinGyu, en una mezcla de alegría y confusión por lo que dijo WonWoo, abre los ojos curioso, acto que apenas se apreciaba gracias a la poca iluminación de la sala.

──¿A mí por qué?

──Te has estado esforzando mucho estos días con MyeongHo ──explicó──. Es mi turno de devolverte el favor.

Si no fuera por la leve jaqueca de la resaca, MinGyu podría apostar que estaba soñando o algo parecido. Le resultaba complicado creer que WonWoo finalmente había entrado en razón, pero así era. Su olor a limón más cítrico que de costumbre delataba lo nervioso que se encontraba ante tal decisión. No podía ser más real.

──Entonces... ¿vas a ayudarme con él? ──preguntó sólo para comprobarlo.

WonWoo tomó aire.

──Eso dije.

──Tendré que emborracharme más seguido.

El castaño rió y MinGyu lo acompañó. Era una de las pocas veces que vio a WonWoo reír honestamente y maldijo que la luz fuera escasa porque le impedía apreciarla mejor. Se sintió bien que por primera vez las cosas entre los dos estuvieran en buenos términos, como siempre debían estar.

MinGyu estaba tan feliz que quiso abrazarlo, pero se contuvo. No era el momento adecuado.

──¿Sabes? Creo que debemos dejar de intentar adaptarnos a sus vidas ──comentó el alfa.

──Odio este lugar ──miró a su alrededor── Cada cosa me recuerda a ellos.

──Hay fotografías por todos lados.

──Realmente odio esa pintura del vaquero ──dijo el omega mirando un cuadro enorme colgado en la pared cerca de la cocina. MinGyu siguió la dirección de sus ojos.

──Da miedo, ¿verdad?

──Sí. Me gustaría sacarla.

──Las paredes son muy oscuras, le dan poca luz natural a la casa ──opina el azabache.

──Pintarlas de blanco estaría perfecto.

──Concuerdo ──sonrió. Luego su rostro se volvió serio──. Si vamos a vivir aquí... hay que dejar de caminar de puntillas como si algún día fueran a volver porque no lo harán.

WonWoo asintió. Por más que doliera, era la verdad y él ya la había aceptado.

No más arrogancia, no más negativismo, no más encierro. Sabía que sería difícil, pero era hora de dejar eso atrás para seguir adelante sin perjudicar a las personas que lo rodeaban de manera injusta, tal como le había pasado a MinGyu.

WonWoo estaba dispuesto a intentarlo.

No volvería a huir. No otra vez.

 No otra vez

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We're Parents ✧ MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora