| Debo ayudarte.| Saiki X Kaidō

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1 semana después,  11:11AM

sin duda que esa dupla era algo misteriosa, haciéndole honor a las creencias del peliceleste.
Salían más de la cuenta y ya no le molestaba tanto que Shun lo siguiese.

— hola saiki! —

Terushani.

El receso había empezado y la ojiazul ya estaba en su puesto, optaría por ignorarla, no le caía mal ni nada de eso, solo le daba igual lo que hiciese o no.

— quieres almorzar conmigo? —

No.

— ¿y por qué ? —

— oh terushani, almorzará conmigo, no saiki? —

Hasta que había sido útil, decidió seguirle el juego asintiendo un par de veces, viendo como se iba con algo de rabia interna.

11:20

— mira, ya cicatrizaron, están bien?-

Hablaba mientras comía, hizo una expresión de desagrado pero de igual forma miro el brazo de kaido.
La mayoría de heridas estaban cicatrizadas.

Están bien, no hables mientras comes, idiota.

— bien, bien...—

Claramente seguía con la comida en la boca, Kusuo optó por centrarse en su gelatina y comida, terminándola.

— que harás en las vacaciones? —

Cierto, vacaciones. Su Plan ideal era quedarse en casa y nada más, solo, sin ninguna molestia; pero claro que no sería así, al menos no para el.

Quedarme en casa.

— AH?? COMO? —

Si gritas me lo arruinas sabes?

Recordó las veces que fue a molestar a saiki a su casa, se sintió algo mal por invadir su espacio ahora que lo pensaba.

— yo creo que...saldré con aren. —

Se alzó de hombros restándole importancia, era divertido, claro.  Pero quería divertirse con el pelirosa.

Aren?

— oh yo que se,  seguro me llamarán para una misión oscura. —

No sabes que harás cierto?

— callate! —

12:00

La última clase ya terminaba, arreglo su bolso y vio cómo el peliceleste estaba recostado en su asiento.
Soltó un chasquido y camino hacia el.

Y ahora qué?

— no se que hacer...ya salimos de vacaciones prácticamente. —

Kusuo restregó sus ojos con estrés.
Lo que no sabía es que kaido tenía una idea en mente que claramente, no le agradaría.

— PENSÉ ALGO —

Que bien, piensas.

— cállate! ya me lo vas a agradecer, ven, vamos a otro lugar. —

Estaba entusiasmado, empezó a correr hacia la azotea y obviamente un ojimorado lo seguía por detrás.

Y bien?

— mi madre se irá unos días de viaje, podríamos hacer una pijamada en mi casa! —

Y por qué no invitas a aren? Quiero descansar.