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4:00AM, dia 2.

— déjame...yo no te...déjame!.—

Las 4 de la mañana y Shun hablaba dormido, saiki ya lo llevaba ignorando desde que terminaron de molestarse hace algunas horas.
Aunque le estaba preocupando, el peliceleste lloraba al hablar, pero quería monitorear un poco más.

— Suéltame...!—

Kusuo no le quedó otra que pellizcar su mejilla, haciendo que este despertarse de lo que parecía ser, una pesadilla.

— dios, te desperté? Discúlpame de verdad...—

Que soñaste.

Lloraba a mares, no quería arruinar la pijamada, por lo que simplemente se oculto en el cuello de kusuo a llorar.

9:00

Se había levantado primero para hacer el desayuno, había pasado una muy mala noche pues el ojirubi paró de llorar a las 4:50.
Del refrigerador tomó una gelatina de café y unos par de jugos, se dispuso a hacer un sándwich para shun; además de un vaso de aguas con pastillas, seguro la cabeza le dolería.

— Saiki..? —

Y quien mas sería?

El pelirosa trataba de ser gracioso a su manera claro, aunque intimidaba.
Dejo las cosas en la pequeña mesa y fue a sentarse en la cama junto a shun.

— me duele la cabeza...—

Lo suponía, ten.

Le tendió las pastillas y el agua, viendo como terminaba de tomarlas.

9:40

Desayunaban en silencio, Kaido estaba avergonzado, muy avergonzado. Seguro por su culpa el contrario no durmió bien, seguro le dolería la cabeza más que a él, seguro...

— me debes estar odiando ahora mismo, seguro...—

Ah?

Veía que no paraba de balbucear, soltó un suspiro y se sentó al lado de él, tomando lo que sobró de agua y tirandole en la cara.

Ya detente, es molesto.

por mi culpa no dormiste..—

No recuerdo haberte reprochado.

El peliceleste soltó un suspiro y siguió comiendo, aún con la cara empapada.

— siempre es el mismo sueño...—

10:00

Ordenaron y decidieron salir a despejarse, fueron algo lejos de todo para no encontrarse con alguna sorpresa, y claro,  con sorpresa nos referimos al círculo social que tienen.

— siempre sueño con mi papá, o bueno, lo que recuerdo de él. —

Ah...

Sabía que el papá de Shun no era para nada presente en aspecto familiar, seguían caminando hasta que pararon en unas bancas que daban vista a la ciudad.

— siempre discutía con mi mamá y yo iba a defenderla, no salía muy bien de allí...es estupido, ya no tengo 10 años. —

Deja de invalidarte quieres? No avanzaras nada.

eres cruel consolando. —

| Debo ayudarte.| Saiki X KaidōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora