| Debo ayudarte.| Saiki X Kaidō

20

6:59

Amanecía, 7 de la mañana, por su parte se despertaba por inercia. Ya era costumbre en su rutina.

Abrió las ventanas y volteo sabiendo que kaido haría un puchero por el frío.

— ahora no..—

Levántate.

— y si no que? —

Suspiro, se veía obligado a actuar. Agarro agua de la ducha en un vaso, le levantó la camiseta y le vertió agua en toda la espalda.

Lo vio estremecerse y rendirse en la cama, de verdad no se movería con eso?

— eres un estupido, idiota, tonto, sonso..—

Y que más?

Seco su espalda para recostarse al lado de él y acariciarle, se estremecía más.

— y te odio..—

Voz adormilada, todo lo que necesitaba para iniciar el día.
Sin nombrar de que tuvo que sacarlo en brazos de la cama, Dios, era un flojo.

7:40

Caminaban mientras comían unas galletas, adivinen quien no quizo desayunar por qué "iban tarde"

Odio esto

— dijiste algo? —

No.

Estupido castigo innecesario, tal vez merecido, solo tal vez.
Terminó la galleta y caminaba cabizbajo, aún muy adentro sentía culpa de todo, se sentía mal por Shun, por haberle hecho pensar tantas cosas.

Sintió un peso en su brazo, lo abrazaba mientras caminaban.

— sucede algo? —

No.

Costaría bastante lograr comprender a ese pelirosa, pero estaría dispuesto a quedarse con el.

Ambos llegaron a la escuela, todo habitual durante la primera hora, solo la primera, pues la segunda se arruinó.

— "como decíamos, haremos un viaje, cada cuarto tendrá 4 alumnos del mismo género...aunque 2 tendrán uno aparte por aforo." —

Y si, la mala suerte le perseguía y ese cuarto para dos adivinen con quien le tocó.

10:34

— No te emociona? —

Para nada.

Mostraba desinterés absoluto, por que tenía que destacar hasta en lo más mínimo? Ahora todos estarían farfullando por ahí.

Aunque su "grupo" ya farfullaban de antes, sabían lo que planeaban y santo cielo..eran unos estupidos, pero se veía que lo planeaban con emoción y dedicación.

Quien los mando a ser así..

— Saiki, te dormiste? —

Estoy muerto.

— en ese caso..me comeré esta gelatina solo. —

Se lo arrebato en 2 segundos, quien lo diría, aveces era agresivo.
Shun partió en risas, se sentó a su lado y junto ambas mesas.

Estaban solos en aquella sala, comían su almuerzo, claro que toda esa paz no duraría mucho.

— hmm! Rico. —

Por qué me quitas.

— ah? Dijiste algo? —

No.