EL SUFRIMIENTO DE LA BELLA

1.2K 113 39
                                    

RUPTURA

•◦ ❈ ◦•

(Londres – Inglaterra)

Almack's.

Octubre de 1800...

El salón de baile a reventar.

Los carnés de las más hermosas damas, solícitos al extremo de tener que rechazar a los hombres más pudientes y atractivos con profundo pesar.

Las charlas superficiales ahondando, y el ponche no haciendo mella en las gargantas secas de las mujeres, que poseían los pies adoloridos de tanto danzar.

Lo mismo ocurriendo a una en particular, que, escabulléndose de la vigía de su madre, se internó por los pasillos ubicando un lugar solitario en el cual poder respirar.

Necesitaba aire, un poco de vitalidad que le estaba robando ese lugar atiborrado de seres inadecuados, que pretendían hacerse a sus favores como si fuesen su igual.

Hasta el momento ningún Lord le parecía a su altura, unos demasiado bellos, pero con las harcas tan minúsculas como su carisma, otros en los estándares de lo aceptable, no obstante, tan disolutos, que un matrimonio repleto de amantes llenaría su vida, dejándola relegada en el campo por ser un estorbo.

Siguiéndoles los mortalmente aburridos, que su plática solo resaltaba sus inexistentes cualidades.

Y los feos, esos que por más carisma que tuvieran y título perecedero, se denotaban más impropios que los cazadotes con belleza extrema, que dejaba de lado, al ser más bellos que su persona.

Suspiró con pesadez.

Por lo menos estaba en su primera temporada, era hermosa, su padre ostentando un título en extremo aceptable, y su dote no era para nada despreciable.

Daría con el indicado, porque no consideraba al único rescatable de la velada, puesto que no era su tipo, una lástima porque su hermosura no la podía hacer relucir por encima de su personalidad hostil.

...

Se internó en los jardines de la propiedad, dejando que la absorbiera el laberinto de setos para apaciguar su desenfreno, hasta dar con un asiento de mármol para descansar sus pies.

Intentó ubicarse en este hasta que escuchó una conversación, o en ese caso una discusión que la puso atenta, queriendo acercarse lo suficiente para apreciar quienes eran los causantes de aquel espectáculo, digno de ser resaltado en la columna de Lady Chatty.

Abrió mucho los ojos tapándose la boca, cuando una voz en particular se le hizo conocida.

Eso tenía que ser un obsequio del creador.

Dirigió la vista al cielo nublado a punto de desbordarse.

Pudo haber hecho algo, pero no le nació.

Esa dama insufrible necesitaba ayuda, pero ¿A ella quien se la otorgó cuando la precisó?

«Por lo que más quiera no lo haga»

«Lo que más anhelo es a ti, así que no me pienso detener hasta ver mi deseo realizado»

...

Meneó la cabeza para salir de esa maldita pesadilla constante que resultaba ser su letargo permanente.

Cuando arribara a su residencia, no importando la hora se metería a la tina un par de horas.

La suciedad no se iba con nada.

EL CORAZÓN DE LA BESTIA (EL LOBO DE ALBEMARLE) *INADECUADOS 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora