XV| CONCESIÓN

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Hola mis amores.

Les voy a dejar un mensaje cortito para no agobiarlos.

Les deseo feliz fin de semana.

Que el cap sea de su agrado y espero sus reacciones.

Besos.

Jen.

Pronto tendrán mas noticas de mi.

No siendo mas, a leer ...

Posdata. si desean unirse al grupo de whats para que nos conozcamos mejor escríbanme al interno.

Ahora si, enserio...

A leer!!!

Les amo!!!

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BESTIA 

ʚɞ

Ni bien la tuvo en aquella zona poco adecuada para los menesteres que no daban espera, en vez de soltarle le recostó contra una pared cercana para poder degustarle en esa posición.

La urgencia se extendía por cada parte de su cuerpo, famélico por absorber cada espacio de su esencia.

Porque para su desgracia, cada que saqueaba su boca en vez de calmar su sed, apreciaba el desierto en su garganta, queriendo que su fuente directa le otorgara vitalidad.

Viéndose como una bestia, que ansiaba la jugosa carne de su presa, aquella que se hallaba jadeando cada que restregaba su erección contra aquella entrada, que era obstaculizada por la tela que tapaba sus cuerpos.

Gruñó atacando su labio inferior, soltándolo con rudeza cuando apreció el sabor metálico de la sangre. Obteniendo como respuesta un gritillo, que ahogó con su boca siguiendo con las embestidas de su lengua, que no le daban respiro.

La instó a que se sujetara con más fuerza de sus caderas utilizando las piernas, cuando dejó de apretar su trasero para poder subir las manos por su estrecha cintura, hasta llegar a la parte inferior del inicio de sus senos, frenando en ese punto en específico. Solo rodeándolos, como si estuviese delineándolos. Advirtiendo como la torturaba al no seguir avanzando.

En conjunto con esa acción, disminuyó el movimiento de su boca propinándole leves roces con sus labios de forma tentativa, mientras pasaba la lengua por la herida que provocó, no con ánimos de lastimar, si no ante la sensación de querer probarla por entero.

Hasta del líquido carmesí que le daba parte de su vitalidad.

Apreció como abría los ojos con los labios entreabiertos, soltando aceleradamente el aire, a la vez que pestañeaba intentando visualizarlo con los ojos enlagunados del deseo.

—Creí que no pensaba castigarme —soltó con la voz temblorosa por el deseo, ocasionando que sonriese de medio lado, a causa de las vibraciones expectantes de su delicioso cuerpo.

Porque no necesitaba valorar al entero su rostro, cuando todo su organismo le gritaba que se hundiera dentro de él.

Si no, que pese a su propia necesidad quiso de alguna manera dilatar el momento para darle las dos caras de la moneda.

EL CORAZÓN DE LA BESTIA (EL LOBO DE ALBEMARLE) *INADECUADOS 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora