Confesiones del alma.

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                                                        Lunes, 6 de abril del 2015

Me gustaría confesarte algo. Cuando te conocí, pensé que eras un ángel que vino a hacer de mi mundo uno mejor. Nunca supe lo que eras pero de seguro ya acabaste conmigo, tu misión ya estaba cumplida. Llamame loca, lo admito llegaste en un momento de locura. Y es que tú me vuelves loca. Nunca supe como decírtelo pero ya es muy tarde, creo.

En fin, también quiero que sepas que si algún día te sientes desquerido o perdido, te invito a que leas todos las palabras que me ayudaste a escribir porque en ellas encontrarás pedazos de ti. No hay ningún poema que no hable de ti desde el día que te vi de una manera distinta.

Soy muy joven para hablar de amor, lo sé, pero también sé que eres la mejor persona que el destino me ha puesto en el camino y que lo que sentí por ti es real. Lastima que lo tuyo sólo era confusión.

Lo más que me dolió fue que después de mucho tiempo me habías hecho creer, creer en las personas ¡¿para qué?! Dime, Mi Ángel, ¡¿para qué me llevaste al cielo?! Para verme caer de más alto, ¿verdad? Debe haber sido divertido verme caer...

"No sé quién eres,
No sé  si confiar
O escapar."

Esta frase la escribí en unos de mis poemas, te lo mostré y fue lo más que te llamo la atención. Me preguntaste: "¿A quién se refiere?" Y te contesté que sólo eran tonterías pero esa frase, amor mio, era para ti.

El Diario de un Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora