2

3.7K 242 30
                                        



La pesadez de mi cuerpo me hace querer irme de lado, siento como me duele cada pequeño pedazo de mis músculos. El tirón en mis manos me hace estremecer, me cuesta abrir mis ojos, incluso si la luz que me rodea es completamente negra.

-Princesa- su voz gruesa me hace querer mirar hacia adelante, pero ella no se está mostrando frente a mis ojos –No duermas más- siento como me toman de mi mandíbula y me agitan un poco para que despierte.

-¿Qué?- murmuro terminando por abrir mis ojos y enfocar a la mujer delante de mí.

Su ropa está un poco desordenada, no trae su chaqueta de traje, tiene la camisa blanca desabotonada en los dos primeros botones, esta arremangada hasta sus codos y su pantalón negro esta algo sucio.

-¿Qué haces mirándome? ¿No te gusto?- alzo mi rostro aun con vergüenza de ver algunas manchas opacas cerca de su ingle. Ella ladea su cabeza entrecerrando sus ojos y ve hacia donde estaba mi mirada antes y su sonrisa aparece –No he podido alejar mis manos de mi- relame sus labios con su lengua.

Es rosa y deja húmedos sus belfos.

No había sentido tanta agitación en mi cuerpo, no sé si es por el hecho de sentirme acorralada por la única mujer que he amado o porque no sé si ella sería capaz de atentar contra mi vida.

He conocido las facetas de esta mujer, una por una y nunca pude descubrir esta entonces ¿Quién es ella?

-Te he visto Camila, he visto cada paso que das para acercarte a mí- murmura lo último acercándose hacia mi rostro. Mantengo mi frente en alto y mi barbilla se muestra dejando en evidencia que no me estoy doblegando a sus palabras y que tampoco tengo miedo de ella, aunque puedo decir que sí.

Mis manos siguen atadas por el tirraje, lo sé porque la superficie es áspera y está lastimando mis muñecas. Cierros los ojos al sentirla cerca y me remuevo en la silla. La habitación tiene poca iluminación pero es suficiente para ver los orbes verdes mirándome fijamente, aunque ellos no solo se detienen en mi rostro.

-He querido tenerte para mí, quiero que seas mi juguete cariño. Yo te amo- muerde su lengua con sus premolares antes de hacerlo con sus incisivos. La sonrisa en su rostro no se aparta, pero la mirada oscura es casi de miedo.

La habitación no tiene casi nada. Una mesa a cada lado de una cama matrimonial y la silla en donde me encuentro. Veo dos puertas y no sé si pueden ser un closet y un baño, aun así, no puedo ver hacia el exterior, las cortinas y ventanas están cerradas, no dan ni un paso a que un poco de viento entre.

Estoy tratando de ver a mi alrededor que no me percato como es que ella me esta respirando en el cuello.

-Mi mascota- murmura y sintiendo su lengua pasar por mi cuello –Sabes tan delicioso ¿Cómo sabrás cuando me venga en tu dulce boca y sienta tu esencia por mi cuerpo?- su respiración se agita.

-Maldita loca- digo riéndome causando que ella se aleje y enfunde más su mirada- la veo apretar sus mejillas. Yo soy la maldita loca por estar enamorada de esta psicópata.

¿Acaso no es esto lo que yo quería?

-No me digas así- murmura apoyándose en los reposabrazos de la silla –Dime Lauren, es el único nombre que vas a gemir aunque estés sangrando- la miro con algo de asombro y ella sonríe de lado –Hay un montón de cosas que no conoces de mí, Camila. Pero no te preocupes por ellos, vas a descubrir cada una de ellas, poco a poco que te vas acostumbrado a verme día a día- trago hondo.

Miro a un costado tratando de evitar su mirada, aquella acción no se logra porque me vuelve a tomar por de mi rostro y me aprieta con las fuerza.

-¡NUNCA DEJES DE MIRARME!- su grito es muy alto y con ello viene la bofetada. Es fuerte y suena por la habitación, pero allí no se detiene. Su mano se estampada contra mi mejilla cuatro veces, las dos últimas ni siquiera me atreví a girar el rostro, ella misma lo hizo para volver abofetearme.

Alzo mi rostro, le escupo en la camisa la sangre y ladea su cabeza.

Su mano se acerca hacia mis labios y trato de apartar su mano de mi rostro pero ella me toma para no moverme y pasa su dedo pulgar por la comisura de mis labios y arrastra la sangre. La observa y analiza con su mirada antes de sentarse en mi regazo y lamerla mirándome fijamente.

-Mira lo que haces que haga contigo, Camila. No cooperas lo suficiente para no maltratarte- ladea su cabeza y acerca su rostro y pasa su lengua por donde la sangre está bajando y la traga –Pero no te preocupes, amare cuando te rebelas, porque de una y otra forma encontrare la forma de probar tu sangre- pasa sus manos por su cabello antes de levantarse –Mira lo que haces-

Ella se mueve alejándose un poco de mí y desata el cinturón y abre el pantalón, baja su cremallera y deja salir su miembro ya erecto.

-Camila, Camila Cabello- se masturba mirándome fijamente –Mira lo que me has hecho- sonríe y camina hacia mí, veo el balanceo de su miembro antes de que ella me alce con brusquedad logrando maltratar mis brazos por al fuerza ejercida para que pasen por el respaldo. Me lanza al suelo con fuerza y me toma del cabello con una mano para acerca con su otra su miembro a mi boca -¿No querías todo de mí?- alzo mi rostro y trago hondo mientras niego -¿Ahora no? Bueno, no es momento para arrepentirse-

Su falo entra de golpe a mi boca tocando el final de mi garganta, ella tira su cabeza hacia atrás mientras mis lágrimas pican por salir y la arcada quiere hacer acto de presencia.

-Hazlo bien- murmura ella embistiendo mi boca -¡HAZLO BIEN!- me gira sacándome el miembro de mi boca para abofetearme con fuerza. Cuando me ve el rostro enrojecido ella suelta un jadeo y veo como su pre semen está saliendo del glande -¡Camila!- gime y me toma del cuello con fuerza y me hace atragantarme con su grueso miembro.

Ella gime y jadea mientras yo cierro mis ojos, mi mandíbula duele por la forma tan brusca que me está tomando, sin embargo ella no termina del todo y me aleja de su miembro antes de alzarme y tomarme desde la barbilla.

Acerca sus labios a los míos, los besa castamente antes de girarme y lanzarme a la cama.

-¡NO, NO!- digo con fuerza tratándome de moverme hacia adelante aun con mis muñecas atadas entre sí.

-Grita todo lo que quieras, nadie podrá escucharte- ella susurra en mi oído, deja caer todo su peso en mi espalda antes de rasgar con fuerza mi ropa y abrir mis piernas –Tu hiciste que tenga una erección, harás que se baje con tu propio cuerpo-

-No, Lauren no- la punzada de dolor en mi frente se hace presente cuando cae directo a la cama tratando de retener el sollozo al tiempo que ella se mete hasta el fondo en mi sexo -¡AHHH!- grito entre el dolor y el llanto –Lauren, duele- digo sintiendo como parte de mi saliva sale por un costado de mis labios.

-Grita nena, hazlo. Nadie puede ayudarte a salir de esta momento- embiste con fuerza. Se alza y apresa mis manos en la cama mientras ella azota con fuerza mi trasero –Llenaste de sangre mi pene, nena. ¿Quieres que me excite de nuevo? ¿Lo estás haciendo apropósito?- vuelve azotar mi trasero y siento varios espasmo en mi cuerpo mientras sollozo con mi frente pegada a la cama –No llores nena, estoy aquí para saciar mi sed- 

¿Afable?  |Camren G!P|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora