Hinata y Kageyama le dan continuación a lo que empezaron como un deseo sexual, ganándose de una fama peculiar en la preparatoria.
Uno de los nuevos integrantes del club de vóleibol, se deja influenciar por la suprema pareja y termina convirtiéndose...
Rico, nerd, influencer, otaku, ficker, e infinidad de etiquetas son una característica propia de cada ser humano.
Querer pertenecer a algún grupo dentro de la sociedad es normal. Personas ordinarias buscan ser famosas por algún motivo, el reconocimiento hace que se llenen de satisfacción propia y puedan sentirse realizados en la vida.
Ser fujoshi o fudanshi debería funcionar igual, ¿o no?
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Cursado primero de preparatoria, un chico de cabello castaño, mediana estatura y anteojos, tenía un deseo por cumplir. Como cualquier joven a su edad, soñaba con ser popular. Siempre quiso ser alguien admirado por todos, en especial para llamar la atención de las chicas hasta poder tener una linda novia a su lado.
Recientemente, se enteró de que el club de vóleibol había ganado bastante fama desde hace dos años, esto por un dúo extraño que tenía un ataque rápido especial con el que le hacían frente a cualquier equipo.
Involucrarse en las actividades de un club que resaltara por encima de los demás era el escenario perfecto para adentrarse en el mundo de la popularidad. Por esa razón decidió aplicar a las pruebas de admisión del club de vóleibol, nunca imaginó todo lo que viviría dentro de tan venerado equipo.
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Acercándose sigilosamente a la persona que parecía ser la más amable del lugar, el joven castaño preguntó tímido: —Disculpe, ¿es usted el capitán del club de vóleibol?
A lo que un chico alto de cabello color verde musgo volteó para responder ante el llamado del Kōhai: —¿Eh?, sí, soy yo.
—Umm yo... quería entrar al club. La semana pasada escribí mi solicitud y se la entregué a una chica rubia, pero aún no he obtenido respuesta. Así que pensé, que por ser el capitán, usted podría admitirme directamente.
—Hee~, así que la última solicitud de ingreso que acepté era la tuya. Perdón la tardanza, últimamente hemos estado recibiendo una cantidad muy grande de solicitudes y no he tenido mucho tiempo de revisarlas todas. Si mi memoria no me falla, tu nombre es Fukushima Kichiro ¿verdad?
—Sí.
—Mucho gusto, mi nombre es Yamaguchi Tadashi. La chica rubia con la que acudiste es nuestra manager, ella fue la que te recomendó por tus habilidades. Debo decir que es bastante bueno que tengas experiencia en vóleibol —le sonrió amable, esperanzando al menor.
—Entonces ¿eso quiere decir que ya estoy dentro? —se emocionó.
—Ah, lo siento, no me malinterpretes. Me refiero a que al tener habilidades ya desarrolladas es bueno para ti, porque tendrás que pasar por una evaluación antes de poder integrarte al equipo.
