Una larga y aterradora pausa en el ambiente dejó a Hinata, Yamaguchi y Kageyama en total silencio a merced de la imaginación.
Una vez reaccionando ante la posibilidad más problemática, el pelinaranja y el peliverde voltearon rápidamente a ver asustados al azabache, quien ya tenía un rostro de asesino en ese momento.
—Kichiro, —Hinata quiso hacer entrar en razón a su kōhai. Puso su mano sobre el hombro del menor y le habló pareciendo ser serio al respecto— ¿No crees que esas cosas se dicen en privado? Aun eres muy joven, y hacer "eso" conmigo seguro solo es una repentina fantasía. Créeme, tu deseo por mí pasará con el tiempo. Cuando conozcas a una buena chica lo entenderás. —Dejó al pobre muchacho con un signo de interrogación en la cara. Además, con su intento de discurso razonable, Shōyō solo logró hacer enfadar aún más a Tobio.
—¡Hinata! —intervino Yamaguchi— ¡Deja de empeorar las cosas! Para empezar, él no ha dicho que hacer "eso" contigo sea algo pervertido.
—¿Ah no? —se sorprendió el pequeño junto con el otro idiota pelinegro del vóleibol, calmando a su vez sus instintos asesinos—. Entonces, ¿qué es lo que quieres hacer conmigo Kichiro-kun? —Shōyō y Tobio acercaron su rostro hasta el castaño para escuchar una explicación digna. Sí, digna para personas con una sola neurona en la cabeza.
—Me... ¡Me refería a un remate! —corrigió Kichiro muy avergonzado.
—¡Aaah! ¡Era solo eso! —carcajeó el anaranjado —Jajaja ¡Por supuesto que sí!
El menor sonrió ante su respuesta, y con brillo en sus ojos expresó:
—¡Muchas gracias!, ¡Hinata-san, yo siempre lo he admirado!, ¡será todo un honor poder servir a la estrella del Karasuno!—¡¿E-Estrella?!... ¡Quiero decir! No es la gran cosa, jejejeje —el pelinaranja se frotaba la cabeza con un obvio sonrojo y orgullo de sí mismo.
Una vez aclarado el malentendido, Yamaguchi y Kageyama exhalaron aliviados pensando que no habría más de qué preocuparse, y así dieron inicio a la prueba de Kichiro. La cuestión fue que al momento de calificar sus habilidades, ambos se quedaron impactados con la boca abierta.
Ya fuera en recepción, defensa o ataque, Kichiro realizaba todo magníficamente, en especial en la colocación. No por nada le había propuesto a Hinata hacer que rematara sus pases. Él sabía dónde y cómo colocar el balón en el aire para Shōyō, pues lo había estado estudiando desde muchos días atrás antes de presentarse en el club. Aparte de lo maravilloso y superior que era su técnica de colocación, la química entre ellos era buena, se llevaban bastante bien como para ser dos personas que se había conocido tan solo unos minutos atrás.
—Oye, Yamaguchi —susurró el pelinegro, acercándose sigiloso al capitán del equipo— ¿No me habías dicho que ese chico era tímido? ¡Porque no parece que lo es en absoluto!
—No mentí, —le aclaró el contrario también en voz baja— él actuaba demasiado tímido conmigo y con cualquiera que se le acercara. Solo se comporta así de confiado con Hinata, ya sabes que él tiene la habilidad de hacer amigos muy rápido, es normal que su personalidad en serio le haya atraído a Kichiro.
—¡¿HAAA?! —le hervía la sangre a Tobio— ¡¿Atraído?! ¡¿Qué demonios?!
—No es la primera vez que pasa algo como esto, tranquilizante y no hagas ninguna locura —terminó de susurrarle Yamaguchi, antes de que los demás se dieran cuenta que hablaban a escondidas.
Kageyama frunció el ceño sintiéndose mucho más ancioso de lo que estaba antes, e insatisfecho esperaba de brazos cruzados a que Hinata y su nuevo amiguito terminaran de hablar, pues debía informarle a ese chico prodigio que se le otorgaría la posición de colocador secundario en el equipo.
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BL en tercer año | Especial Deseo Intenso |
Historia CortaHinata y Kageyama le dan continuación a lo que empezaron como un deseo sexual, ganándose de una fama peculiar en la preparatoria. Uno de los nuevos integrantes del club de vóleibol, se deja influenciar por la suprema pareja y termina convirtiéndose...