Justo igual que dos niños recién levantados a tempranas horas de la mañana, Hinata y Kageyama bostezaban ampliamente durante el calentamiento previo a la práctica de vóleibol. El problema no era que lo hicieran, pero afectaban de manera negativa a todo el equipo contagiándolos con su falta de energía.
—¿Por qué están tan cansados? —les preguntó Yamaguchi, buscando encontrar una solución rápida antes de que acabaran con el poco espíritu deportivo de los demás.
—¿¡Cansados!? ¡¿Nosotros?! ¡Para nada! —contestó nervioso el pelinaranja.
—Si no confiesas en este instante, te vuelvo a suspender Hinata Shōyō —le advirtió el capitán mostrándole una sonrisa falsamente amable con claras intenciones de causarle miedo. Y funcionó, el anaranjado sudaba frío sin saber por dónde empezar a explicarse.
A su vez, el azabache suspiró decepcionado y molesto:
—Eres un fracaso para mentir —le dirigía las palabras al más bajo.—¡Al menos lo intento sabes! —le reclamó el naranja por no ayudarlo.
—Mejor no lo hagas, me avergüenzas.
—¡Hay por favor! No soy tan malo en esto.
—¿Prefieres que te recuerde tu mentirita de hace 2 años?
—¡GAH! ... —se avergonzó Shōyō, encogiendo su ego como un grano de arena.
—Entonces explícame tú Kageyama —exigía Yamaguchi— ¿Por qué pareciera que ambos estuvieron despiertos hasta muy tarde?
—Bueno, eso es porque ayer en la noche intentamos hacer una nueva posición, pero a Hinata no le gustó. No dejaba de llorar y gritar que le dolía mucho mientras me suplicaba que me detuviera, —sonrió satisfecho— ¡Aaah fue demasiado estimulante!
—¡Oye! ¡Deja de decir esas cosas frente a los demás! —le gritó Hinata al ver cómo todos los demás presentes se quedaban anonadados de lo que estaban escuchando.
—¿Qué? No es mi culpa que se escuche en doble sentido —encogió los hombros—. Cada quien es libre de interpretarlo como quiera.
—¡Eres demasiado descarado! —se enojó Hinata mientras Kageyama sonreía cínicamente. Volviéndose hacia el peliverde, le aclaró el asunto con sus propias palabras—: Escucha Yamaguchi, esto fue lo que pasó. Ayer en la noche fui a la casa de Kageyama para ver algunos partidos de vóleibol, pero encontramos un video de la rutina de ejercicios de jugadores profesionales. Kageyama, como siempre, alardeó de que se veía fácil y que él podría hacerlo sin ningún esfuerzo. Entonces, como eran ejercicios de estiramiento en pareja, lo reté para ver quien aguantaba por más tiempo estando en una posición difícil.
—¡Tch! Lo haces sonar muy aburrido —alegó Kageyama.
—¡Lo hago sonar realista!
—Hinata, —dijo Yamaguchi— continúa.
—Umm, bien —suspiró el pequeño—. El ejercicio consistía en acostarse boca arriba con los brazos estirados en vertical, y con ayuda de la pareja doblar las piernas hasta que los pies tocarán la palma de las manos. Resultó que la primera vez él hizo 9 minutos con 21 segundos y yo 9 minutos con 20 segundos, todo porque el tramposo estaba tocándome en donde no debía, así que le exigí la revancha. Lo malo fue que en cada intento él no dejaba de distraerme queriéndome besar porque "me miraba lindo en esa posición"
—Mi único vicio es besarte —interrumpió Kageyama—. Una vez que comienzo no puedo dejar de hacerlo hasta llegar al clímax ¡Es una regla lógica!
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BL en tercer año | Especial Deseo Intenso |
Truyện NgắnHinata y Kageyama le dan continuación a lo que empezaron como un deseo sexual, ganándose de una fama peculiar en la preparatoria. Uno de los nuevos integrantes del club de vóleibol, se deja influenciar por la suprema pareja y termina convirtiéndose...