YuGyeom

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- Padre ¿nos vamos? - dijo el castaño en el umbral de la puerta

- Vámonos - dijo el hombre mayor que venía con los pasaportes en mano y los pases de abordaje - ¿no olvidas nada?

- No padre, pero vamos por favor ya quiero llegar a corea - dijo feliz - muero por ver a JungKook

- Está bien, ya tranquilo estas demasiado emocionado - afirmo el mayor viendo como su hijo saltaba de la felicidad - tranquilo estaremos allá por la tarde

- Quiero darle esta sorpresa a kookie, hable con él por la mañana y piensa que estaremos viajando el fin de semana, además - mordió su labio inferior bajando la mirada mientras contenía un gritillo de felicidad - no puedo esperar para que se anuncie nuestro compromiso padre

- Lo se hijo, nada me va a hacer más feliz anunciar eso a todos y no solo por el gran negocio, sino porque mi único hijo estará feliz de tener a la persona que ama a su lado.

- Gracias, aun no puedo creer que el padre de kookie aceptara el compromiso antes de viajar a corea hace dos años, aunque para ser sinceros me encantaría saber por qué lo acepto.

- Lo acepto porque tú eres un buen chico para su hijo, él sabe que lo vas a cuidar y a proteger con tu vida de ser necesario, además, sabes bien que acepto porque fuiste una de gran ayuda para su hijo, te esforzaste demasiado en ayudarlo a tener confianza en sí mismo y subir su autoestima - suspiro al recordar al pequeño que llego hace años y del que su hijo se hizo amigo sin ningún interés de por medio, solo porque vio en el algo que los demás no - vámonos hijo

- Tiene poco más de un año que no lo veo y quiero hacerlo ya

Subieron al automóvil negro que los llevaría al aeropuerto en un cómodo silencio. El señor Seung estaba muy feliz por su hijo, en especial ahora que las cosas irían mejor para el chico, gracias a la gran noticia de buena salud que recibió en esta semana, sin duda un diagnostico alentador, según los médicos el cáncer se había erradicado por completo después de la operación que fue todo un éxito, la probabilidad de una larga vida era aquello que los tenía tan felices, ya que de esa forma su hijo y su yerno tendrían un poco más de tiempo, si bien al principio creía que apenas se llegaría a casar y enviudar en menos de un mes, ahora las cosas pintaban diferente.

Al llegar al aeropuerto hicieron el check-in de las maletas y esperaron en la sala de descanso hasta que su vuelo fue anunciado.

Una vez a bordo del avión el castaño no podía evitar estar ansioso por la llegada a corea, aún recuerda a ese chico de cabello negro como caoba y esos hermosos ojos.

Recuerda como lo conoció hace cuatro años, cuando el menor llego a Japón, aún recuerda el paso tímido con el que andaba, mirando hacia todos lados, maravillado y asustado al mismo tiempo, supuso desde que lo vio que, debía ser que era un chico acosado, no va a negar que desde que lo miro algo dentro de él le pedía proteger a ese niño a costa de todo, al su familia ser una de las más poderosas nadie se atrevía a tocarlo, nunca tuvo que usar el nombre de su familia antes y menos recurrir a su jerarquía en esa escuela, pero al ver como los bullying se acercaban al pequeño de grandes gafas no dudo un segundo y se interpuso entre WonBin y su objetivo tomándolo de la corbata del uniforme y dándole la clara advertencia de que el chico nuevo era intocable y que si algo le pasaba fuera o no fuera el chico el causante, no dudaría ni un solo segundo en utilizar el poder de su familia en contra de él.

Así se convirtió en su protector.

Recuerda haberlo saludado y quedarse prendido de esa sonrisa de conejo, sus ojos brillaban más que el sol o eso creía.

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