2.
—Me preguntaba si mañana te gustaría almorzar conmigo y mis amigos en la cafetería. Se-Se que tus amigos a veces toman clases extras durante el receso y por eso vienes a comer aquí.
— ¿Qué mierda estás insinuando? —los ojos de Mark se abrieron aterrados mientras negaba efusivamente. Acababa de llamarle inadaptado social indirectamente. Ya recordaba por qué no hablaba con el idiota.
— ¡No, no quería decir eso!
— ¿Decir qué? ¿Qué no tengo amigos y te doy lástima? —el tono de voz de DongHyuck comenzó a ser más y más hostil, estar junto al humano tonto le sacaba de quicio.
—No, claro que no, Haechan. Sólo estaba intentando invitarte a comer, la-lamento haberte ofendido yo no-
—Bien, de todos modos no me importa, tenemos práctica Mark Lee —el susodicho se encontraba avergonzado y de pronto se veía más chiquito. Realmente no lo aguantaba. Pasó a su lado chocando su hombro sin cuidado, y apuró el paso hacia la cancha al otro lado de la escuela. Pero Mark no se quedó atrás y rápidamente tomó lugar a su lado. Su aroma comenzaba a ahogarlo—. Dije que ya no importa.
—No quise insinuar nada malo hacia ti, realmente solo quería acercarme — ¿por qué tenia que ser tan directo? Ahora el avergonzado hasta las orejas era DongHyuck. Asintió sin dirigirle la mirada y continuaron caminando hacia el entrenamiento.
Podía sentir la mirada de perrito mojado del humano fijada en su nuca, pero no pensaba darle siquiera una sonrisa, porque era peligroso. Darle la mano a Mark significaba que luego te tomaría del codo y jamás te soltaría otra vez. Aunque a veces nisiquiera era necesario dirigirle una sola mirada para tenerlo pegado a tu lado todo el día. Y al parecer ese iba a ser uno de esos días.
El entrenador lanzaba gritos de aquí para allá como todos los días. Y la mayoría ya se encontraba estirando en parejas, para cuando quiso reaccionar Mark ya había tomado su mano y lo arrastraba hasta el campo totalmente emocionado. Sabía que estaban atrayendo miradas, no era la primera vez que Mark hacia eso, pero siempre lograba sorprender a todos de alguna manera. Deslizó su mano fuera del agarre y dejó su bolso en el suelo para tomar asiento al lado y comenzar a estirar sus piernas y brazos. Mark siguió sus pasos y se sentó frente a él con esa sonrisa que a todos les agradaba.
—Estiren bien esas piernas señoritas si no quieren terminar con algún ligamento fuera de lugar esta tarde —el equipo de fútbol era realmente grande y hasta algo abrumador. En algún punto de la secundaria, el fútbol había significado la vida entera. Ahora solo era un pasatiempo más, porque su mente no dejaba de agobiarlo. Pero los últimos años no había podido relajarse completamente, y su problema era el canadiense estirando alegremente frente a él. Como si no acabara de arruinarle el almuerzo completo persiguiendolo por media escuela.
El canadiense que una vez había ganado el puesto de Capitán en el equipo. Y DongHyuck si lo había odiado por ello, lo había odiado tanto que incluso llegó a pensar abandonar aquel deporte que tanto amaba. Entonces, simplemente dejó de amarlo, y comenzó a centrar toda su energía en evitar los intentos de iniciar una amistad con Mark. Lo detestaba. Era idiota y no confiaba en su sonrisa.
—Hora de correr, señores. cuarenta vueltas completas a toda la cancha y como vea a algun holgazaneando serán ochenta, ¿oyeron?
Un "sí, entrenador" se escuchó por toda la cancha antes de lanzarse a trotar por los bordes de la cancha en manada. Mark iba a su lado, tan pegado que podía oír su corazón latir con una fuerza descomunal. DongHyuck siempre se preguntaba si su salud se encontraba bien. Pero su rostro inmaculado miraba al frente y su postura no tenia fallas. Ugh, tan perfecto.
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boy meets evil ; haemark
VlkodlaciDongHyuck es un lobo alfa en secundaria, donde finge ser otro humano más como el resto de los de su especie. Y detesta con todo su corazón a una única persona que cumple con todos los estereotipos de un humano adolescente promedio y tonto: Mark Lee...