Capítulo 6

225 27 12
                                    

Esa mañana los tres cachorros partieron juntos a la escuela completamente agotados y aun llenos de tacos.

—Aún quedan tres días para la Luna Llena —murmuró ChenLe una vez bajaron del autobús y comenzaron a caminar calle abajo por la senda peatonal. Se encontraban adormilados y bostezando a cada rato. Solía pasarles cuando sus tres lobos dormían juntos, era casi automático, comenzaban a largar feromonas tranquilizadoras que adormecian hasta el más pequeño músculo de sus cuerpos. Era como una siesta reparadora pero multiplicada al cien, casi como hibernar.

—Ni me lo recuerdes —lloriqueó DongHyuck como un niñito pequeño. No quería ni tenía fuerzas para lidiar con eso ahora. El primer día siempre era el más pesado, sus sentidos y su parte racional solían adormecerse y dejarse caer a los impulsos de su lobo. Los cuáles solían ser autocomplacerse o abrazar a alguien hasta la muerte. Y ni sus amigos ni su familia iban a estar para él ese día. Solo esperaba no hacer alguna locura.

—Tal vez no sea tan malo —animó Jeno con calma y una sonrisa juguetona, DongHyuck sintió el impulso de tomarlo por los cachetes y acunarlo con dulzura —. Digo, vas a tener tiempo a solas y privacidad para...

— ¡Que asco! ¡Para! ¡Para! —exclamó ChenLe comenzando a golpear su hombro de manera escandalosa —. De solo pensarlo me dan ganas de vomitar.

DongHyuck lo observó con molestia, y un gran puchero en su rostro —. Para tu información soy adorable.

—Ja. Quién te mintió de esa manera —aquello desencadenó en una discusión sobre si DongHyuck era adorable como un pudu o una silla de plástico, según ChenLe, plana y simple.

.                              .                               .

Mark Lee era siempre raro, y parecía no poder deshacerse de él sin importar que tan malo o grosero fuera. Asi que simplemente habia dejado de tratarlo, permitiendole pulular alrededor de él y sus amistades. Un acuerdo tácito de mutuo silencio.

Pero esto comenzaba a superar todos los límites que había dibujado por encima de los límites pasados.

Había comenzado a acosarlo de nuevo. Si es que alguna vez se habia detenido. Solo que esta vez más cerca.

— ¿Ahora que te pasa? —preguntó DongHyuck exasperado. Era algo irritante tener esos ojitos de cachorro sobre su nuca todo el día de nuevo. Volteó a ver al canadiense a su izquierda, con ambas manos sosteniendo sus mejillas, cansado hasta la médula. Este le devolvió una mirada demasiado intensa para ser solo las 9 de la mañana a mitad de semana —. Sabes que puedes hablarme.

—Si.

—Pues habla, que te sucede.

— ¿Puedes ayudarme a estudiar para el examen de esta materia? —acaso DongHyuck tenia cara de profesor particular. Mark se removió pero no desvio la mirada como cobarde.

— ¿Que te hace pensar que yo estoy calificado para enseñarte cualquier cosa?

—Tus notas. Eres muy inteligente.

Bien, DongHyuck iba a hacer como que no le habia calentado ser elogiado por su gran cerebro. Esperaba que ChenLe y Jeno estuvieran escuchando como siempre porque no le iban a creer. Cerró los ojos fingiendo meditar la respuesta, pero no tenía excusas válidas para salirse de esta.

—Esta bien.

— ¿Enserio? —los ojos del humano casi se salen de órbita de manera exagerada. Observó al profesor acercarse para supervisar las actividades que debian terminar antes de que acabaran las clases —. Esta tarde en mi casa después de clases, ¿estas libre?

El profesor y DongHyuck hicieron contacto visual por un segundo. Mark Lee como siempre totalmente ajeno a la realidad, observandolo con emoción sin percibir la vibra molesta del directivo. Posó su mano en la coronilla de su cabeza y lo inclinó sobre sus hojas en el pupitre.

— Si, lo que sea. Ponte a trabajar —chisto, sin darse cuenta aún a lo que sea que habia accedido.

Jeno y ChenLe por otro lado estaban descostillados de la risa al fondo del salón. Acababa de cavar su propia tumba.

El día había pasado sin penas ni gloria. Demasiado tranquilo y monótono. Claro, el Universo le estaba dando un respiro, preparandolo mentalmente para el acontecimiento de la tarde.

Las clases particulares.

Cuando sus amigos le habían comentado el trato que habia hecho con el demonio, se quedo en silencio en los baños cuestionando todas y cada una de las acciones que habia tomado a lo largo de su corta vida.

— ¿Que tienes planeado? —preguntó Jeno, codeandose con su gemelo malvado, ChenLe. Esos dos sabían algo.

— ¿Por que tanto secretismo? Puede haberme dado un derrame cerebral pero aún puedo ver sus sucias caras de cómplices. Qué saben.

—Nada —masculló el menor — ¡Solo que claramente Makku va a intentar un movimiento contigo!

— ¿Qué? No es cierto, ¿por que saben eso que no es cierto ni en lo más mínimo? —sus mejillas se habían encendido de manera automática en contra de su voluntad. Era la maldita Luna Llena y su maldito celo que ponian a su lobo todo sensible y complaciente. Sus amigos chillaron emocionados antes de envolverlo en un abrazo incómodo y apretado — ¡Me asfixian!

—Eres demasiado adorable para este mundo, Lee DongHyuck. No dejaré que ese canadiense te corrompa tan fácilmente. Iremos a las clases particulares y lo tendremos bajo custodia.

—Porfavor, no me dejen solo con él. Tengo miedo de ponerme idiota como la vez pasada —susurró lo último escondiendo su rostro en el pecho de ChenLe.

De pronto la puerta del baño se abrió de par en par y un sudoroso Mark entró despreocupadamente hasta que se dio cuenta que se trataba de ellos. DongHyuck se separó y peinó su cabello alborotado por culpa de sus lobitos. El canadiense los observó cuidadosamente, estudiando a los menores de arriba a abajo, estos sonrieron inocentemente. Los celos se olían a kilómetros.

Mark Lee sentía demasiado, y DongHyuck tenia suficiente con sus propias emociones.

— ¿En donde andabas? —preguntó el menor de todos tomando al canadiense por el cuello y acercandolo de manera amigable. Era eso o arriesgarse a ser fulminado por toda la eternidad.

—Estaba jugando un partido de baloncesto con los chicos y me embarre todo el uniforme de gimnasia. Vine a cambiarme —comentó más calmado y sonriendo vergonzosamente. Todos rieron quitandole importancia a la situación algo tensa de hace un momento.

—Deberías tener más cuidado y cuidar las cosas que tus padres te dan —comentó DongHyuck saliendo del baño despidiendose de sus amigos.

—Si —susurró el mayor observando la puerta cerrada. ChenLe y Jeno sonrieron con dulzura, eran dos tontos adolescentes. Aunque DongHyuck fuera un adolescente mitad hombre lobo que una vez al mes se portaba como un perro para no asesinar a nadie. La cosa estaba algo complicada.

nota:

soy como las cucarachas no me muero me multiplicoo, tengo a dios de mi lado perra me oyes !!

boy meets evil ;  haemarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora