Baje corriendo las escaleras, y salí lo más rápido que pude.Escuche un "_____ espera" muy lejano, pero no me detuve por nada del mundo.
Llegue al parque al lado del río, casi sin aire, me tuve que apoyar en un árbol para no caer.
Tenía los ojos llenos de lagrimas, que la cabeza se me revolvía entre tanto pensamiento.
La sensación de asco mezclado con decepción llenaba todo mi cuerpo, no podía pensar en nada más que en la baba de esa chica en la boca de Bryan, quien probablemente la había engatusado con una tierna canción y una mirada profunda primero.
-Tonta, tonta, tonta-me golpeaba la cabeza con el tronco del árbol.Claro era demasiado lindo para ser verdad.
Acaso todos los hombres del mundo eran unos zopencos?Un pequeño chipote empezó a crecer en mi frente, por lo que me detuve y me senté en una banca cercana.
Divagué por largo rato, enredándome en suposiciones absurdas (" Se suponía que yo le gustaba") y reemplazando al príncipe por un sucio y baboso sapo besador...
Tenía la cabeza hecha un horno de tanto pensar; mis manos estaban inquietas por la necesidad de desquitarse contra algo.
Mire al piso, tome un puñado de piedras y fui a donde hace un mes había intentado mi suicidio.
Saqué las piedras, y una por una, las tire con todas mis fuerzas al río.
-Imbecil... puerco... hijo de... -mascullaba al mismo tiempo que las arrojaba con furia.
Se me acabaron, y con ellas la energía.
Ese mundo negro e injusto volvió a mi como a un viejo amigo, yo me estremecía al ver mi corazón recibirlo en penumbras.
Me senté, o más bien me deje caer al piso, y envolví mis rodillas con los brazos.Deje de llorar, pero cerré fuertemente los ojos, y apoye mi cabeza contra la barra de contención.
-!____! Te busque por todas partes, te fuiste corriendo tan rápido que no me dio tiempo ni para explicarte.Aunque todo el tiempo tuve el presentimiento de que estarías aquí, por que tu... Estas escuchándome si quiera?-Dijo Bryan.
-No, no quiero escucharte Bryan-dije abriendo los ojos perezosamente.El estaba ahí de rodillas hablándome como un padre diciéndole a su hija que dejará de patalear.
-Tu sí que te pasas, ni siquiera sé por que estas enojada de que estuviera con alguien más, tu jamás me avisaste que irías a mi casa-escuche incrédula a Bryan.El realmente pensaba no hacer nada malo.ERA UN #!•$%&/!!!
-Yo enojada? Cómo se te ocurre Bryan.Como se te ocurre pensar que yo me enojaría cuando te vi besar a esa... rubia teñida.Luego de lo que dijiste en mi casa.!Como se te ocurre pensar que me dan ganas de matarte con sólo imaginarte cantarle la misma canción que a mi! No, yo no soy así, tu tranquilo-le dije lo más irónica posible.
Bryan se me quedo mirando un segundo, luego una sonrisa de asomo en su rostro.
-Estas celosa?-se podía notar su orgullo !No entendía nada!
-Celosa no Bryan, ESTOY FURIOSA; por qué había descubierto que el chico que se había convertido en mi mejor amigo en tan poco tiempo era un cerdo, que lo controlan sus hormonas y que es lo suficientemente imbécil para ocupar los mismos trucos con todas las chicas.
-Estas celosa-me decía entre risas como sí fuera un chiste.
La sangre se me subió a la cabeza, el jamás tomaría en serio lo que decía.Me pare y comencé a caminar a paso firme, susurrando enojada.
-Hey, hey _____, no te vallas-me alcanzo y me tomó la mano.Yo me solté de un tirón.-Yo pensé que tu... me dejaste muy claras las cosas la otra noche.
-Dime, le cantaste la misma canción que a mi también? O cambiaste el repertorio?
-!Tu me dijiste que no querías nada conmigo!, Y ahora yo estoy mal por besar a otra persona?-pregunto, debía admitirlo, tenía un poco de razón.
-No es sólo eso... pensé que te llevaría un poco más rendirte-le dije con pena-yo había pensado mejor las cosas y... pero ya no importa, no pasan ni dos días y te metes con cualquiera.
-Ella no me importa _____, con suerte se su nombre.Me pidió que le enseñará a tocar la guitarra, fue a mi casa y bueno... soy hombre, y según yo no tenía ninguna oportunidad contigo así que bueno...
-Fuiste un tonto.
-Lo se, pero pensé que te importaría-vi que hablaba con sinceridad, se bajó la rabia de la cabeza y afloje las manos-Te lo recompensaré, me dejas?-dude un poco, pero para variar, su mirada tierna me hizo asentir con la cabeza.
El sonrió mostrando sus dienten tan blancos.Tenia una sonrisa que lo hacía tan especial, súbitamente me abrazo y me dijo:
-Te quiero-y me dio un beso en la frente.