Al pasar los días fui perdonando a Bryan, quien por lo demás se estaba portando como un caballero, hasta que termine por olvidarme del asunto.
Jamás me había sentido así con alguien, tan feliz, tan relajada...... tan libre de ser quien yo realmente era.
Bryan era mi superhéroe, me salvaba de todos mis problemas y, si bien no tenía capa o superpoderes, su sonrisa blanca y sus manos tiernas eran para mi lo más poderoso del planeta.
El jueves de hecho, había tenido un altercado en clases.Les he contado que mis compañeros me odian? Parece que no.Alice era mi única amiga ahí, y ella se había ido a Oklahoma hace ya dos meses.
Nunca sur con certeza la razón de su molestia conmigo, aunque tenía mis teorías, las chicas probablemente me guardaban rencor desde que las había encarado en los vestidores después de gimnacia, por haberse confabulado contra Patty la chica con sobrepeso de la clase, en el juego de quemadas.Apenas la maestra toco el silbato, los balones fueron directamente hacia Patty, quien no veía la forma de defenderse, tampoco podía correr ya que su cuerpo la hacia trotar de una forma terriblemente lenta.
"Patty Patty, atrapa esta" y en un abrir y cerrar los ojos, la pelota fue directamente hacia su cara.Me llene de rabia y les dije de todo en los vestidores, adquiriendo la simpatía de Patty, quien desde ese día me miraba como su defensora, y la desgracia de ser la enemiga de las populares.
Pero por el contrario el odio de los hombres, no me lo había recibido merecidamente.Lo que paso fue que Chris, un chico desgarbado y odioso reconocido por todos como " el payaso del salón", me invito un día a salir y yo obviamente le dije que no, pesó su fama de mujeriego era algo que todos sabían.
El cazo es que creo que fue la primera vez que alguien lo rechazo, por que los siguientes días empezaron a llegarme rumores de que Chris andaba diciendo que yo lo invite a salir, pero que el se había negado, y que me había respondido con estas palabras "yo no salgo con perras".Ademas invento que yo no paraba de llamarlo y decirle que aceptara.
Cuando Alice me lo contó, yo no podía creerlo, estaba tan enrabiada que lo confronte en el salón, en presencia de todos.Pero no sirvió de nada, pues el siguió haciéndose el cínico y las chicas aro echaron la oportunidad para burlarse aún más de mi.Por otro lado Chris, el líder innegable de la clase, pues su humor innato le daba un poder de convencimiento aún más grande que el de un dictador.
En fin, siguiendo con la historia, el jueves llegue a mi banca y encontré una extraña nota escrita con una letra que no conocía.Decia:
"No he parado de mirarte desde que inició la semana.Hoy te vez especialmente bonita.Atte: Tu admirador secreto
PD: Si quieres conocerme, ven a la hora del almuerzo a las canchas.Te estaré esperando".
La verdad no me había llamado demasiado la atención, pero mi pequeño bichito ególatra, reavivado luego de conocer a Bryan, me dijo que no haría nada de daño asistir.
Así que a las 3 en punto fui a la cancha de pasto.Entonces una mano masculina me tapó los ojos y me llevo a otro lugar.Cuando paró me susurro "cierra los ojos" y me soltó.Yo obedecí aunque me pareció oír pasos y susurros.
-Puedes abrirlos-dijo la voz.
Los abri, y un cachorro de pestilente agua me cayo encima.Los chicos de mi clase salieron corriendo muertos de risa, y yo quede, con grasa y colas de pescado metidas hasta en mi alma.No supe que hacer la vergüenza y la humillación me turbaban la mente.Por supuesto, me puse a llorar, y no halle nada mejor que ir a buscar a Bryan.
Fui a su escuela, y me senté a esperarlo afuera.Debió haberme visto por la ventana, por que bajo enseguida y sin importarle mi olor, me abrazo y yo me puse a llorar en su hombro.
-Ay _____ que te paso?-le conté y me llevo a su casa.Me consoló sin la necesidad de hablar.Solo me acariciaba la mano de vez en cuando hasta llegar a su casa.
Me di un baño, y el me presto ropa seca.Unos pantalones de su mama y una playera de el que me quedaba volando.Pero estaba impregnada de su olor.El también se limpió, prendió la radio y nos sentamos en la cama, yo aún estaba triste.
-Por que todos me odian Bryan?
-Yo no te odio-dijo orgulloso
-Si, pero es que tu eres castaño, los castaños son tontos.
-Tienes razón pero sabes lo malo de las morenas?-negué con la cabeza-Es que son..... increíblemente fácil de molestar-y empezó a darme besos en toda la cara y algunos en el cuello, y empezó un ataque de risa por que al mismo tiempo me hacia cosquillas en el estómago.
-Bryan para ya-decía entre risa, pero de poco a poco dejo las cosquillas, pero siguió con los besos fugases, que cada vez eran más lentos, cada vez tomaban un significado distinto-Bryan.....
Dio rienda a su verdadero propósito, y empezó a darme apasionados y suaves besos en el cuello, sin darme cuenta cerré los ojos, y al abrirlos estábamos acostados en la cama uno al lado de otro.Bryan siguió subiendo sus besos hasta mi mentón, siguiendo el camino de mi mandíbula.Podía sentir su boca abrazadora tocar mi piel, y creía que esta se derretía a cada toque.Mi cabeza daba vueltas de placer, y no pude hacer nada para evitar el deseo de dejarme llevar.Hicieron falta unos besos más y ya me rendí completamente a su merced.
Se empezó a acercar peligrosamente a mi boca, un beso en la nariz, otro en la pera, otro en la comisura... y con un movimiento arrebatado tomó mi labio inferior entre sus dientes.Jugo un poco haciéndome transpirar y estremecer con sus movimientos, hasta que por fin, sentí los labios que por tanto tiempo había añorado.Bryan Mouque me dio un beso.
