-!...!?-los observe pasmada, sus labios se entrelazaban y yo escuchaba mis ilusiones recién nacidas estrellarse contra el piso, y partiese en pedacitos.
-Hola amor-dijo Bryan.Un nudo comenzó a formarse en mi garganta.
-Como estas cariño?-me miro por primera vez-No debería estar ella aquí, tienes que descansar.
Wendy me miro con desprecio, y con ese dejo de altanería de quien mira a su enemigo cuando acaba de ganar la guerra.Quise estrangularla, arañarle la cara, tirarle el cabello; pero la pena era más grande, y neutralizaba cualquier otro sentimiento.
-Te acompaño a la salida-dijo Wendy.Bryan se despidió con una sonrisa simpática y cansada, y yo salí inconsciente de mis movimientos, juntó a ella.
-Que le hiciste? Por qué no me reconoce?-le pregunté llena de lágrimas.
-Yo nada, fue tu culpa, por ti el se desmayó y se golpeó en la cabeza-se notaba que estaba feliz de salirse con la suya-Tiene amnesia recuerda, según lo que uno le diga.Y bueno... yo me encargue de decirle unas cuantas verdades.
-!Que le dijiste!?
-Nada en especial, sólo le recordé que el y yo éramos novios, y que te rescató por que vio que nadie hacia nada; ni siquiera recuerda que te conoce-quise matarla, comencé a llorar de rabia, y como las lágrimas se encargaron de liberar la pena, el odio tomó su lugar y mis impulsos se activaron.Me lance como un puma encima de ella, incluso la tire al piso.Me puse encima y comencé a lanzar puñetazos con un desenfreno inusual en mi; le tire su estúpido pelo rojo como el fuego y ella chilló alertando a todo el personal.Pronto llegaron enfermeras e intentaron separarnos, pero yo no estaba dispuesta a rendir tan fácilmente, y con las piernas la agarré en una improvisada llave, y seguí repitiendo rasguños y golpes por todo su cuerpo.Ella también se defendió, y un asertivo combo aterrizó en mi ojo.
-!PAREN!-grito Bryan, en su bata blanca de hospital.-!Quita tus manos de ella!
Demore un poco en darme cuenta de que eso iba para mi, no para Wendy.El la abrazo y acaricio su pelo, y yo me encojo hasta sentirme diminuta.Agarre mi pecho por que pensé que por un minuto mi corazón había dejado de existir.
-Estas bien?-le preguntaba.Ella asintió y me miro con los ojos llenos de risa.
El se giró hacia mi, se agachó, ya que yo seguía en el suelo, y me dio una mirada de odio tan dañina que hizo volver las lágrimas.
-No te vuelvas a acercarte-dijo lentamente, y se fue con Wendy aparentando estar dolida.
No tuve otra opción que regresar a mi cuarto envuelta en lágrimas, y ahí no Freddy pudo consolarme.Estaba viva pero, de que servía?
A lo largo de la tarde me dieron de alta, y fui libre de irme a casa.Oviamente, la casa de mi madre quedo destruida, por lo que en mi estancia en el hospital se había decidido que con Freddy nos iríamos a vivir con mi padre, y mama se iría a casa de la abuela.
Para nosotros estaba bien, casi no vemos a mama por que pasa todo el día en el trabajo, y papá tiene un aura especial que te hace sentir acogido, aunque estuvieras en un poco amueblado departamento.
Me desvele pensando en la forma de despertar a Bryan de aquél mortífero señor que lo había incluido Wendy, un horrible mundo donde yo no existía para el y donde sus recuerdos la música había sido remplazada por aquél pelo rojizo.Pocos días antes, estuve a punto de rendirme al amor de Bryan, pues pensaba que el no me quería, y que sin eso, jamás podría tenerlo a mi lado de nuevo.Ahora sabía que esto no era así, el me había salvado, y me quería al punto de arriesgar su vida para salvar la mía.
Todo era culpa de esa vil mentirosa, y no de el.
-Debo encontrar la manera de hacerlo recordar, pero como !!como!!