Ciudad en llamas: Apocalipsis

Capítulo 3: El Terremoto

Marcus y los demás estaban paralizados, no sabían que hacer al igual que la gente. De pronto a lo lejos, muchos edificios empezaron a caer aplastando a la gente y a los autos. En ese momento Marcus se des paralizo y grito:

-Vamos hay que correr.-Les grito a todos.

Los chicos empezaron a correr y la gente los siguió. Marcus volteo a atrás y pudo ver como su hotel caía y se destrozaba. Todas sus pertenencias y la de sus amigos se habían perdido.

Todos corrían muy rápido por la banqueta tratando de no caer en la inmensa grieta que ya hacía en la calle. La gente que iba hacia atrás no tenía oportunidad de salvarse, ya que les caían todos los edificios. Los siete chicos iban a la delantera corrían con todas sus fuerzas. Lograron salir de la calle correr. De la gente que había en el hotel y de los que había en los demás, solo quedaban como veinte contando a los siete chicos. La gente se esparcía por todos lados dejando a los siete por la misma calle, los edificios seguían cayendo y ellos corriendo.

No había muchas esperanzas de sobrevivir a eso pero al cabo de unos minutos, los edificios dejaron de caer. Los chicos habían parado, exhaustos y heridos ya que muchas cosas de lo que caía les había dado a ellos y a las demás personas.

-¿Qué rayos fue eso?-Pregunto Beth espantada.

-Un terremoto.-Confirmo Noah.

-Pero uno fuerte.-Exclamo Angelina.

-¿Cómo pudo pasar?-Pregunto Marcus.

-Pues no soy muy experto en esto, pero creo que es por el movimiento de la Tierra.-Confirmo Carl.

-Tal vez.-Dijo Arthur.

-Hay que encontrar refugio por si vuelve a pasar.-Propuso Alice que llevaba tiempo en silencio

-Si.-Dijo Noah.

Los siete chicos empezaron  a caminar por la desierta calle. Voltearon a todas partes para ver algún refugio pero no encontraban nada.

-Aguarden.-Dijo Marcus.

Todos voltearon al lugar donde se encontraba Marcus.

-¿Qué pasa?-Pregunto Beth.

-Estamos en una ciudad que tiene playa, ¿cierto?-Todos asintieron.-Lo que significa que…

-No puede ser.-Grito Alice.

-Un Tsunami.-Completo Carl.

Todos quedaron impactados al escuchar lo que había dicho Marcus y Carl.

-A veces no suele pasar.-Les dijo Arthur.

-Pero es porque son pequeños terremotos, ¡ESTE NO!-Grito Carl.

-Entonces con mayor razón hay que apresurarnos.-Concluyó Marcus.

Los chicos empezaron a correr y a gritar ¡AYUDA! Esperando  alguna respuesta.

No escuchaban nada y empezaron a preocuparse más. De pronto empezó a sonar la alarma y pasó un helicóptero sobre ellos. Los chicos empezaron a correr y a seguir al helicóptero. Lo siguieron por varios minutos y notaron que aterrizaban sobre un hospital que se hallaba sobre una montaña. Al parecer los soldados o quien fuera que sea sabía que se aproximaba un tsunami.

Cuando llegaron al principio de la montaña, no tuvieron de otra más que subir. Por suerte para ellos había un camino que empezaba donde ellos estaban y terminaba a unos metros de la entrada al hospital.

Caminaron por minutos ignorando la alarma que seguía sonando y llegaron a la entrada del hospital. Entraron en él y buscaron ayuda, (ya no se escuchaba la alarma). Cuando se acercaron más adentro del hospital escucharon gritos y llantos por los pasillos.

Se acercaron a los pasillos y pudieron ver mucha gente en el suelo heridas y algunas muertas. Vieron a unos soldados acercándose a ellos.

-¿Hay algún herido?-Pregunto uno de ellos sin saludar.

-Todos.-Contesto Marcus.-Pero nos son graves las heridas.

-No importa.

Entonces los soldados que estaban allí que eran como ocho empezaron a atenderlos. En eso se abrieron las puertas del hospital y se metían más gente herida y los soldados empezaban a atenderlos.

-¿Qué tipo de terremoto fue eso?-Pregunto Carl con dolor, ya que un soldado le ponía alcohol en la herida.

-¿A caso nos ves cara de saberlo?- Carl negó con la cabeza.

-Pero fue muy  fuerte, eso si está claro.-Dijo otro soldado que atendía a Alice.

-Se aproxima un tsunami, ¿verdad?-Pregunto Marcus al ser atendido por otro soldado.

-Probablemente.-Contesto el soldado que al parecer era el líder.-Por eso sonamos la alarma, para que vinieran los que pudiesen y sea curados.

-¿Dónde están los doctores?-Pregunto Alice.

-Muertos.-Contesto otro soldado que atendía a Arthur.-Estaban en otra parte del hospital refugiándose y dejando a los pacientes que ya estaban hospitalizados antes del terremoto. Algunos se quedaron y están atendiendo a otras personas. Nosotros llegamos a ayudar. Otras unidades fueron a otras partes.

-¿Pero ellos también saben que se aproxima un tsunami?-Pregunto Angelina.

-Tal vez.

-¡SEÑOR!-Grito otro soldado que se acercaba.

-¿Qué pasa teniente?-Pregunto el líder.

-Nos mandaron un mensaje.

-¿Quiénes?

-La marina. Dicen que el terremoto (como el de aquí), sucedió en todos los países del mundo.

-¡¿Qué?!-Pregunto y grito.-Imposible.

De pronto, empezó a sonar de nuevo la alarma. Y toda la gente empezó a gritar.

-¿Qué está pasando, teniente Lee?-Le pregunto a un chico asiático que atendia a un niño.- ¿Por qué suena de nuevo la alarma?

-El ts…tsunami señor.-Le contesto aterrado.

-Dios. ¡ATENCION SOLDADOS!-Grito por todas partes.-Prepárense para un impacto y protejan a la gente que puedan, es nuestro deber que sigan con vida estas personas.

Algunos de los soldados empezaron a cargar a la gente con las heridas más graves mientras que los otros calmaban a la demás gente.

-Ustedes.-Se dirigió a los siete chicos.-Ya están mejor, vayan a protegerse.

-Si señor gracias.-Agradeció Marcus.

Los chicos se levantaron con dificultad y siguieron a la gente que se metía por el comedor. Dentro de este había más gente además de los que estaban en el pasillo principal donde habían llegado Marcus y los demás.

-¡LO VEO, LO VEO!-Grito un señor señalando a la ventana.

Marcus se apresuró a acercase pero le gano el líder.

-Es cierto se acerca. ¡Prepárense!

Marcus de nuevo se acercó a la ventana y observo una inmensa ola proveniente de la playa. Era tan grande como el hotel donde se habían hospedado.

  -Mantengan la calma.-Los tranquilizo un soldado.-Tienen que alegarse de las ventanas y unirse a uno mismo.

 -¿De qué habla?.-Pregunto Noah.

-EL tsunami.-Dijo Marcus.-Se acerca.

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