Capítulo 1: El Temblor Parte 1

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Abrió los ojos. Pudó ver el techo que ya hacía sobre el. (Marcus un chico de dieciséis años, muy alto para su edad, aperlado de su piel y unos ojos azules como el agua. Viviendo sólo en un departamento gracias a un problema con su familia). Marcus estiró su largo cuerpo ,y se paró de su cama donde había pasado una siesta muy agradable.

Bajó hacía su cocina, se sirvió una taza de café. Le dió un pequeño sorbo y la dejó en la mesa.

Agarró su teléfono, buscó entre sus contactos y llamó.

-¿Hola?-Contestó una voz aguda.-¿Quien es?

-¿Angelina? ¿eres tu?-Preguntó.

-Si,¿quien es?-Preguntó.

-Marcus.-Respondió.-Solo llamo para confirmar el viaje a Miami.

-A claro. Si, yo iré, ¿y tu?

-También.¿Donde nos veremos?-Preguntó Marcus.

-En la casa de Arthur.

-Genial. A las once, ¿verdad?

-Y El.

-Okey, gracias. Nos vemos. Adiós.

Marcus colgó y volvió a agarrar su taza. Al terminar subió hacía el segundo piso.

Se vistió y sacó su maleta que ya estaba preparada. La abrió para revisar si tenía todo lo adecuado. Cuando terminó, la volvió a cerrar y bajó con ella a la sala. Miró su reloj y aguardó un par de minutos. Al terminar los minutos, abrió la puerta de su casa y salió. Cuando estuvó afuera cerró la puerta con llave y se dirijió a su cochera.

Abrió la puerta de la cochera. Al abrirse se encontraba un jetta color negro. Abrió la cajuela y metió su equipaje. Marcus abrió la puerta del carro y se subió. Salió de la cochera y la puerta de esta se cerró automáticamente.

Manejó durante minutos, cuando al fin se paró, apagó el auto y bajó de el.

Caminó hacía una casa verde limón. Se acercó a la puerta y toco tres veces.

Se abrió la puerta, dentro de la casa se encontraba un joven alto y guapo, con pelo rubio y tez blanca.

-Arthur.-Saludó Marcus.

-Hola Marcus.-Le devolvió el saludo.-Pasa.

-Si. Solo déjame sacar mi equipaje.

Cuando Marcus entró con su equipaje-que acababa de sacar de su cajuela-a la casa, pudó observar a cuatro jóvenes preparados y arreglados, con sus maletas listas.

-Bien.-Pronunció Arthur chocando sus dos manos.-Ya somos todos. Es la hora de salir de Orlando y viajar aaaa ¡Miami!-Gritó.

-¡Sii!-Gritarón los cuatro jóvenes.

-Okey.-Prosiguió Arthur.-Nos iremos en la casa-móvil. Carl.-Señalo a uno de los cuatro jóvenes.-Tu y Noah.-Señalando a otro chico.-Meterán las maletas a la casa-móvil. Beth y Alice meterán la comida. Marcus y yo.-Giró la cabeza hacía Marcus.-Nos encargaremos de todo lo demás y...

-Oye.-Interrumpió Marcus.-¿Donde está Angelina?

-Ahh, claro lo olvide, ella ya nos está esperando en la carretera.

-Okey.-Agradeció Marcus.

-Bien, a trabajar.

Después de que todos hubieran acabado de hacer lo suyo, se metierón a la casa rodante. Todos se pusierón cómodos adentro. La casa rodante era increíble, tenía un mini-refrigerador, dos sillones y dos camas en una sola habitación que se encontraba atrás.

-¿De donde has sacado esto?-Le preguntó Noah a Arthur.

-Me lo han dado de cumpleaños mis padres el año pasado-Respondió.-¿No se los comente?

-Creo que no.-Dijó Beth.

Beth y Alice se fuerón a la habitación, Carl y Noah al los sillones, Marcus al asiento del copíloto y Arthur al del píloto. Arthur prendió el motor y pusó marcha hacía su destino.

Al cabo de diez minutos se encontraban en la carretera. Se dirijan a buscar a Angelina que ya los estaba esperando.

Angelina se encontraba sentada en una parada de autobús. Ella erá una chica guapísima, de pelo rubio y tez pálida. Cuando Angelina vió a sus amigos acercándose, se paró y esperó a que se acercaran mas.

Arthur se estacionó y apagó el motor.

Carl abrió la puerta para que Angelina pasara y este se bajó para subir la maleta de su amiga.

-Hola.-Saludó Angelina.

-Hola.-La saludarón sus amigos.

-¿Listos para el mejor viaje de sus vidas?-Animó Arthur.

-¡Si!-Gritarón sus amigos.

Arthur volvió a prender el motor y siguió su caminó.

Al cabo de unas horas, los siete amigos se encontraban conversando de lo que harían llegando a Miami. Las chicas planeaban ir a la playa. Por otro lado los chicos pensaban quedarse en el hotel e ir al casino de este.

Dos horas mas tarde se encontraban en Miami. Los chicos se asombrarón al ver lo tan maravillosa que era.

Arthur continuó su camino durante unos diez minutos, ya que estaban buscando el hotel que había reservado.

Cuando lo encontrarón, Arthur se estacionó en el estacionamiento del hotel y bajarón sus maletas.

Los chicos entrarón a la recepción y Arthur y Marcus fuerón recoger las llaves de las habitaciones.

-Buenos días,¿En que puedo ayudarles?-Les preguntó la recepcionista.

-Hola, recreábamos dos habitaciones.-Le dijó Marcus.

-Claro, ¿El nombre?

-¿Pusiste el mio o el tuyo?-Le preguntó Marcus a Arthur

-El tuyo.-Le respondió Arthur.

-Marcus Wrigth.-Le dijó a la señorita.

-Claro, recervó dos habitaciones, serían 250 dólares.

-Okey.-Dijó Arthur y sacó su tarjeta y pagó.

La mujer les entregó las llaves y les deseó suerte.

-Bien, amigos.-Marcus les llamó a todos.-Aqui tenemos las llaves. Las mujeres tendran la habitación 256 y nosotro la 257,¿Okey?

Marcus le entrgó la llave a Alice, el y Carl se repartierón las maletas llevando cada uno la mitad.

Mientras Marcus levantaba su maleta, pudó sentir un leve temblor abajo de el. Miró por todas partes y notó que nadie lo había sentido.

Ciudad en llamas: ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora