capitulo 3. ConfÍa en mi

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Vi


Entre en la habitación, estaba confundida, abrumada, una vigilante me quiere defender, que mierda esta pasando, daba vueltas en la habitación esperando que aquella chica entrará, se acaba mi paciencia y di un golpe a la pared haciendo que mis nudillos sangraran un poco, escuche la puerta cerrarse, y allí estaba ella la vigilante, con su uniforme elegante, tenía un porte de seguridad en cada paso que daba para acercarse a mi, era alta, unos centímetros más que yo, delgada, con su cabello suelto bajo sus hombros, debo confesarlo es hermosa,. Interrumpió mis pensamientos.


- Hola, mi nombre es Caitlyn, gustas un pastelillo, un café, necesito que me ayudes, necesito que cuentes la verdad- dijo.

 Era dulce, pero de ninguna manera confiaría en ella.

- Ja ja! - reí con sarcasmo - como es que una vigilante quiere ayudarme, cuando todos en aquella sala quieren que muera, y estoy de acuerdo, acepto la decisión, volvamos a la sala, quiero que esto termine- dije y comencé a caminar hacia la puerta.

Tomó mi brazo, me sorprendí

 - Quieres proteger a la persona que hizo esto, pero evidentemente lo único que harás es dejar que siga poniendo en riesgo la vida de todos. Me equivoque contigo pensé que eras diferente, según mi investigación no eres cobarde, creo que me equivoque- dijo 

A punto de abrir la puerta me interpuse encerrandola con mis brazos empujandola contra la puerta, quedando cara a cara, sentía furia por lo que dijo, no soy cobarde, pero no quiero estar encerrada, como me iba ayudar. La vi a los ojos,

 - Como puedo confiar en ti, todos ustedes solo desean el poder pasando por encima de quien sea, nunca buscan a ayudar al distrito sub urbano- dije

-Primero puedes liberarme, necesito espacio personal- dijo avergonzada. -No muerdo bombon, no soy tan mala como dicen- le comente. -Pues tienes una reputación bastante ruda en prisión- decía mientras acomodaba su uniforme. 

-Y bien Vi, puedes confiar en mí, tengo pruebas, de que es imposible que lo hayas hecho tu, evidentemente no quieres que sepan quién fue,, ¿por qué? ¿Quién es el responsable? - preguntó.

-fue un accidente, no, no se. - me tape el rostro con las manos, esto ya me estaba superando. para mi sorpresa tomo mis manos que estaban sangrando un poco debido al golpe que di a la pared.

 - Seamos compañeras, ayúdame a entender lo que esta pasando, puedes confiar en mi- la observe y por primera vez en mucho tiempo sentí una calidez que me abrumo,  en verdad sentí que puedo confiar en ella.


Caitlyn 


Se puso tensa ante mi toque, podía darme cuenta que no es tan fuerte como aparenta, perdió el porte de seguridad, rebeldía y orgullo, que tenía al entrar a esta sala. Y aquí estaba vulnerable. Cargar con ese trágico accidente debió ser difícil para ella, y sus puños solo eran su herramienta para olvidar su pasado. Vi sus manos y estaban sangrado seguro del golpe que dio antes de que yo entrará, saque un pañuelo y me puse limpiar sus heridas. Solo me observaba, con sus ojos tratando de averiguar si podía confiar en mis palabras, me ponía algo nerviosa, ya que no dejaba de mirarme, era muy bonita, tocando sus manos note la aspereza de ellas, prueba de las cientos de peleas que debió tener en el pasado. Escuche como sonaba una campana anunciando como debíamos regresar a la sala, solté sus manos y le di el pañuelo, suspiré y dije


 - es hora de regresar, siento no poder haber hecho más, yo- me interrumpió.

-contaré todo, tal vez, tu no seas igual a ellos- sonrió 

camino hacia la puerta y dejo que el guardia que esperaba fuera le pusiera las esposas, dio un paso y volteo, -Estoy en tus manos bombon- dijo bromeando y se dirigió a la gran sala. 

Me puse roja como un tomate, no puede decirme así, que va pensar ese guardia, sonreí para mi misma y continúe hacia la sala.

-Si consejal Jayce, ella dirá la verdad y yo tengo la evidencia que confirmara sus palabras- conteste, mire a vi y asintió.

 - vi, puedes explicarnos que paso aquel dia- dije y me senté en la silla.

-yo, yo contaré lo que paso esa noche, yo traté de detener las cosas, pero todo se salió de control. Yo soy inocente- dijo.

LAS VIGILANTES DE PILTOVERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora