Día 6: Súper Mejores Amigos

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Arte: EmilyArtStudios

Fluff / Angustia / AU

Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.


Un par de años después, Stanley Marsh entraba de nuevo al centro de rehabilitación, pero esta vez por la puerta principal y a vista de todos.

Tuvo varias visitas más, sin embargo, su mente viaja a la primera, cuando ambos lloraron un poco en el campo de golf y después tuvieron que correr del guardia que los había apuntado con su linterna y que había creído que estaban cogiendo ahí en medio de la nada.

Kyle siempre iba a preguntarle de su "vida afuera". A veces creía que era para permitirse una probada de una rutina ordinaria, algo que incluso incluía bebidas en ambientes sociales o situaciones que ahí adentro serían inadmisibles. Pero luego cayó en cuenta que tal vez sólo era para que la charla no fuera hacia él y lo que le estaba pasando.

Nunca entendió esa división. Por qué él era casi forzado a mencionar sus pesares y sus alegrías, mientras Kyle le brindaba todo su interés. Como el anfitrión para un turista que lo saca de su monotonía.

Tal vez no quería hablar como esa vez. Y él no quería incomodarlo y forzarlo a hacerlo. El orgullo de Kyle siempre lo dejaba más cómodo controlando lo más que podía las circunstancias a su alrededor.

De todas formas lo prefería, era mucho mejor que sentirse lejos de alguien tan importante en su vida. Sumido en la angustia y la desesperación.

Ahora se sentía cada vez más lejos de eso, más a salvo.

Llevaba un ramo de rosas, porque no tenía idea de qué regalar a alguien que sale de un centro para adictos, que a la vez es diabético y tan jodidamente exigente. Su Uber había creído que iría a ver a su novia, así como el guardia que le abrió la puerta.

Hasta que vio de nuevo a Kyle pensó en que la gente podía decir todo lo que se le viniera en gana.

Estaba esperándolo con Ike en la sala de espera, previa al salón reservado para visitas. Cuando llegó, estaba platicando con un par de chicas, empleadas del centro, entre un par de risas incómodas y asentimientos.

Stan esbozó una sonrisa desde que reconoció sus rizos de fuego. Hacía meses lo había visitado, pero aun así, no creyó que lo vería tan diferente. Se había despejado un poco el rostro con un medio recogido. Lucía un poco hinchado, pero de alguna manera eso resaltaba las pecas en sus mejillas y el color frío de sus ojos. Sabía por su expresión que estaba un poco cansado, pero conforme. Como cuando de niño salía de un resfriado que lo dejaba un par de días en cama, o cuando lo habían operado de los riñones...

Kyle siempre hacía una entrada donde trataba de ocultar su dolor y alegrarse por los demás.

Dio un abrazo a sus "escoltas" y cuando se giró, Ike dio un salto y lo llamó mientras corría hacia él.

— ¡Hermano!

Ambos se encontraron y se dieron un fuerte abrazo. Kyle le decía algo mientras el canadiense se tallaba los ojos y asentía, como si en presencia del pelirrojo se volviera de nuevo ese enano en mameluco azul fácilmente confundible con un bote de basura, pero también alguien que necesitaba ser consolado por su hermano mayor, con palmaditas en la cabeza y risas mutuas incluidas.

Stan se acercó poco a poco, hasta que Ike dio un paso a un lado y ambos amigos se quedaron viendo.

Ike los llevó en la parte trasera de su auto, ya que no podían dejar de hablar en lo que pronto fue un "ping-pong" que excluía al más joven.

Para arruinar una amistad (Style Week 2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora