-Imprimación.࿔*

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Imprimación

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Cuarto capitulo

La noche se acercaba mientras las chicas preparaban una deliciosa y muy abundante cena para toda la manada, Gala al fin vería a Seth después de todo el entrenamiento que le dio Sam y esa noche también hablaría con Leah.

Algunos de los chicos salieron a patrullar para poder volver a la hora de la cena y aunque Sam parecía estar en desacuerdo con que los chicos dejaran el patrullaje para poder estar presentes en la noche, entre Gala y Emily lo convencieron de que solo sería por unos momentos y después de que comieran irían de nuevo a patrullar por si algo pasaba. Gala sospechaba que había algo que los había estado visitando, una visita no muy grata de algún chupasangre que estaba por la zona, pero ni ese chupasangre ni nadie le arruinaría la cena que prepararon especialmente para sus chicos.

Mientras las chicas preparaban los últimos detalles de la cena, los chicos salieron para empezar a hacer sus patrullas, decidieron ir todos para estar más atentos por si sucedía algo, hasta Leah siendo la más nueva se encontraba dentro de los grupos de patrullaje. A diferencia de Seth, Leah pudo controlarse mejor de lo que todos se esperaban, Sam dice que es una cosa de lobos, ella había encontrado algo que la mantenía con los pies en la tierra y la tranquilizaba cuando estaba a punto de entrar en fase por tonterías.

Gala y Emily suspiraron al sentarse en la mesa, finalmente habían terminado los preparativos de la cena y estaban más que exhaustas, era un día especial y querían que Seth, junto a Leah, se sintieran bienvenidos en la manada. Cuando hablaron de la cena con la manada, los chicos no tardaron en presentar su inconformidad con que a ellos no les habían preparado nada como eso, pero Gala no podía evitarlo, Seth era su pequeño y ella quería que fuera algo especial para él, quería verlo feliz al igual que a Leah.

Antes de que pudieran hacer otra cosa escucharon el ruido de un auto estacionándose fuera de la casa, las chicas habían invitado a todas las personas cercanas de la manada, claro las que sabían su secreto. Era algo parecido a las fogatas que hacían todos los meses, solo que esto sería una cena dentro de casa.

Por la puerta de la entrada que estaba abierta apareció Seth, el cual traía unas cosas en sus manos mientras su madre Sue y Billy Black el padre de Jacob bajaban del auto. El chico no lo pensó dos veces cuando dejo en la mesa las cosas que tenía en las manos y corrió para abrazar a Gala. La chica no pudo evitarlo y sintió que las lágrimas bajaron por sus mejillas al mismo tiempo que apretaba más a Seth en el abrazo que el chico le daba, podía sentir la temperatura tan característica de los hombres lobo y el corazón del chico yendo al mil por hora, Gala finalmente se sentía en casa, la casa que había dejado hace mucho tiempo cuando se fueron de Forks.

-Seth, te extrañe tanto pequeño. - dijo Gala mientras tomaba la cara de Seth para mirarlo a los ojos, él también estaba llorando.

-Yo te extrañe aún más Gals, no sabes cuánto. Incluso cada año guardaba la esperanza de que me visitaras en mi cumpleaños para comer galletas juntos, como solíamos hacerlo cuando éramos pequeños.- dijo Seth mientras las lágrimas caían de sus ojos.- nunca perdí la esperanza de que regresaras y al fin estas aquí conmigo.

-Ohh Seth, te quiero mucho cachorro, nunca podría dejarte de nuevo. No ahora que estoy tan feliz de que no me odiaras por irme hace años. - hablo chica con una sonrisa. Estaba segura de que ella pertenecía a Forks, lo poco que había visto del mundo no se podía comparar a la felicidad que sentía en esos momentos.

-Jamás podría odiarte Gals. - con esas palabras por parte del chico, Gala rompió en llanto de nuevo, abrazándolo muy fuerte como si fuera a irse en cualquier momento.

Impronta || Leah ClearwaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora