Capitulo 1 -Mizuki-

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Como cualquier otro día me levanté al alba para entrenar con los demás asesinos, lo de siempre pelea con espadas, lanzamiento de shuriken, combate cuerpo a cuerpo, tiro con arco y ballesta.
Después del entrenamiento inesperadamente el jefe me llamo a su salón, quería pedirme algo muy importante. Estaba tan emocionada, hacía meses que no me hacen cargo de un asesinato, empezaba a creer que mis manos volvían a estar limpias.
El salón del jefe es grande, la puerta es el doble de mi ancho y medio metro más alta que yo, aunque no soy muy alta soy delgada, las paredes son de roca y dos de ellas tienen una ventana alta y estrecha. Cuando entré divise al jefe sentado como siempre en una mesa cuadrada de madera tallada. En cuanto se volvió a verme de su boca salió una sonrisa un poco siniestra, pero amistosa.
-Mizuki, es un gusto verte una vez más, ¿cómo vas con tu entrenamiento?.- Era obvio que me necesitaba, normalmente causo mucho desorden y me reprime, pero esta vez estaba "normal" conmigo excepto por esa frase de "un gusto verme de nuevo" porque sé que no es cierto.
-Supongo que bien, últimamente no he causado problemas.- Respondí y era verdad no he tenido tiempo de hacer algo divertido.
-Me alegro- dijo con una pequeña sonrisa-. Tengo una pequeña misión para ti.- cuando término de decir esto me dieron ganas de gritar de la emoción, sin embargo me límite a responder:
-Que bien, ¿de qué se trata?
-¿Recuerdas al gremio "Nikko" al otro lado del pueblo?.
-Claro, nuestro gremio enemigo
-Bien. Pues quiero que "desaparezcas" a su mejor asesino.- dicho esto me entrego una fotografía , no me atreví a mirarla, no hasta que estuviera sola.
-Excelente,¿cuánto tiempo tengo para terminar con él?
-Sé que te tomarás tu tiempo, así que te doy un mes ¿está bien?- nunca me habían dado un plazo tan largo, ante la emoción de esto conteste inmediatamente:
-Está excelente, no se preocupe jefe, juro que en un mes no volverá a ver el rostro de ese tal asesino.
-Perfecto, puedes retirarte, no te preocupes por faltar a tu entrenamiento los siguientes días confío en que estarás haciendo tu trabajo.
-Gracias- salí del salón y me dirigí a mis aposentos.
Estaba tan feliz de que después de varios meses al fin me dieran alguien a quién asesinar, y mejor aún que me dieran tal plazo era como un deseo cumplido para mi. Ahora tenía que empezar a identificar a esa persona, no es tan difícil solo voy al centro del pueblo y me oculto en las sombras hasta que el rostro de la víctima aparezca, después de esto comienzo a seguirlo durante varios días para saber sus deberes y lugares frecuentes. Aunque ahora que lo pienso mejor él es un asesino, no será tan sencillo como creo ya que nosotros los asesinos hemos sido entrenados para saber cuando alguien nos sigue. Será mejor que planee una estrategia pero por ahora solo revisaré la fotografía.
Faltaba poco para llegar a mis aposentos, sólo es una pequeña habitación con un escritorio, una cama, un ropero y una bañera. Sé qué es pequeño pero allí me siento sí estuviera en casa con mi familia, claro que eso es imposible porque cuando tenía siete años mis padres desaparecieron y a mis hermanos los llevaron a formar parte del ejército ya que era hombres y se aproximaba una guerra la cual nunca ocurrió haciendo que no volviera a verlos. Era la pequeña y me dejaron sola, recuerdo que me quedaba en el pórtico de mi casa a llorar cuando un niño no mayor que yo se acercó a mi y dijo:
-¿Por qué lloras?
-Mi familia ya no está
-¿A dónde fue?
-No lo sé
-¿Cómo te llamas?
-Nakamura Mizuki, ¿y tu?
-Izumi Takeshi
-Un placer Izumi-chan
-Dime Takeshi, ¿y si a partir de hoy yo soy tu familia?-cuando dijo eso me tendió su mano igual que la mía de pequeña, la tomé y me dio un abrazo
-Está bien
Después de ese día él se convirtió en mi mejor amigo, era como mi hermano hasta que un día se fue a otro lugar y no lo volví a ver nunca más. Paso un año, llego el jefe proponiendo que me fuera con él y fuera su pequeña asesina. Desde ese día entreno para ser asesina y ser lo que ahora soy.

Llegue a mis aposentos y tome asiento en una silla del escritorio, quería empezar cuanto antes. Saque la fotografía de uno de mis bolsillos y al ponerla en el escritorio vi a un muchacho de aproximadamente mi edad o un poco mayor. Observe la foto durante varios segundos más grabando cada una de sus facciones desde los ojos hasta su barbilla. Creo haberlo visto antes, tal vez sea alguien que se haga pasar por mercenario o lo he visto en el centro alguna vez, no lo sé pero se me hace alguien conocido.

Corazón de asesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora