ᴘᴏɴʏᴛᴀɪʟ [ɴᴀᴍᴋᴏᴏᴋ +18]

<<𝑰𝒇 𝒚𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒉𝒐𝒓𝒏𝒚>>

—¿¡Me trajeron a un club de striptease!?— gritó Namjoon.

Hoseok, Jin y Jimin solo se encogieron de hombros, divertidos y lo empujaron adentro del recinto, donde la música inmediatamente lleno sus oídos, aturdiéndolo. 

—¿Por que fuiste cómplice hyung?— le preguntó a Yoongi, quien parecía tan incómodo como él.

Yoongi resopló, dando a entender que tampoco estaba muy contento con la idea.

—Jimin me engaño, me dijo que iríamos a cenar—señalo al culpable mientras alzaba su voz para hacerse oír entre todo el bullicio. 

—Yo no dije que fuéramos a cenar comida, hyung~— respondió Jimin, coqueto.

—¡Apúrense que el show ya va a empezar y no hemos llegado a nuestra mesa!—Seokjin tomó a sus donsaengs reticentes de la mano y los jaló con él, con Jimin y Hoseok siguiendolos atrás, emocionados. 

Por otro lado, Jungkook se estaba preparando para su show estelar de la noche. Sin embargo, parecía estar distraído, más que de costumbre. Cuando se puso la playera al revés, supo que tenía que dejar morir el tema en su cabeza para al menos poder hacer bien su trabajo en las siguientes horas, pero por más que trató de espabilarse, no podía dejar de pensar en aquella caja con lazo que había dejado en el casillero del chico que le gustaba, Kim Namjoon. Estuvo dando vueltas todo el día por el lugar para asegurarse de que el chico abriera su casillero y descubriera su presente de cumpleaños, pero no pasó. Se hacía tarde y tuvo que ir corriendo a su trabajo con la incertidumbre de si el moreno lo había descubierto. 

—¡JUNGKOOOOOOOOOOOOOOOK!

El chico casi salta en su lugar por el susto que su mejor amigo, Tae, le había dado al gritarle de la nada.

—Jesús, Tae. Me espantas— se puso una mano en el corazón.

—Más te vas a espantar cuando te diga lo que vine a decirte— Jungkook no sabía si había emoción o preocupación en su tono, probablemente una mezcla de ambas, y enseguida supo por qué. 

Namjoon hyung está en el público, y en primera fila.

—KOOK, 5 MINUTOS.

JungKook estaba sudando de pies a cabeza. No quería salir, no con el amor de su vida sentado en primera fila esperando a ver como agitaba sus caderas en el aire con movimientos lascivos. 

—¿Dónde estás, Tae?— susurró nervioso. Y como si su amigo lo hubiera escuchado, apareció, agitando las manos por encima de su cabeza en señal de victoria.

—LO TENGO— dijo orgulloso, mientras le entregaba una gorra y un cubrebocas a Jungkook.

—¿Crees que esto será suficiente?— respondió Kook con duda.