Amigos Anónimos

Vestimenta perfecta

Rachel Wood

-¿Entonces vas a tener una cita?- Tom me miraba tratando de comprender todo lo que le había dicho apenas lo vi- Así es.

-¿Ósea que vas a salir con un chico el cual te invito en tu trabajo y que te gusto solo por su actitud?- dijo con una ceja alzada, a lo que yo solo me limite a asentir- creí que el casanova era yo. 

-Jamás te eh conocido una novia- dije con simpleza, y era cierto, Tom jamás había tenido una novia, o no que yo supiera- De hecho, si eh tenido una...

Yo lo mire con sorpresa, ¿tuvo novia y no me dijo?, esto me molestaría pero no por el hecho de que seamos mejores amigos significa que pueda entrometerme en su vida, o forzarlo a hacer algo- Nunca me contaste, ¿Qué paso con ella?,

-Ella me engaño- dijo con simpleza, yo me atragante con mi malteada, ¿Lo engaño?, ¿Qué a todos mis conocidos sus novias los engañan?, Tom me empezó a dar palmaditas en la espalda para que recuperara el aire, cuando ya estaba mejor y sin malteada atorada en mi garganta hable- ¿Te fue infiel?

-No, no, solo... me mintió respecto a sus sentimientos hacia mi...

Ver a Tom así me rompía el alma, lo abraza y no paso mucho para que me correspondiera, después sonó el timbre para que volviéramos a clase, nos sentamos juntos hasta el fondo del salón para poder platicar con menos posibilidades de que nos regañaran.

Al salir de clase Tom se ofreció a llevarme a mi trabajo lo cual acepte, pase rápido al los casilleros del local para ponerme mi uniforme, honestamente es algo extraño, consiste en un jumper de color azul con una blusa blanca, más a parte un delantal blanco con decoraciones de dulces.

Salí del cambiador y me dirigí a el mostrador, ahí vi como mi nueva compañera atendía a una chica, le entrego una bolsa y se fue, haciendo que mi compañera nueva volteara a verme, era muy linda, era alta de piel morena con cabello corto y ondulado- Hola linda, tu debes ser Rachel, ¿cierto?

-Si, y tu eres...- dije mientras leía su broche- Eliza.

-Así es, espero nos llevemos bien Rachel, bueno te dejo la caja, yo ya me voy- dijo mientras caminaba a los lockers -Claro, que tengas un lindo día.

Al terminar de decir eso me dirigí al mostrador, era mi quinto día de trabajo, no le conté a Tom antes por que el estaba ocupado con su examen de física, pobres mortales, si algo que jamás eh olvidado son las fórmulas, las tengo memorizadas.

El simple hecho de que no tuviera que estudiar para ese tipo de exámenes me hacía sentir superior, aparte de que podía cobrar a cambio de clases a mis compañeros.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando un cliente cruzo la puerta la puerta, puse mi mejor sonrisa y empecé con mi trabajo.

. . .

Ya había terminado mi turno, hoy es mi turno de cerrar la tienda por lo que fui a voltear el cartel de "abierto" a "cerrado", pero un pitido me hiso saltar del susto, volteé a ver quien era, para mi sorpresa el que casi me provocaba un paro cardiaco era nada más que mi hermano.

-¡Eros!- grito mientras bajaba del coche y se dirigía a mi, lo estaba matando con la mirada pero al parecer ni siquiera prestaba atención en eso; una vez llego a mi lado me abrazo, solo suspire y correspondí- Me asustaste idiota...

-¡oh vamos!, solo vine a recogerte, papá esta paranoico- dijo mientras nos separábamos y nos dirigíamos al auto, me senté en el lado del copiloto, Gabriel prendió el auto y el estéreo- Oye Eros...