Lazos 🧬 ;; au Encanto

᎒ Cambios ᎒

A pesar de la amabilidad de los dos hombres Camilo aún tenía mucha desconfianza de ellos, en estos momentos de su vida no podía confiar en nadie que no fuera Mirabel, era la única persona con la que sentía que no había algo mal o algo incómodo.

Al caer la noche la pareja le dejó su habitación a los menores, se notaba que necesitaban dormir en una buena cama.

Al ser una cama matrimonial los dos cabían a la perfección.

Durante todo él día Mirabel estuvo muy callada y trataba de alejarse de Camilo, como si tuviera miedo de verle la cara, esto ponía triste a Camilo. Hasta que llegó la hora de que durmieran.

Ambos se encontraban en la habitación y Mirabel trataba de evitar ver a Camilo en la cara.

En la madrugada ninguno de los dos podía dormir, Mirabel estaba acostada de su lado, temblando un poco. Finalmente se volteo para darle la cara a Camilo, pero el no estaba ahí.

Mirabel se levantó y lo vió, como estaba sentado frente a un gran ventanal mirando la ciudad y la ruidosa noche, con una notable tristeza.

Ella se acercó a él y se sentó junto a él comenzando a hablar.

"Estas bien Beli?" preguntó. "Por qué me has evitado en todo el día?" se le escuchaba bastante triste.

"Yo no quería- solo que..." él la miró a los ojos y está agachó su cabeza.

"Lo siento..." fue lo único que pudo decir. El mayor se quedó en silencio. "Mis estupideces afectaron tu vida de nuevo... Sigo estorbandote, lamento mucho ser una carga para tí y lamento el haber tratado de hacer eso..."

"De qué de estas hablando!?" respondió el chico "Tú jamás has sido un peso, jamás has estorbado! Realmente no sabría que hacer sin tí, eres muy importante para mí y siempre ha sido así. No tienes que disculparte conmigo, no hay razón para hacerlo, pero quiero que sepas que si necesitas ayuda yo te la daré, okey?"

Mirabel solo sonrió con unas cuantas lágrimas y le dió un abrazo, el correspondió.

Ambos vieron el lugar unos minutos más y finalmente fueron a dormir.

A la mañana siguiente, ambos despertaron cerca de las diez de la mañana, cuando salieron de la habitación y llegaron al comedor sólo estaban dos platos con comida. No había nadie en el sitio, así que ambos chicos se sentaron a comer. Momentos después Víctor apareció.

"Que bueno que ya están comiendo, en unas horas llegará Santi y los llevará a comprar su ropa, si necesitan algo solo toquen esta puerta" dijo el mayor mientras entraba por esa puerta y se encerraba ahí.

Ambos menores se quedaron en silencio, era un tipo bastante intimidante para Mirabel, mientras que para Camilo alguien a quien no debían creerle ni una sola palabra.

Mirabel estuvo explorando un poco la casa y tocaba la puerta de la habitación del mayor para preguntar por cada cosa que tuviera una tecnología más avanzada que en su pueblo.

Mientras Camilo sólo miraba por la ventana viendo como había una enorme cantidad de edificios, casas, autos y personas.

Al paso de unas horas Santiago volvió a casa, se sentaron a comer empanadas y llevó a los mellizos a una tienda de ropa.

"Aquí tienen, la mejor tienda de ropa y con la mejor calidad, busquen lo que quieran y yo se los compraré" finalizó el mayor.

Los mellizos recorrieron toda la tienda en busca de algo, lo único que compraron fueron zapatos nuevos, fue lo único que les agradó.