Del odio al amor existe un solo paso

5.- Acosadora

Amelie Melbourne

Acosadora; así es como me llamaron durante una semana entera a culpa de la maldita historia de Instagram de Liam el imbécil, el fin de semana fue un pequeño descanso de ese apodo de mierda pero cuando fui con Antonella al centro comercial me encontré con chicos del instituto los cuales me llamaron por ese apodo: acosadora, YO NO ERA UNA ACOSADORA solo estuve en el momento equivocado y el lugar equivocado a la misma vez y el maldito aprovechó eso para hacerme un mala jugada. Digo, pónganse en mi lugar: entras a tú habitación y ves a tu vecino en boxers y bailando por allí como una polilla, si tú igual te quedarías helada como yo.

Ahora estábamos en el centro comercial por segunda vez ya que Antonella vino a cambiar toda la ropa que compro ayer ya que no le gusto nada de lo que compro y como soy una amiga demasiado buena para ser real la estoy acompañando por segunda vez a este infierno hecho para el consumismo. Sip así es ODIO salir de la comodidad de mi casa para algo que no sea ir a la playa, el arroyo, o instituto aún que a este último no me gusta mucho más que al centro comercial sinceramente pero aquí estoy, llevamos unos veinte minutos mirando el mismo vestido rojo con flores blancas que tiene babeando a mi amiga pero igualmente saca unas cinco prendas más para ir al probador.
Al final termino decantándose por la primera prenda que vio, blanquee los ojos.

-Pero si ese fue el primero que te probaste y viste, si sabías que llevarías eso ¿por que te probaste tantas prendas? -pregunte con molestia mientras la miraba frunciendo el ceño.

-Cuando quieras impresionar a alguien lo entenderás amiga mía -dijo sonriendo mientras pagaba la diferencia del bendito vestido.

-¿Y tú desde cuando te vistes para impresionar a alguien? -pregunte alzando las cejas, Antonella se sonrojo y cerro la boca. - Tu silencio solo me hace pensar lo peor Nella. Como te guste Liam Grey te corto los ovarios -dije incrédula.

-¡No!, no es Liam, Amelie, no es nadie -recibió su bolsa de compras y caminamos hacia la salida. - Y no me digas Nella, no me gusta -me reclamó a lo que reí.

Caminando por el centro comercial y viendo las vitrinas de las tiendas me encontré con unos ojos cafés verdes que pusieron mi corazón a dar unas leves vueltas, era Blake Huston uno de mis amigos de toda la vida, aunque estos primeros días del año escolar lo que estoy empezando a sentir por el no son sentimientos que se considerarían de una "amiga", Blake era el capitán del equipo de fútbol del instituto era alto pero no tanto como Liam sus cabellos eran de un rubio arena corto y su nariz respingona me ponía verde de envidia era un chico muy simpático, nuestra amistad empezó cuando intervino en una de nuestras riñas de los martes porque Antonella estuvo a un pelo de agarrarse de las mechas con Juliette; la "mejor amiga" de Liam, y digo "Mejor amiga" porque todos en el instituto sabemos que ella esta enamorada de él y el imbécil es el único que no parece darse cuenta de ello.
Blake camina con ese aire despreocupado que lo caracteriza mirando a su alrededor y pasando por alto las miradas de los grupos de chicas, es guapo y lo sabe. Su mirada conecta con la mía y sonríe.

-Amiga pestañea que pareces una loca -Antonella me golpea con el codo a lo que la miro entrecerrando mis ojos y pestañeando.

-Hola Amelie, ¿como estas? -Blake dice ya en frente de mi.

-Hola Blake, bien gracias -sonrió un poco nerviosa.

-Hola Blake si yo también estoy bien gracias por preguntar -Antonella giro los ojos y se alejo hacía una tienda.

-Ups, ¿tiene mal genio eh? -Blake la miro arrugando la nariz, me reí.

-No tienes idea -bromeé.

-Oye Amelie yo quería saber si... -Blake empezó nervioso pero antes de que dijera nada una voz que conocía y odiaba muy bien nos interrumpió.

Dios de todas las personas con las que me podía encontrar ¿por qué él?

-Pero que tenemos aquí, si es la nueva parejita del año -Liam se hizo el chistoso, blanqueé los ojos y me giré para enfrentarlo y me lo encontré junto con Juliette rodeada por los hombros con su brazo derecho.

-Liam, por si no te diste cuenta estas interrumpiendo algo -lo fulmine con la mirada.

-Oh perdona pero... ¿me ves cara de que me importe? -dijo haciendo una mueca de pregunta burlona, me enfurecí.

Es que no vio que Blake Huston estaba a punto de decirme algo, el futuro padre de mis hijos estaba a punto de quizás pedirme salir y este imbécil viene y...

-Eres un... -me acerque a él para ahorcarlo con mis propias manos pero Blake entrelazo los dedos de su mano izquierda con los míos.

-Amy déjalo, no vale la pena -Blake miro a Liam a los ojos intimidante y después volvió sus ojos a mi. - ¿Quieres que te vaya a dejar a tú casa  Amy? -lo mire encantada y asentí con la cabeza después desvié mi mirada a Liam y este estaba apretando la mandíbula con fuerza mientras fulminaba a Blake con la mirada, blanquee los ojos.

-Adios Grey -dijo Blake llevándome agarrada de la mano hacia el estacionamiento como a una niña pequeña.

En el camino a el estacionamiento mire nuestras manos unidas y me sonrojé. Había estado encaprichada de Blake desde que íbamos en primaria y ahora gracias a que Antonella con Juliette casi se agarran de las mechas en una de nuestras confrontaciones él se hizo uno de nuestros amigos, Blake era el perfecto caballero que todas las chicas quieren y ahora iba camino a casa con el, me pellizqué el brazo disimuladamente para comprobar que no estaba soñando porque había soñado con este escenario muchas veces, al llegar al auto Blake como un perfecto caballero me abrió la puerta de su auto. El camino a casa fue en silencio y cuando estacionó en frente de mi casa me miro y sonrió avergonzado.

-Amelie antes de que llegara Liam a interrumpirnos yo quería... yo quería pedirte...digo si es que tú quieres...emm salir conmigo en una cita, ambos, tu y yo -tartamudeo nervioso.

Mi yo de secundaria estaba gritando y bailando en mi cabeza mientras mi yo de ahora intentaba mantener su cara de póquer mientras sonreía.

-Claro, dime donde y cuando -sonreí y el sonrió mientras agachaba la cabeza para esconder su mirada de la mía.

-¿Te parece el domingo? -volvió su mirada café verdosa a mis ojos.

-Estupendo -me beso en la mejilla a lo que me quedé paralizada y con la cara ardiendo por la vergüenza. -Nos vemos el domingo Amy -.

-Si nos vemos -tartamudeé mientras bajaba del auto.

Apenas baje de el auto Blake desapareció por la auto pista dejándome ahí parada en la acera viendo la estela de su auto y con la mejilla ardiendo por el contacto, di media vuelta y entre a casa no sin antes dar una mirada rápida a la ventana vecina a la mía la cual estaba con las cortinas cerradas. Suspire no se si de alivio o decepción por ello.
Apenas atravesé las puertas de mi casa el fuerte olor a chocolate quemado inundo mis fosas nasales y las voces de mi madre y abuela gritando llenaron mis oídos.

No otra vez por favor...

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