Amelie Melbourne
—No puedes estar aquí Liam, sal -lo mire con las cejas fruncidas y el solo rió y paso por mi lado mientras lo miraba atónita, aparte de un pesado era un sin vergüenza descarado al pasearse por mi habitación mirando todas mis cosas como don pedro por su casa, solo le faltó abrir mis cajones y bucear dentro y entonces hizo lo mas sin vergüenza que se puede hacer; se tumbo en mi cama.
—No. ¿por qué no fuiste hoy? - Pregunto directo mientras agarraba uno de mis peluches favoritos el cuál era un osito con tutú blanco para contemplarlo con el ceño fruncido. -¿por qué un oso tendría un tutu? - arrugo la nariz.
—No debo darte a ti mis justificativos de clases Grey -le arrebaté mi osito de las manos y lo abracé a mi cuerpo y lo olí con los ojos cerrados, olía a chicle.-¿y por qué no?, se ve lindo.
—Si me las debes bichito, hoy es Martes por si lo olvidas, me quede esperándote en medio de la cafetería como un idota para que después tu seguidora me dijera q no ibas a venir -me atravesó con sus ojos grises escrutando cada movimiento que hacía mientras cruzaba sus brazos atrás de su cabeza, me aferre a mi peluche y pase saliva.-
—Pues cada quien espera como quiere Liam, y idiota ya eres así que no tiene mucha diferencia -tire una almohada a su cara.- ¡y levantate de mi cama!.
Liam se carcajeo y siguió implacable tirado como una ballena en medio de mis cobijas rosas.
—Para ser tan ruda tienes una habitación muy rosa bichito -se mofo en mi cara.
—Y tu no puedes entrar así como si nada, ¿y si hubiera estado desnuda? -enarque un ceja.
—Pues no hubiera visto nada que no hubiera visto antes, bueno quizás si un poco menos -su boca se curvo en una sonrisa sarcástica a lo que blanquee los ojos.
—Eres un idiota -camine hacia la ventana y la abrí.- Fuera.
—No.
—¿Por que te empeñas en ser mi amigo?, ¿no podemos solo mantenerlo como antes y vuelvas a odiarme? -refunfuñe.
—No.
—Andas muy hablador hoy -blanquee los ojos.
—Si -se levanto de la cama y camino hacia mi.
—Monosílabo diría yo -me exaspere tragando saliva.
Liam camino hacía mi y yo camine hacia atrás para evitar su cercanía.
—¿Nerviosa bichito? -sonrió.
—Pues si, hay un puto psicopata que entro por la ventana a mi habitación en medio de la noche -junte el ceño y enfrentándolo como siempre, si ponerme nerviosa es lo que quiere pues no lo tendrá.
—No soy un psicopata. solo soy un amigo preocupado por su amiga que no fue a clases -se encogió de hombros.
—Ya deja eso de los amigos -suspire recordando lo que mi abuelo me forzó a prometer.
—Y tu deja de no querer serlo.
—¿Por que quieres con tanta insistencia ser amigos?-me crucé de brazos.
—¿Por que no fuiste hoy a clases? -copio mi accion.
blanquee los ojos y pase por su lado a mi cajon a ponerme mis calcetas de polar ignorándolo, quizás así se vaya.
—No me respondiste -se giro hacia mi.
—Pues tu tampoco a mi -me calce mis tibios y lindos calcetines para dormir porque si soy una rara que duerme con calcetas de polar.
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Del odio al amor existe un solo paso
RomansaToda mi vida me han enseñado a odiar a la familia Grey, pero eso de odiar a Liam Grey es algo personal, desde que tengo memoria a sido mi mayor enemigo siempre llevándome la contra; si digo blanco él dice negro, si digo salta él se queda quieto, es...