El día de ayer, después de haber salvado vidas con mi técnica de succión, no me dieron ganas de hacer nada, estaba algo triste, molesto, desorientado.
Creo que ya saben la razón.
La primera era que James no me ha mandado nada, una carta, o lo que sea. Sé que él no sabe ni siquiera donde me encuentro ahora, pero puede buscarme, se que él no tiene que hacer todo, pero aun así siento que ya no es lo mismo. Extraño todo de él, su olor, sus ojos, sus expresiones las cuales nadie puede ni podrá imitar, el simplemente es único. La sensación de sus besos, abrazos y demás cosas que solíamos hacer el y yo, se va desapareciendo.
Por otro lado, Cliff, sabiendo mi situación, no hizo nada aquel día que mis sentimientos se fueron a la mierda.
Comenzaba a recordar todo lo que paso ese día, cada palabra, cada segundo de cada minuto del infierno que viví, provocando que las lágrimas comenzaran a brotar.
Lágrima tras lágrima…
Mis sollozos eran cada vez más fuertes, y yo no podía zacear mi dolor. Las lágrimas salían una tras una, como si nunca hubiera llorado en mi vida, y siempre recuerdo ese día, no puedo parar de llorar, no puedo hablar del tema sin tener que terminar en un llanto.
Deje que mis sentimientos fluyeran, que cada lagrima de dolor saliera, que ninguna se quedara dentro de mí, porque yo muy bien se, que es lo que estaba destruyéndome poco a poco.
Después de un rato, escuche como alguien se acercaba a la habitación, inmediatamente me talle la cara, quería hacer como si nada hubiera pasado.
Quería.
Pero no podía.
-Kirk, soy yo, ¿Puedo pasar?.-dijo Anna.
-Si.-dije seco, literalmente.
-¿Ocurre algo, corazón?.-dijo cerrando la puerta.
-Ocurren muchas cosas…-dije, en ese momento, ya no sabía lo que sentía, estaba seco, sin ganas de nada, y por supuesto, tenía el corazón hecho mierda.
-¿Quieres hablar sobre eso?.-dijo Anna.
-Tal vez…-dije.-Mira, ¿Recuerdas la vez que Kate me encontró en el suelo medio muerto?-.asintió.-Pues, esa vez aparte de lo físico, me encontraba sentimentalmente fatal, creo que nunca olvidare ese día…
-¿Qué ocurrió?.-preguntó.
Les resumiré la historia. Le conté todo a Anna, y el llanto no falto en la plática.
-¡¿A QUE PERSONA SE LE OCURRE HACERLE ALGO ASI A LA PERSONA MAS DULCE DEL MUNDO?!
-No lo se, Anna…-tenia los parpados tan hinchados que la vista se me tornaba borrosa a cada rato.-Ya no creo confiar en alguien…Lo extraño, y me duele saber que no lo tengo a mi lado…
-Kirk, cariño, esta es tu casa. Te conozco desde poco, y me di cuenta que eres una persona muy linda, y no mereces estar sufriendo por alguien que no vale la pena, tu persigue tus sueños, no dejes que te afecte, Kate y yo estamos contigo, eres y serás nuestro amigo, pequeña nutria. Por lo de James, no te alteres, uno no sabe lo que puede pasar, puede que tal vez en una hora, un día, o una semana llegara algo de él, desesperarse no sirve de nada, tarde o temprano estarás con él, porque ustedes tienen esa pequeña historia de amor envidiable, no siempre se consigue una persona así Kirk. Te amo, y te has ganado una parte de mi corazón, ven, no te quiero ver así.-dijo terminando ese hermoso discurso con un cálido abrazo el cual me lleno de seguridad, y felicidad, lo cual me faltaba esa fría noche. Mi cariño por ellas se ha intensificado.
-Kirk, si quieres mañana le enviamos un correo a James, para que sepa donde estas, ¿Va?.-dijo mostrándome una de sus mejores sonrisas.
-Anna, sabes que yo también te amo, y gracias enserio, nadie me había dicho algo tan sincero como tu, gracias por soportarme, por darme donde dormir, por todo.-dije con un mejor ánimo.-Mañana me ayudas a hacerlo, y le puedes poner corazones igualitos a los que le pones a tus posters de Sebastian Bach.
-Tu también eres espeshiol, y Sebastian merece tener esos corazones, porque lo AMO.-dijo riendo.
-Jajaja, gracias Anna, que lindas palabras.-sonreí-. Ve a dormir, descansa…
-Bueno, espero y estés mejor, dulces sueños, principesco.
-Dulces sueños, principesca.
Y así fue, me acosté, era una sensación rara de tranquilidad y amor que provocaba una sonrisa en mi rostro.
Empecé a recordar cosas de mi pasado… Como cuando solo era un niño, donde solo me preocupaba por no salirme de la rayita al dibujar. Recordé cuando iba a la escuela, mis amigos, cosas de ese tipo. La vez que empecé a trabajar en Burger King para comprarme mi primera guitarra, que tiempos…
Esa sonrisa nadie me la podía quitar, y poco a poco fui cerrando mis ojos hasta caer en un profundo sueño…
Todo tiene solución en esta vida… menos la muerte.
Pronto estare contigo, James.
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Pensé que te conocía muy bien.
Storie d'amoreKirk empieza a sentir ''sentimientos poco comunes'' por su mejor amigo.